LA VEGETARIANA

Es una novela de una escritora surcoreana que, al igual que el cine de ese país, sorprende, incomoda... Es la historia de una mujer que decide dejar de comer carne y eso cambia por completo su vida y genera reacciones extravagantes y violentas en su entorno.  Lo que le sucede a la protagonista se cuenta desde tres puntos de vista y eso es lo más interesante de la novela. Primero está el relato del marido de la vegetariana (los nombres coreanos son muy difíciles de recordar y de escribir), después está la versión del cuñado de esta mujer y, por último, la mirada de la hermana de esta joven.  No quiero revelar lo que pasa, ya que es como un embudo de sensaciones que te va llevando poco a poco hasta el final. Hay una parte onírica que me recuerda a "Crónica del pájaro que da cuerda al mundo" de Haruki Murakami. Por momentos quisiera saber más sobre esos universos, pero los sueños son así, extraños, sin explicaciones.  Lo más fuerte para mí fue la revelación de la situación de la mujer coreana, muy sometida al patriarcado.  Después de leer esto, quiero encontrar un libro que me levante un poco el ánimo.

Han Kang (Corea del Sur, 1970) es la autora de este libro inclasificable, de este relato descarnado sobre lo que puede hacer el dolor en cada uno de nosotros. ¿Cuántas veces hemos experimentado dolor en la vida? Creo que no hay ser humano que se haya librado de esta experiencia, del dolor que transforma, que marca, y que puede que hasta condicione lo que seremos y haremos en el futuro. —Estaba a punto de entrar en la tierra… derretida, por la lluvia… completamente derretida. Es la única manera que existe… para nacer de nuevo al revés. Esta es la historia de Yeonghye, una mujer que decide dejar de comer carne. A Yeonghye la conoceremos a través de tres personajes: su marido, su cuñado y su hermana. De su propia voz solo escucharemos algunos fragmentos de sueños, reflexiones y anécdotas, pero solo en la primera parte de la novela; el resto nos llegará por medio de los tres personajes arriba mencionados. Cada uno tiene una relación distinta con la protagonista, y al mismo tiempo, hay una historia de dolor que los une. Los narradores no volverán a ser los mismos tras la transformación de Yeonghye. Sus desiciones sacarán a relucir luces y sombras de sus propias vidas. La relación con ellos, abre la puerta, y nos permite entrar en un personaje marcado por la vida, que busca asir con fuerza el último fragmento de su ser. La vegetariana es un canto, un canto triste y cruel sobre una persona que se aferra a su forma más sencilla, que busca conectar con su ser primigenio. Es una lucha feroz por la libertad. Desde que dio el salto internacional, las reseñas no han parado de llover. Algunas hablan de ella como 'una liberación' o una huída de la violencia. Otras ponen en valor que hace una crítica a aspectos de la forma de vida de la sociedad coreana. Yo, personalmente, creo que el valor de esta historia radica en su universalidad. Sí, los personajes forman parte de un sitio, un país que marca la forma de ver y vivir la vida de sus habitantes, pero no la veo como una estampa geográfica, o como una crítica a los valores netamente coreanos sobre el papel de la mujer. No, para mí, La vegetariana trasciende a su contexto geográfico, porque la necesidad de escapar y desprendernos de las capas de dolor, frustración, violencia y negación que nos asfixian, esa necesidad que sentimos todos alguna vez, es una necesidad que se extiende por todos los rincones del mundo. Una historia bella, a pesar de su crueldad, de esas imágenes que se te quedan adheridas a lo más profundo, a pesar de «las situaciones retorcidas y exageradas a posta», como las describe la propia autora. Es una historia que tira de nosotros, que exige una lectura que no se quede en la superficie. Y no, no es un manifiesto del estilo de vida vegetariano, ni nada parecido. Coincidiendo con otras reseñas, y dándoles la razón: imposible no mirar a La vegetarianacon los mismos ojos con los que se miran las historias de Franz Kafka. La metamorfosisy Un artista del ayuno —o Un artista del hambre, eso depende de la edición que te hayas leído—, son dos obras de las que te acordarás, y en las que vas a pensar mucho cuando te enfrentes a esta novela.Era necesaria una historia así, una historia íntima sobre las relaciones que formamos con el otro, sobre como influyen en quiénes somos y en lo que queremos ser. Somos como eslabones de una cadena, unidos a otros seres, y me pregunto con temor: ¿cuántas veces me habré aferrado a mi eslabón más cercano para hacerle daño?, ¿cuántas veces, sin querer, me habré comido a otro ser humano?

Me produjo demasiadas emociones, me sentí incómoda, sorprendida, ansiosa, enojada... "La vegetariana" es una gran novela corta, en donde la escritora demuestra una parte oscura y escondida (aunque desde otro punto de perspectiva quizá no lo sea de este modo) de la mente y la vida humana. La historia trata de como una mujer decide volverse vegetariana a causa de unos sueños que la atormentan, y de como la vida de sus familiares se ve en ruinas gracias a eso. Se divide en 3 puntos de vista de 3 personajes cercanos a La vegetariana: el primero, el esposo; el segundo, el cuñado, y el tercero, su hermana. Una historia corta coreana muy recomendada

"La vegetariana" es una obra que no me ha dejado para nada indiferente. Relata en "muy poco" tanto que llega a aturdir. Nos encontramos con la historia de Yeonghye, una joven mujer que vive una vida nimia, en una familia nimia y se caracterizaba por no tener nada relevante. Un día sin embargo, decide no comer carne a raíz de empezar a tener una serie de sueños. Éste constituirá el punto de inicio a un viaje crudo, intenso, una lucha contra patrones establecidos, un viaje hacia la determinación, el amor propio, el empoderamiento y hacia (en definitiva) el VIVIR. "La vegetariana" tiene también una gran carga crítica hacia cómo la mujer es tratada (y maltratada) en la sociedad, especialmente en países orientales como el suyo. Sin ir más lejos la obra está narrada en tercera desde tres prismas, y ninguno de ellos es el de Yeonghye. Creo que esto nos deja un mensaje de cómo a veces llegamos a "cosificar", denostar y criticar a lo diferente, sin tener en cuenta la visión de la persona en cuestión. Me gustaría resaltar también la pluma de la señora Kang, su maestría a la hora de sacudirnos por dentro sin movernos del sofá. Haciendo sentir mil emociones a la vez con sólo cambiar de párrafo. He sentido asco, impotencia, rabia, me he emocionado y en definitiva lo he disfrutado. Porque esta señora tiene la habilidad de hablar de lo más crudo y duro del mundo con una belleza y un gusto sin parangón. Me flipa las referencias y paralelismos con la naturaleza, las metáforas con ésta. Me flipa también, el personaje de su hermana mayor Inhye, he logrado empatizar con ella a niveles irreales. En definitiva, mi primera toma de contacto con la autora ha sido buenísima, deseando pillar otra obra suya.

"ᴛᴜ ᴘʀᴏᴘɪᴏ ᴄᴜᴇʀᴘᴏ ᴇs ʟᴏ úɴɪᴄᴏ ᴀ ʟᴏ ǫᴜᴇ ʟᴇ ᴘᴜᴇᴅᴇs ʜᴀᴄᴇʀ ᴅᴀñᴏ ᴇs ʟᴏ úɴɪᴄᴏ ᴄᴏɴ ʟᴏ ǫᴜᴇ ᴘᴜᴇᴅᴇs ʜᴀᴄᴇʀ ʟᴏ ǫᴜᴇ ǫᴜɪᴇʀᴇs. ᴘᴇʀᴏ ɴɪ ᴇsᴏ ᴛᴇ ᴅᴇᴊᴀɴ ʜᴀᴄᴇʀ." Sinopsis: La vegetariana relata la historia de una mujer corriente, Yeonghye, que por la simple decisión de no volver a comer carne convierte una vida normal en una perturbadora pesadilla. Aquí mi reseña de "La Vegetariana" de la escritora surcoreana Han Kang. Un libro que, aunque su título pueda parecer una cosa, te enseñará mucho más, te hará pensar y reflexionar y, sobretodo, te enseñará a respetar las decisiones de las personas. La Vegetariana no es un manual para aprender a comer sin carne. Es un libro brutal, de una belleza hipnótica y un contexto vital para entender muchos de los problemas de nuestra sociedad actual (la violencia física y sexual, el trastorno alimenticio o el derecho a elegir y a tomar tus propias decisiones, entre otros). Hay algo tortuoso, doloroso e intrigante en esta novela explicado a través de la mente de Yeonghye, digo a través de la mente porque su protagonista apenas habla durante la historia, dejándolo todo a la voz de otros protagonistas muy cercanos a ella. Todo está expuesto mediante el miedo y la depravación a un conjunto de imágenes desconcertantes y poderosas. Una historia dura, muy dura, que nos muestra, casi sin quererlo, lo difícil y perturbador que pueden llegar a ser todos esos monstruos que se instalan en nuestra mente algunas veces. Una fragante reflexión sobre la muerte y el propio abandono de la identidad del ser desde el "no quiero" a los estereotipos más habituales de la humanidad. Una brillante visión que alberga toda esa obsesión social por causar las mejores de las impresiones hacia los demás. Yo, que llegué a él de casualidad, he salido muy marcado de su contenido. Una de esas cosas que aparecen sin querer y se convierten en algo indispensable para ti. Es uno de esos libros que conmociona y emocionan, de esos que merece la pena volver a leer otra vez.

Este libro me decepcionó muchísimo. Al inicio estuvo interesante porque empieza con la historia de una mujer que de repente, y radicalmente, decide volverse vegetariana por un sueño perturbador que tuvo y esto trae muchos cambios en su vida, más de los que uno esperaría. Sin embargo, en el resto del libro la autora trata de mantener oculto el sueño y motivo por el que se volvió vegetariana más tiempo de lo necesario. Esto me pareció irritante porque no puedes comprender con claridad las decisiones que va tomando la protagonista y todo parece absurdo y forzado, como si fuera una persona que solo busca llamar la atención. Realmente no lo terminé, luego de la mitad del libro ya me pareció muy aburrido.

Hace tiempo quería leer esta premiada novela coreana, de hecho, la primera novela coreana que leo. La historia que narra es extraordinaria y muy ordinaria a la vez, y se basa en la decisión de una mujer común, un ama de casa tradicional, que de un día para otro decide convertirse en vegetariana (vegana en realidad) lo que desencadena que su familia y el mundo se vuelva en su contra. He leído y escuchado que esta novela trata sobre una mujer tratando de tomar una decisión propia en un mundo patriarcal y que ella resiste pacíficamente a todas las agresiones (comparándola incluso con Gandhi). Sin embargo, debo confesar que a mí el mutismo, indiferencia y radicalidad de la vegetariana, Yeonghye, me parecieron cualquier cosa menos pacíficas. En la novela yo sentí violencia de ambas partes, y detrás de ello, muchos traumas y enfermedad mental. No me pareció WOW, pero sí interesante, además de corta, por lo que se lee muy rápido.

Me lo leí en un día. Te ahoga, te quita el aire, te incomoda, pero sobretodo te fascina porque es una metáfora preciosa y escalofriante de una crisis de identidad, de la mujer que se rompe por no soportar la violencia sistémica. Lo importante no es que deje de comer carne o no, lo crucial es cómo ella deja de comer carne por el dolor que cree que inflige a otros y por la violencia que ella misma sufre.