LOS ASQUEROSOS

En Los Asquerosos encontramos una trama muy sencilla envuelta en reflexiones muy complejas. Un único narrador nos cuenta la historia mediante un soliloquio en el que se combinan un lenguaje coloquial con incontables cultismos, ironizando en todo momento. Mediante esta obra podemos reflexionar sobre la sociedad en general y el materialismo en particular. Hace referencia a la precariedad del empleo, a la despoblación rural y, sobre todo, a la soledad del ser humano. Es una obra que, sobre todo en los capítulos centrales, puede resultar tediosa pero si la analizamos bien y exprimimos su esencia es aleccionadora, sobre todo por la riqueza del léxico utilizado. Feliz lectura!!!

La novela hace una crítica feroz del consumismo desmesurado. El léxico que utiliza el autor es rico y variado, sin embargo llega a cansar, en mi caso. La idea, es buena. Pero a mí no me ha enganchado. Por las pocas páginas que tiene, en otras ocasiones me la habría leído en un par de días o tres. Pero he estado con esta novela más de una semana. Había momentos en que se hacía lenta y pesada. El autor da demasiadas vueltas a lo mismo una y otra vez. Por otras reseñas que he leído, esta novela es la típica que o gusta mucho o no gusta nada. Y muy a mi pesar, yo estoy en el segundo grupo.

La novela me ha sorprendido.Es una crítica de la sociedad actual y de nuestro modo de vida “mochufa”. El autor domina el lenguaje y la nivela hace gala de un léxico muy rico. Además es irónica y divertida, La historia es original nada trillada ni previsible. En definitiva una muy buena novela de esas que te deja un vacío al acabar.

Compré este libro porque, además de gustarme el nombre, había leído críticas enfrentadas y quería juzgar por mí misma. Después de leerlo en un suspiro, pese a su lenguaje rebuscado y medio inventado (esa sensación me ha dado), me sumo al grupo de los que dieron una calificación positiva. Me ha gustado mucho por su humor sencillo y poco rebuscado. También me quedo con la forma que tiene el autor de simplificar la vida cotidiana, de ver lo bueno de las cosas sencillas. Reconozco que en algún momento me ha devuelto a mi niñez. Yo veo este libro como una crítica a la sociedad enferma en la que vivimos y creo que todos tenemos algo de "mochufas". Lo recomiendo por divertido y original. Pero sobretodo por cómo el autor ha rellenado doscientas y pico páginas habiendo destripado previamente la novela en la contraportada. Eso solo lo puede hacer una persona con mucho talento y, sin duda, leeré todo lo que escriba Santiago Lorenzo en un futuro.

Una novela atípica pero entretenida y muy divertida.

Me llevaría mejor sabor de boca si no fuese tan repetitivo hasta la saciedad en algunos momentos. La historia es bastante curiosa y es, al mismo tiempo, creíble e inverosímil.

El ermitaño y La Mochufa Manuel, un joven veinteañero emancipado, es protagonista de un incidente provocado por el azar (una manifestación, un policía antidisturbios, un destornillador en el bolsillo) en el portal del edificio donde reside, y este hecho fortuito provoca su huida en un coche de quinta mano con la única ayuda de un tío psicólogo (el narrador de “Los asquerosos”) El protagonista huye de una gran ciudad, Madrid y encuentra refugio en Zarzahuriel, uno de los cientos de pueblos abandonados que inundan nuestra geografía. Una aldea sin vida humana y donde aún se mantiene alguna casa en pie. Una de estas casas, la situada junto a la casa azul, es ocupada por Manuel, que aunque desconoce el mundo rural, no tarda en adaptarse al medio y aprende a sobrevivir con lo justo. “Los asquerosos”, se puede considerar como novela de aprendizaje, si así entendemos que un joven urbano con los típicos problemas de su edad: estudios terminados, precariedad laboral, falta de recursos económicos, pago de alquiler, ordenador nuevo, automóvil viejo, hambre de amistades; en definitiva, un muchacho con la necesidad de forjar un futuro tal y como la sociedad ha establecido, pase, de la noche a la mañana, a subsistir en una aldea sin servicios y ni vecinos. Solamente la llamada telefónica semanal de su tío, le mantiene comunicado con el mundo exterior. Curiosamente, encuentra en el autoabastecimiento, en el autoconocimiento y en el silencio, algo parecido al bienestar personal, y con el paso de los meses, comprende que cada día necesita menos para sobrevivir. Manuel se ha convertido en un ermitaño del siglo XXI. "Su apetito por la sobriedad empezaba a ser gula, y su amor por la pobreza empezaba a ser lujuria." Sin embargo, todo lo bueno se acaba; cada fin de semana, la Mochufa asalta en tropel la casa azul, quebrantando la paz silenciosa de Manuel. Cuando pesen los años, y recordemos la novela de Santiago Lorenzo, posiblemente, lo primero que nos venga a la cabeza será: “La Mochufa”, esa manada de urbanitas, formada por un enjambre familiar incapaz de adaptarse al hábitat que han decidido invadir. "Les tiraba la ostentación, esa forma que tienen los advenedizos y los acomplejados de expresar su confusa relación con el dinero." Debemos preguntarnos si todos tenemos algo asquerosos, el tío de Manuel cree que su sobrino es otro asqueroso. “Pero la suya, sin destinatario, es la forma menos indigna de serlo” En resumen, “Los asquerosos” es una novela muy original dentro del panorama literario español, no carente de ironía ni de crítica a la sociedad actual, al consumismo, a la precariedad laboral de los jóvenes, a la incomunicación en la gran ciudad; una novela de aprendizaje y de autoconocimiento escrita con un vocabulario un tanto especial.

Olvidable. Lo leí por recomendación y no encuentro nada bueno que decir de el.