LAS COSAS QUE PERDIMOS EN EL FUEGO

Aunque lo relatos cortos se me resisten,estos de Mariana Enriquez son muy buenos,espeluznantes y conmovedores a un tiempo.Me quedo con esta escritora.

El primer cuento alcanza una cima muy buena. Uno deja de lado el hecho de que se use un lenguaje tan llano para contar algo, pero Mariana deja de lado eso y cuenta una historia muy buena, El chico sucio, que transcurre en el barrio e Constitución. No digo que los otros cuentos sean malos, solamente esperaba más trabajo sobre el lenguaje, más giros inesperados. También hay algunos lugares comunes. Cada comienzo es genial. La idea es buenísima. Lo que no me gusta es que esté contado así nomás, sin involucrarse con el lenguaje, sin que haya rupturas temporales que nos hagan pensar. Los cuentos están bien como entretenimiento, nada más que eso. No van más allá de lo que dicen. El signo se agota en sí luego de la lectura. Quizás si le hubiera dejado un lugar para que lector alcance, complete los espacios vacíos estaría bien. Enríquez dice todo y no sugiere nada. Igual está muy bien.

Excelente conjunto de cuentos de terror distinto, con un sello femenino muy interesante. Muy recomendable, para leer algo distinto

Que las protagonistas sean mujeres, que las historias transcurran en entornos de pobreza y miseria, lo precario, lo ruinoso, hace que la atmósfera de cada relato sea sofocante y siniestra. No hay mayor horror que la realidad misma, en esos recovecos que no nos atrevemos a habitar. Terminé conmovida, les invito a entrar. 🖤

Excelente coleccion de cuentos , algunos con escenas costumbristas, la mayoria con una imaginacion desbordada por la realidad, la que se ve desbordada por la imaginacion, todos ellos inacabados, lo que incrementa el interes y acrecenta la fantasia, ahora la de el lector, clara influencia de multiples autores de terror y suspenso pero sobre todo de su vision de la vida y su interpretacion del terror, finalmente....” la gente triste no tiene piedad “ , el que mas me gusto fue el chico sucio, que me recordo uno llamado la muñeca , de otro autor argentino, Jorge Masciangoli, de su libro “Que sueñes con los Angelitos “ la casa de Adela...otro que me movió y conmovió Inevitable reminiscencia a Amparo Davila , y obvio a Silvina Ocampo Una mexicana, la otra Argentina

Tengo que dividir la reseña en cuanto lo que es objetivamente la obra por un lado con la sensación que me dejó a mi por el otro lado. Desde lo objetivo sin dudar tiene una narración excelente, atrapante en todos sus cuentos. A quien le guste el género de terror seguramente disfrutará del libro, pues son una serie de cuentos inconexos que se superan uno a otro. En este sentido es impecable. Es tan buena la autora escribiendo que a uno le queda la impresión que hace interesante cualquier relato que haga por la calidad de su pluma. En lo que a mi respecta lo leí porque Anagrama lo había “liberado” por la pandemia del Covid ... y no me gustó. Seguramente soy la única persona sobre la tierra que lo leyó y no le gustó. El género de terror no es para todos los lectores, pero en particular este es un terror que sistemáticamente hace apología de lo marginal y por ello no lo disfruté. Por favor no se ofendan los fundamentalistas de Mariana Enríquez, que son multitud, pero estoy siendo honesto con lo que el libro me dejó. Parece contradictorio pero en síntesis, es un libro excelente... que no me gustó.

El libro me ha gustado, a pesar que encontré la mayoría de las historias espantosas, pero no de malas, si no por que ESPANTAN; asustan por ser de ese tipo de historias imposibles, pero que podrían suceder... y ahí quedas pensando abatida, aniquilada, perturbada!. No había leído antes a Mariana Enríquez, me gustó mucho su forma de narrar tan perspicaz; no podría catalogarla en un solo estilo, ya que sentí a ratos que leía una novela negra, pero de un realismo brutal, pasando por el terror y el humor. Es una obra inquietante por decirlo de alguna manera, que muestra principalmente el dolor de los que son marginados, incomprendidos (por la razones que sean) y la belleza existente que se puede rescatar en la esencia misma de los seres, aunque sea difícil de ver a simple vista.

Hay libros que nos presentan la idea literal, y la interpretamos de acuerdo a su mensaje; pero hay otros que lo literal no sólo es tan poderoso como su trasfondo. En algunos momentos viví abstracción al leerlo, y en otros el mensaje estaba tan claro, pero en ambos casos lo evidente tomó forma. Sus relatos, cotidianos, como si viviéramos una pesadilla despiertos, parálisis del sueño, nos queremos despertar pero no podemos. Qué buena experiencia de este libro