Sinopsis de LAS GRATITUDES

Una bellísima novela sobre la gratitud, sobre lo importante que es poder dar las gracias a aquellos que nos han ayudado en la vida.  «Hoy ha muerto una anciana a la que yo quería. A menudo pensaba: ”Le debo tanto.“ O: ”Sin ella, probablemente ya no estaría aquí.“ Pensaba: ”Es tan importante para mí.“ Importar, deber. ¿Es así como se mide la gratitud? En realidad, ¿fui suficientemente agradecida? ¿Le mostré mi agradecimiento como se merecía? ¿Estuve a su lado cuando me necesitó, le hice compañía, fui constante?», reflexiona Marie, una de las narradoras de este libro. Su voz se alterna con la de Jérôme, que trabaja en un geriátrico y nos cuenta: «Soy logopeda. Trabajo con las palabras y con el silencio. Con lo que no se dice. Trabajo con la vergüenza, con los secretos, con los remordimientos. Trabajo con la ausencia, con los recuerdos que ya no están y con los que resurgen tras un nombre, una imagen, un perfume. Trabajo con el dolor de ayer y con el de hoy. Con las confidencias. Y con el miedo a morir. Forma parte de mi oficio.»A ambos personajes –Marie y Jérôme– los une su relación con Michka Seld, una anciana cuyos últimos meses de vida nos relatan estas dos voces cruzadas. Marie es su vecina: cuando era niña y su madre se ausentaba, Michka cuidaba de ella. Jérôme es el logopeda que intenta que la anciana, que acaba de ser ingresada en un geriátrico, recupere aunque sea parcialmente el habla, que va perdiendo por culpa de una afasia.Y ambos personajes se involucrarán en el último deseo de Michka: encontrar al matrimonio que, durante los años de la ocupación alemana, la salvó de morir en un campo de exterminio acogiéndola y ocultándola en su casa. Nunca les dio las gracias y ahora querría mostrarles su gratitud...Escrita con un estilo contenido, casi austero, esta narración a dos voces nos habla de la memoria, el pasado, el envejecimiento, las palabras, la bondad y la gratitud hacia aquellos que fueron importantes en nuestras vidas. Son las respectivas gratitudes las que unen a los tres inolvidables personajes cuyas historias se entrelazan en esta conmovedora y deslumbrante novela.

112 reseñas sobre el libro LAS GRATITUDES

Nada es más inexorable que el paso del tiempo y la decrepitud del cuerpo. Delphine De Vigan nos lo muestra en Las Gratitudes , tal cuál es. Cómo una mujer se enfrenta a su afasia y al desarrollo de esta enfermedad que la va encerrando en sí misma aunque ella lucha con todas sus fuerzas para oponerse a ese final. Las Gratitudes habla de esa parte del ser humano que agradece los actos que se hacen por él y él amor que se le transmite y los irradia de igual manera.


No hay nada mejor que terminar un libro y te deje con una mueca ya sea de satisfacción o incertidumbre o ambas al fin un sentimiento. Que contiene el libro, miedo, muerte, sentimientos de pérdida incapacidad, deterioro más miedo y una anciana fuerte que les brindó un consejo, esperanzas y fuerzas a dos chicas. La gratitud por encima de todos los demás pensamientos te une con la inteligencia universal porque en esencia estás empatando tu frecuencia con la frecuencia del universo a través de pensamientos y sentimientos de amor. (anónimo)


El agradecimiento como muestra de respeto y consideración por aquello que se ha hecho por uno; como una necesidad de expresar mediante actos o palabras el cariño por algo recibido; una enseñanza, un acompañamiento, una palabra, un abrazo, un regalo, una sonrisa. El libro nos muestra con la narración de las tramas presentadas que la gratitud puede ser demostrada de diversas maneras. En ocasiones, son los actos la mejor muestra de gratitud: Te cuido porque tu me cuidaste; te acompaño porque hiciste algo bueno por mi; te oigo porque siempre fuiste un soporte en mi vida; te tengo paciencia porque tú me aguantaste todos esos caprichos y me tuviste más paciencia aún. En otras ocasiones, y eso es lo más bonito que me dejó el libro, los actos no son suficientes. Resulta necesario emplear las palabras. Unas ese lenguaje Yam hermoso creado por la humanidad para transmitir con claridad ese mensaje de gratitud. Los actos valen más que las palabras, eso es cierto, pero las palabras tienen vocación para transmitir sin que haya lugar a equivocaciones el mensaje pretendido. Es bueno decirlo, tanto para el receptor del mensaje como para quien lo emite. Es bueno expresarlo, porque el receptor estará, una vez oiga las palabras, seguro de lo que se quiere expresar. Un contundente: “Muchas gracias”. Un claro: “valoro lo que has hecho por mi”. Ese mensaje no admite discusión. En cambio, en ocasiones, cuando los actos se transforman en rutinas, el agradecimiento se puede perder al mutarse un favor o un acto positivo en una obligación. Michka quería expresar su gratitud mediante palabras. Esa era su última voluntad. Quería decir que apreciaba mucho todo aquello que se había hecho por ella. Marie, por el contrario, agradeció mediante actos. Estuvo pendiente, así como estuvieron pendientes de ella. Podrán darse cuenta de que el libro, con pocas páginas, no hace sino vender un mensaje que resulta enriquecedor para quien lo quiera recibir. Son de esos libros que vale la pena leer, que vale la pena porque trata sobre lo bueno que aún tenemos los seres humanos. Ese sentido de agradecimiento por respeto y por consideración por aquello que nos es dado.


Enternecedor, si tuviera que describir este libro con una sola palabra. De estos que te tocan el corazón un poquito, y no puedes dejar de leer porque no te puedes despegar de la lectura. La historia de esta anciana, que al irse a una residencia, y ver las visitas de Marie, la hija de su vecina, pero que es como su hija, y de Jerome, el logopeda de la residencia que le ayuda con sus problemas en el habla que van surgiendo por su edad y enfermedad. Narrada a dos voces, las sensaciones que despierta, lo importante que son estas dos personas para ella, y como aprovecha cada rato que pasa con cada uno. Nos deja ver, como cuando ya se es mayor, se agradece una buena compañía, el no sentirse completamente solo, y aunque no sean familiares, si te tienen cariño, te pueden hacer muy feliz. Y por ello , está tan agradecida


Esta narración a dos voces nos habla de la memoria, el pasado, el envejecimiento, la comunicación, la bondad y la gratitud hacia aquellos que fueron importantes en nuestras vidas. Yo trabajo con ancianos, son pura sabiduría, todos los días aprendo algo de ellos, incluso me riñen ( os lo aseguro 😅) Personas valientes que han luchado contra mil demonios durante toda su vida, pero que llegan a una edad en la que el deterioro es inevitable, tienen muchísimos miedos, a la soledad, al dolor, a la muerte.... quieren morir plácidamente "sin cuentas pendientes" La protagonista no se quiere ir de este mundo sin agradecer lo que hicieron por ella en su infancia. Una gran novela en la que te das cuenta que no hace falta más de tres personajes para escribir una buena historia. Totalmente recomendable Gracias Delphine de Vigan , seguiré leyéndote 😊


Soy poco dada a poner cinco estrellas, por mi indecisión, pero con este libro lo he tenido claro nada más acabarlo. Probablemente tenga que ver el que, como todos los que tenemos cierta edad y algunos pocos sin ella, haya vivido una circunstancia similar. Apenas hace tres años con mi tía, la que fue una segunda madre para mí. Yo he estado agarrada de su mano, en silencio... Es un libro cortito, escueto, emotivo, tierno, realista y hasta con pinceladas de humor... pasa como de puntillas, pero te remueve por dentro. Toca el corazón, pero sin retorcerlo. Creo sinceramente que merece la pena leerlo. Siempre creemos que tenemos tiempo para todo, cuando lo cierto es que no tenemos ni idea del que disponemos. Gracias, Maren, una vez más por tu recomendación. Gracias por el libro. Gracias por animarme a leerlo, a pesar de mis reticencias, porque no tenía ganas de lloreras. Y, puesta a ser agradecida, gracias a Alíbrate y a sus integrantes, por cuyas reseñas, comentarios, retos, lecturas conjuntas, clubes, preguntas,...he descubierto a personas interesantes y tantos buenos libros que de otra forma me hubiera perdido.


Libro necesario. Porque todos convivimos con la vejez. Y cuánto antes aprendamos a respetar y tratar a las personas mayores, antes ubicaremos nuestro paso por la vida. Es una manera de escribir profundamente fluida. Se mete dentro de las entrañas de los personajes con gran delicadeza y te hace sentirte entre ellos. Consigue entretener y hacer reflexionar, a la vez que te emociona. ¡Muy recomendable! ⭐⭐⭐⭐⭐


Mi abuela materna me dijo una vez cuando yo era pequeña que Dios te va quitando poco a poco facultades para que uno no se vaya enterando de la despedida y que de menos pena marcharse… Lo que no contaba mi abuela es que se pueden ir perdiendo muchas facultades pero hay gente que se queda lúcida hasta el último suspiro… Fue lo que la pasó a ella, siempre una luchadora, coqueta, pintándose sus uñas y los labios con sus 93 años, yendo a la peluquería todas las semanas, con su eterna sonrisa, sus ganas de participar en diferentes actividades de su residencia, pero poco a poco se fue apagando, se quedó sorda, veía poco, se quedó muy delgada, no podía caminar y eso que ella llevó tacones hasta los 89 años y cada día era más y más dependiente… Pero sus facultades mentales estuvieron intactas hasta el último momento en la que el COVID 19 se la llevó en esa primera ola de 2020. El último día que pude verla fue curiosamente el día de mi cumpleaños y ella me decía que no sabía que pintaba ya en la vida, que Dios se había olvidado de ella… Yo la dije que tenia que estar aunque solo fuera para darle besos y abrazos. Que egoístas somos a veces los familiares… No murió solita, pues mi tío médico ya jubilado entró en la residencia como voluntario para sustituir al médico de la resi que enfermó de COVID, no hubo velatorio, el entierro duraba 20 minutos y solo pudimos entrar tres personas al Campo Santo. Me la imagino riendo, ella siempre decía que los velatorios sólo son para la gente allegada y el resto queda para risiones… En fin perdonarme toda la esta historia pero el duelo fue muy raro y al leer este pequeño libro he revivido muchas cosas… Es un libro que llega al corazón, esas reflexiones sobre lo que es uno de joven y lo que llega a ser en la vejez. Ese miedo a la decadencia y sin embargo esa dignidad de la protagonista de intentar ser libre hasta el final…. Mi abuela también decía que la vida es una cadena unos van soltando el eslabón y otros lo cogen… Vivir, morir y entre medias ser agradecido porque de eso se trata este sueño que llamamos existir.


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FRASES DEL LIBRO LAS GRATITUDES

Empiezas diciéndole que no al mal. Y luego ya no tienes elección. No hay que presumir de estas cosas.


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