1. ALIBRATE
  2. TERROR, POLICIAL Y SUSPENSO
  3. LA TRILOGIA DE NUEVA YORK

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7,9

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Sinopsis de LA TRILOGIA DE NUEVA YORK

Antología policíaca, conformada por tres relatos: Ciudad de cristal, Fantasmas y La habitación cerrada. El autor entreteje tres historias dependientes que forjan mitos contemporáneos. A Daniel Quinn, escritor de literatura policiaca, su equivocado interlocutor telefónico lo toma por un detective y le encarga un caso. Así comienza Ciudad de cristal, primera de las tres novelas que conforman La trilogía de Nueva York. Quinn, lejos de deshacer el malentendido, se mete en el papel y se ve envuelto en una historia repleta de enigmas, complicadas relaciones paternofiliales, locura y delirio. En Fantasmas, segunda de las piezas, un detective privado y el hombre al que tiene que vigilar juegan al escondite en un claustrofóbico universo urbano. Por último, en La habitación cerrada el protagonista se ve confrontado a los recuerdos de un amigo de la infancia cuando la mujer de éste le escribe una carta explicándole que su marido ha desaparecido misteriosamente. En La trilogía de Nueva York el escritor maneja, manipula y reinventa el género policiaco, del que hace una re-lectura posmoderna con tintes metafísicos. La trama detectivesca sirve para plantear al lector un fascinante juego de espejos, símbolos, guiños y sorpresas.

27 reseñas sobre el libro LA TRILOGIA DE NUEVA YORK

Fue un libro que me recomendaron, lo empecé quizá con las espectativas muy altas y eso es lo que me lleva a darle esa valoración. Sin embargo, Paul Auster en las tres historias me parece que saber dar grandes finales a las historias que cuenta. Lo que me disgusta del libro es tanto hincapié en las escenas y menos en la historia real.


La obsesión, la locura, el existencialismo y el absurdo rigen estos tres relatos independientes - pero extrañamente relacionados - de Paul Auster. Esto es lo primero que tengo que decir. Ahora bien, debo justificar, sustentar esta opinión. La obsesión y la locura y el existencialismo y el absurdo, porque en cada uno de los tres relatos - Ciudad de cristal (1985), Fantasmas (1986) y La habitación cerrada (1986) - aparecen como un personaje más, como elementos indispensables, inherentes al leitmotiv del pensamiento, del sentir de Auster, como la sangre que corre cálida por las venas y les da finalidad y sentido. Creo que si tuviera que definir la obra de este escritor en pocas y pálidas y magras palabras - aclarando que toda simplificación es una tontería y mucho más si se expone una opinión luego de leer tan solo un libro -, diría que es amarga - a pesar de sus ácidas humoradas, llenas, en definitiva, de una implacable tristeza, de una desesperante resignación - y pesimista. En las tres novelas, lo que empieza siendo un oficio (Fantasmas), una curiosidad o un juego (Ciudad de cristal), un producto del azar (La habitación cerrada), termina siendo un demencial martirio, una sucesión malsana de empecinamientos torpes, ridículos, como si formaran parte de una pesadilla patética, inexorable en su insensatez, o por la imposibilidad de salir de ella por propia voluntad - como si de una fatal atracción hacia la autodestrucción se tratara -, como en un laberinto de locura en el cuál se entra cuerdo, para que gradualmente y sin que lo notemos, la insania, lo extraño, lo atípico comience a ganar terreno, para pasar del lado de lo que serían los patrones normales, definidos por nosotros y por los demás, como normales y aceptados. Las “criaturas” de Auster, pierden a sus familias, a sus mujeres, a sus cómodas y confortables (tal vez no felices, no exultantes, no apasionantes) vidas, por seguir dichas obsesiones, sabiendo aun, y mientras queda algo de cordura en ellos, que aquello que con tanta pasión y terquedad persiguen, es, tal vez, vano y estúpido; tan estúpido como pretender atrapar luces y sombras. Sin embargo, siguen adelante y se empantanan en un mar de confusiones y malos entendidos, de falsas pistas y equivocadas hipótesis. Las tres historias me han gustado. Las tres son una completa locura y nos dan un poco de pena sus ingenuos y locos protagonistas. Auster se pregunta muchas cosas, se cuestiona muchas otras; creo que cada uno de estos personajes, de algún modo, intentan justificar sus vidas, aparentemente encauzadas, felices, pero que sin embargo, carecen de sustancia, de chispa, de fuego, de pasión; poco importan las historias "policiales" en estos relatos. A mi entender, el autor va más allá de la mera creación de hechos delictivos, o de misterio o de investigación. El punto clave, es cierta búsqueda. Una búsqueda incierta, nebulosa, primitiva, necesaria. Creo que en este sentido Auster nos conoce un poco a todos nosotros. Creo que todos buscamos ese no sabemos que, incansablemente y como ciegos, adelantando nuestros brazos a tientas, mirando un poco al vacío, barruntando la meta, más - y como en un espejismo, un oasis- jamás encontrándola realmente. Quisiera creer que esto último es más un recurso literario, un pensamiento o sentimiento expuesto luego de haber "captado" –o creído captar- un alma, el espíritu vivo de un hombre como Auster, que lo que pienso realmente de la vida. Salvo que de a poco, muy de a poco, esté entrando en aquel laberinto de pesadilla, de los que atraen a los pobres, tristes y perdidos personajes de Paul Auster (que serán él mismo, a su vez; perdido y confundido, escribiendo novelas, inventando historias, también alargando los brazos, también probando el vacío delante de sus ojos).


Disiento de casi todas las opiniones. No terminé ni de leerlo...un libro deprimente e insoportable. 


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FRASES DEL LIBRO LA TRILOGIA DE NUEVA YORK

Sería posible, se preguntaba, plantarse ante el mundo y con la más absoluta convicción vomitar mentiras y tonterías? ¿Decirles que los molinos de viento eran caballeros, que la bacinilla de un barbero era un yelmo, que las marionetas eran personas de verdad?


Publicado porjulia1955

No puedes odiar algo tan violentamente a menos que una parte de ti lo ame también.


Publicado porMiccky JMT

No puedes hacer una tortilla sin romper los huevos.


Publicado porfer2902

Mucho más tarde, cuando pudo pensar en las cosas que le sucedieron, llegaría a la conclusión de que nada era real excepto el azar. Pero eso fue mucho más tarde. (Ciudad de cristal; 1)


Publicado pordaniela27

"Esto es lo que se llama hablar. Creo que ese es el término. Cuando las palabras salen, vuelan por el aire, viven un momento y mueren. (Ciudad de cristal; 2)


Publicado pordaniela27

La mente de Quinn se dispersó. Llegó a un país de fragmentos, un lugar de cosas sin palabras y palabras sin cosas. (Ciudad de cristal; 8)


Publicado pordaniela27