LAS LEALTADES

Théo, un niño de 12 años, hijo de padres separados, se auto protege con su retraimiento y está al inicio de un proceso de autodestrucción, este es el protagonista y a su alrededor giran: Hélène, profesora, cree detectar el maltrato en Theo (ella misma lo sufrió, con terribles consecuencias….) y al obsesionarse con esta posibilidad se crea una serie de problemas con compañeros y la madre de Théo; su padre sumido en una depresión, sin trabajo y sin salir de su apartamento ruinoso al que Théo se encarga de proteger y ocultar; su madre consumida por el odio hacia un marido, que la abandonó e inculcando ese odio a su hijo por todo lo que hace su ex; Mathis, amigo de Théo, le ayuda, por pena, y a riesgo de caer él también en la autodestrucción (............) y Cécile, la madre de Mathis, que en conversaciones con su psicólogo nos muestra su mundo tranquilo y el agradecimiento a su esposo por elevarla cultural y socialmente hasta que su tranquilo mundo se tambalea al descubrir ..…..… en el ordenador de su esposo.Todos los personajes están lastimados y marcados por heridas íntimas: soledad, secretos, falsedad, mentiras o el autoengaño y la autora ni los juzga ni los oculta simplemente los muestra.La historia se cuenta a través de estos personajes, con su pasado y su evolución psicológica (no sabemos nada de su aspecto físico), son como breves relatos que se entrelazan en un estilo muy conciso y medido y mezclando la primera y la tercera persona al narrar; el final es abierto y casi necesitas gritar “por favor dos páginas más''. Al principio parece que el tema será el maltrato infantil pero a medida que avanzamos vemos que eso no es así y nos encontramos con mucho más: traumas que hemos sufrido y cómo los proyectamos en los otros, la utilización de los hijos en las parejas divorciadas para menospreciar a la otra parte, pero casi despreocupándonos del hijo; el hijo que se convierte en el padre de su padre; la depresión y el hundimiento personal en todos los aspectos del cual no se sale ni con “medicamentos”; el uso de nuevas tecnologías para ocultarnos y expresar ciertas ideas …………; una vida en la cual, en un momento determinado, solo quieres que el mundo se pare para bajarte. Incluso hay más: las diferentes formas de educar de los profesor, desde el muy preocupado hasta el que no tiene en consideración a sus alumnos, un alegato en contra del estigma de una mujer casada que se dedica al hogar sin trabajar o la visión de no querer o poder tener hijos y todo esto y mucho más, en poco más de 200 páginas .

La lealtad es un valor?, un principio?, un acuerdo?, un sentimiento???. Bueno pues este libro esta lleno de lealtades, lleno de acciones que te dejan meditando, lleno de silencios, lleno de preguntas sin resolver. Es un libro corto, interesante. Dos protagonistas adolescentes que por diferentes circunstancias llegan al alcoholismo como tabla de salvación a sus entornos familiares. En este lazo de amistad entre estos jóvenes se esconden secretos, pero también soledades y aislamientos. Sus familias y profesores hacen parte de la historia con otras lealtades que tendrán que leer ustedes mismos. El libro me gusto, porque aunque trata varios temas muy actuales en la sociedad, no juzga, solo deja unos pincelazos para que el lector interprete, muchos mensajes reflexivos escondidos detrás de esta pluma. Al final, estoy de acuerdo con Delphine, "Las lealtades. Son lazos invisibles que nos vinculan a los demás, son promesas que hemos murmurado y cuya repercusión ignoramos, fidelidades silenciosas, son contratos pactados las más de las veces con nosotros mismos, consignas aceptadas sin haberlas oído”. Volveré a leer a esta escritora, buena prosa sin duda. Abr-2023

Después de leer Las gratitudes me encontré este por la biblioteca ,no dude en llevármelo.Dabia que no me desfraudaria.Ka autora con una narrativa directa y sin andarse por las ramas,tocó un tema muy común como el alcoholismo en en adolescentes.En esta historia los dos protagonistas son preadolescentes que caen en ese mundo motivados por la soledad,falta de atención y familias separadas con ese rencor que existen en muchas de ellas. En esta historia ambos niños se apoyan una al otro,tanto en clase como fuera,pero Con el problema del alcohol de por medio,sin embargo tienen otro lazo más importante entre ellos:la lealtad que se tienen. El mundo ha cambiado muy deprisa y quizás nosotros no hemos evolucionado al mismo nivel,estos chavales con tanta tecnología e informácion están y se sienten muy solos,entre otros motivos porque los padres trabajan ambos para poder llegar a fin de mes y la atención tampoco es la misma.Ademas le dejamos la tecnología para que se distraigan desde muy pequeños y nos dejen en paz y luego nos quejamos.Al final el alcohol es una válvula de escape muy peligrosa al que se acercan a muy temprana edad. Sin duda estamos ante una novela corta pero directa y que toca la tecla que nos remueve por dentro.

Las lealtades es un libro que me ha movilizado. Invita a la reflexión y al cuestionamiento sobre cuál es el papel del adulto en la formación de los niños. Habla sobre egoísmos y ausencias, sobre carencias y necesidades. Habla de anhelos personales, de historias familiares que pesan en los hombros y fundamentalmente habla sobre el desamparo de un niño-adolescente. Excelentemente narrado. Lo recomendaría.

La primera parte de la novela, dónde explica lo que son las lealtades es fuertísima y es ya el anuncio del tipo de historias que nos encontraremos en este libro corto, breve, de fácil lectura, pero intenso y dónde las palabras son precisas. La novela gira en torno a la vida de cuatro personajes, sus historias se interrelacionan pero al mismo tiempo son independientes y nos muestra lo difícil que puede llegar a ser la vida familiar, los lazos que allí se tejen, las cosas que se callan o se permiten o se sufren en silencio en nombre de esa institución "sagrada" y las repercusiones de lo que allí dentro aprendemos y que replicamos muchas veces sin querer porque lo hemos aprendido cómo el único modo de hacer las cosas. Todas las historias son tan duras como verosímiles. La que a mí más me ha dolido es la de Theo a quien tal vez sin querer le han destruido la vida a muy temprana edad, quizá por tratarse de un menor es que me ha impactado tanto pues en mi trabajo como educadora he visto historias similares tantísimas veces. Por otro lado la historia de Cécile me ha conmovido tanto por la fuerza del vínculo que ha establecido con su esposo de modo que ha sido más fácil encerrarse en sí misma (a grados que rayan en la locura) antes que poder soltar ese lazo, pero he amado el momento en que confronta a su marido, ha sido maravilloso y tan catártico. Es la segunda novela que leo de De Vigan y estoy amando su estilo.

La lealtad es el sentimiento de respeto y fidelidad hacia alguien, un compromiso establecido muchas veces sin palabras. Y estas lealtades serán las que estarán en medio de cuatro historias, de cuatro personajes que a cuatro voces nos narrarán cuatro experiencias vitales diferentes, pero con puntos en común y con Théo, el protagonista, en medio de todas. Théo es un chico que acaba de entrar en la adolescencia y que vive entre dos mundos desde que era pequeño. Hijo de padres separados, con los que vivirá en semanas alternativas, obligado a ignorar al otro cada vez que cambia de casa. Mathis es su único amigo y la amistad entre ambos les llevará a situaciones complicadas. Su madre, Cécile, está orgullosa de su marido, un hombre de familia acomodada al que debe la buena educación adquirida, pero que a partir de un hallazgo inesperado todo su pequeño mundo se derrumbará. Y Hélène es la maestra de Théo y Mathis, que después de observar signos de cansancio y falta de atención en Théo se implicará para descubrir el motivo, protegiéndolo y traspasando algunos límites, porque éstos hechos resonarán dentro de sus recuerdos de niñez y las heridas sin cerrar con las que sigue viviendo. Personajes todos a los que la vida no se lo ha puesto fácil. Historias que duelen, que hacen reflexionar y pensar en cómo el egoísmo del adulto deja de lado las necesidades de los niños y adolescentes, de cómo las personas que son los pilares en la vida de un niño pueden convertirse en el motivo de inestabilidad, inseguridades, miedos y carencias. De cómo las negligencias de los adultos marcarán las vidas de los seres inocentes que tienen a su cargo convirtiéndolos en sus víctimas. Muchos son los temas que aparecen en esta novela. El alcoholismo en la adolescencia, la depresión, los malos tratos, la soledad, el abandono, la función de los profesores, la lealtad entre amigos o entre familiares que puede salvar o destruir. Con un estilo directo y sencillo, la autora transmite de forma contundente y con mucha intensidad los sentimientos que llevan a las relaciones humanas más oscuras y deja al lector con un alto sentimiento de empatía. Una historia llena de silencios que chillan fuerte y se hacen oír más que las palabras. La autora no deja espacio para respirar y con un ritmo que no decae, nos sumerge en una historia desoladora, que no necesita demasiadas páginas para dejar un gran poso.

Una novela corta preciosa, como ya nos tiene acostumbrados la escritora francesa Delphine De Vigan. Con una prosa precisa y sencilla se adentra en temas profundos y complejos, como son los que atañen a la infancia y la preadolescencia,sobre todo en casos de matrimonios rotos o mal avenidos, en que los sentimientos de rencor y violencia horadan la roca,al caer gota a gota sobre la mente en formación de un ñiño. En este caso, en un mundo de redes sociales e internet, con la información que eso conlleva, la válvula de escape elegida es una adicción, el alcohol, pensando que este lo llevará a una evasión final. El relato se desarrolla entre la despreocupación del mundo adulto, la confusión que muchas veces producen las actitudes de los chicos en sus propios padres y el engolosinamiento de algunos adultos en sus propios problemas, sin imaginar siquiera el efecto que estos pueden llegar a producir sobre los niños. También está la maestra que entreve el problema, desde su propia experiencia infantil, pero no cuenta con los instrumentos para incidir en su solución. En suma, personajes muy reales, en sus propios laberintos, que no logran enfocarse en los de sus hijos, aunque la situación la tengan bajo sus ojos, siempre priorizan su propio yo. Muy recomendable.

Hermoso libro. Es la historia de un chico de 12 años, con padres separados, contada desde cuatro perspectivas que a su vez, son personajes con historias muy intensas. Adultos que tratan de encontrar un sentido a sus vidas mientras están los chicos, que perciben los diferentes estados de ánimo de sus padres. Esos chicos, además, tienen que batallar con esos estados de ánimo de los adultos, de sus padres. En el caso del personaje de esta historia, percibe claramente cómo se sienten sus padres con quienes tiene la tenencia compartida. El es quien siente la necesidad de ayudarlos, a su padre que está deprimido y a su madre, que no quiere saber nada de su vida durante la semana que está con su papá. Y así, el hace su vida, empieza a probar el alcohol, mientras nadie nota su sufrimiento salvo una maestra que se ve reflejada o recuerda cosas de su infancia. Lo recomiendo.