Un viaje por la historia del siglo XVIII desde una Cartagena marcada por la Inquisición y a través de una mujer que ya ha probado del saber ilustrado y que pagará las consecuencias de tal atrevimiento: Genoveva Alcocer.
Año de publicación:2006
Por algo ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Es sencillamente extraordinario. Recomendadísimo
Una obra maestra, con un manejo del idioma fenomenal. Cargada de erudición sin convertirse en un pesado compendio de ciencia. Espinosa narra el desarrollo del siglo de las luces y muestra las razones del atrasó mental y cultural de los países, particularmente lo que vendría a llamarse Colombia, que se derivaron de la conquista española. Una obra fundamental de la literatura latinoamericana. Cómo colorario el manejo de las comas es alucinante.
Es un tratado lleno de pericia, que se vale de los agudos conocimientos históricos del autor, para narrar con maestría la forma en la que se desenvuelve el siglo de las luces, otorgando especial importancia al desarrollo latinoamericano y brindando al lector un perspicaz punto de comparación referente al florecimiento social y del pensamiento de dicha época en diferentes contextos. Todo visto a través del sufrimiento, las pasiones, los desaires y el legado de una criolla y su particular vida. Una forma narrativa que permite difuminar las barreras marcadas por tiempo y espacio mientras teje una sucesión de acontecimientos que, por su naturaleza desgarradoramente humana, sabe como conmover.
Hace unas semanas me leí La tejedora de coronas de Germán Espinosa y con sorpresa me pregunté por qué no la había leído antes. Es simplemente una genialidad. Todos y cada uno de sus elementos me caló profundamente: su forma narrativa, su erudición sin petulancia (del autor, al menos), su personaje principal. Una novela histórica de más de 500 páginas cuyos capítulos no tienen un solo punto a parte, todo es articulado con comas. La narración se desarrolla en una constante espiral temporal y geográfica, cuyas magníficas transiciones en ningún momento se hacen forzadas, haciendo muy emocionante el tránsito entre el pasado y el presente, entre Cartagena, Madrid, París, Roma o Estados Unidos, lo que hace aún más meritoria la omisión de puntos aparte y el impresionante uso de la coma. Los datos históricos abundan, las referencias constantes a los descubrimientos científicos de la época se entrelazan con el oscurantismo de la Inquisición, la terrible realidad de la colonia española y de los criollos como siervos de segunda clase, ni hablar de la consideración a indígenas y negros. El terrible conflicto de la protagonista, el detonante de toda la novela, la forma como tramita el dolor y la misión personal por el conocimiento y la libertad hacen de Genoveva Alcocer una heroína de la literatura latinoamericana, inmortalizada en una obra que en 1992 fue declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco. Como decía Saramago cada que se enteraba de alguien que no había leído el Quijote, algo así como: "Lo envidio, todavía tiene la oportunidad de leerlo por primera vez".
Frases del libro LA TEJEDORA DE CORONAS