LA MADRE

La madre es una novela del ruso Máximo Gorki. Fue publicada en el año 1907. La obra se centra en la figura de Pelagia Nilovna, madre del revolucionario Paul Vlassov. En esta novela nos enseña la actividad de los socialistas rusos antes de la Revolución. Es interesante el panorama desalentador que nos muestra, ya que nos describe la situación de los obreros, que trabajaban como mulas, enfermaban y no tenían casi dinero ni para comer. En su tiempo libre, se embrutecían emborrachándose y pegando a sus esposas. En esta descripción del proletariado me ha recordado a "El manifiesto comunista" de Karl Marx. En la novela, Paul Vlassov, el hijo de Pelagia, comienza a traer libros prohibidos a sí casa, y su madre teme que le pase algo malo, como que lo encarcelen. Pero paulatinamente, conforme va conociendo a los amigos socialistas de su hijo, Pelagia va evolucionando y va perdiendo el miedo y hasta llega a comprender su causa y a participar en ella. Me ha gustado la novela, la exposición de las ideas de los socialistas de la época, que propugnaban una vida digna para todos, en la que se pudiera cultivar a inteligencia.Creían en el ideal de la fraternidad universal, y exponían su libertad y su vida para crear un mundo mejor para los obreros de todo el mundo. Como pega, encuentro que hay un cierto maniqueísmo en la obra: por una parte están los enemigos del proletariado, los ricos y sus secuaces ( policías, jueces, etc.) que son avaros y explotadores , y por otra parte están los revolucionarios, que se nos describen como mártires por la causa. Todos ellos son buenos y generosos, cosa que no me parece muy creíble. Recomendaría la novela, aunque a veces se me haya hecho pesada al repetir, constantemente, los hechos de los revolucionarios. Por último, diré que el autor participó activamente en el movimiento socialdemócrata-marxista, y se opuso al zarismo, por lo que, como los personajes de esta novela, fue detenido varias veces.

La existencia de la lucha de clases, la crítica despiadada pero realista del régimen zarista, la convencida defensa del derecho a la vida de las clases populares y de los bajos fondos sociales de los que ya escribió en su otra gran obra en 1902 y la imperiosa necesidad de que todos los obreros del mundo unieran sus fuerzas contra los diferentes regímenes opresores de sus derechos son los cuatro pilares fundamentales en los que se asienta la historia que protagoniza, además, una mujer: Pelagia.La novela se divide en dos partes bien diferenciadas. En la primera, Pelagia enviuda de un marido, Mijail Vlasov, borracho y maltratador --como muchos obreros que, desquiciados por una vida sin sentido, se refugian en el alcohol y en la violencia doméstica--. Su único hijo, Paul Vlasov, se convierte en el centro de su existencia. Solitario y retraído, el joven se refugia en los libros. Pero no solo en libros cualquiera: también en libros perseguidos por las autoridades. Leo libros prohibidos. Se prohíbe leerlos porque dicen la verdad sobre nuestra vida de obreros. Se imprimen en secreto, y si los encuentran aquí, me llevarán a la cárcel. A la cárcel porque quiero saber la verdad. ¿Comprendes? Las ideas marxistas de Paul preocupan a Pelagia. El futuro de ambos, muy incierto, más todavía. La casa familiar se convierte en centro de reuniones de Paul con el resto de jóvenes miembros de un movimiento que comienza a tomar auge. Y Pelagia, muy querida, se convierte en la madre de todos y cada uno de ellos.Paul se erige en líder del movimiento socialista en su pueblo. Reuniones secretas, folletos, libros perseguidos, registros, detenciones y mil peligros comienzan a ser parte del día a día de la casa. Pelagia, reticente en un principio a todo, comienza a comprender la verdad de los jóvenes. Unos jóvenes que van pasando por la prisión y la tortura. Los actos del uno de mayo desembocan en un tumulto y en la detención de Paul, que ha de ser juzgado y presumiblemente desterrado a Siberia. Y Pelagia decide seguir la obra de su hijo. Pasa a ser parte activa del grupo y no duda en enfrentarse a las situaciones más peligrosas con tal de seguir llevando la voz de su hijo y del resto de los jóvenes a todo el mundo. Verán que, aunque no esté Paul, su mano los alcanza desde la cárcel. ¡Ya verán! La transformación de la madre es altamente llamativa: de maltratada, miedosa y religiosa a activista, valiente y socialista militante. Nada hay que perder cuando todo está perdido ya, parece poner en práctica.En la segunda parte de la novela Pelagia recoge el testigo de su hijo y pasa a ser la gran protagonista de la historia. Así, trata de convencer al resto de padres: nuestros hijos van por el mundo hacia la alegría, por el amor de todos, por el amor de la verdad de Cristo; marchan contra todas las cosas por medio de las cuales los malvados, los mentirosos, los ladrones, nos tienen aprisionados, nos encadenan, nos aplastan. ¡Amigos, nuestra juventud se ha levantado por todo el pueblo, nuestra sangre se alza por el mundo entero, por todos los obreros que en él viven! ¡No les abandonéis, no reneguéis de ellos, no dejéis a vuestros hijos que sigan el camino solos! Tened piedad de vosotros mismos. Tened fe en los corazones de vuestros hijos, ellos han hecho nacer la verdad y mueren por ella. ¡Tened fe en ellos! De esta manera, la Pelagia religiosa da paso a una Pelagia socialista. Y asimila que, en realidad, ambas cosas son lo mismo, puesto que Cristo fue el primer socialista de la historia.Tras el encarcelamiento de Paul y otros líderes del movimiento la madre se muda a la ciudad, a casa de Nicolás Ivanovitch. Aunque echa de menos a su hijo cada día y no sabe qué va a ser de sus vidas, alguien le comenta que no debe preocuparse: cuando se es bueno nunca se está solo, y hay muchas personas que la quieren a usted. Pero la imagen que tenía de su hijo ha cambiado para siempre: adquiría para ella las proporciones de un héroe de leyenda; unía a él todas las palabras leales, audaces, que había oído; todos los seres que había amado, todo lo que conocía de amor y de claridad. Entonces lo admiraba, enternecida, entusiasta, y pensaba llena de esperanza: ¡todo irá bien, todo! Y no duda en exponerse a detenciones y torturas ni en viajar por campos, pueblos y ciudades para hacer llegar hasta el último rincón los folletos y los panfletos del movimiento. Y, además, hasta habla en público. Y con gran acierto. ¡Campesinos! Buscad esos papeles, leedlos. No creáis a las autoridades y a los popes cuando os digan que los que os traen la verdad son impíos y rebeldes. La verdad camina en secreto por el mundo, se oculta en el nido del pueblo; es para las autoridades como el cuchillo y el fuego que no pueden aceptar, porque los degollará, ¡los quemará! La verdad, para vosotros, es la mejor amiga; para las autoridades es una enemiga jurada. ¡Por eso tiene que esconderse...! Esta nueva Pelagia contrasta con la de su anterior etapa vital.

Continuó en mi viaje por la literatura Rusa buscando nuevo autores que me apasionen. Autores de esos que me obligan a marcar con mi lápiz párrafos enteros. En este camino me tope recientemente con El héroe de nuestro tiempo de Lermontov, del cual ya escribí mi impresión, y ahora este, La madre, de Máximo Gorki. Si bien me pareció un libro más completo, más profundo en el análisis de sus personajes, motivaciones, pasiones, miserias, me resulto un libro un también demasiado ingenuo. Es difícil ciertamente apreciar en 2019 un libro de 1907. Gorki fue inicialmente un gran representante del movimiento obrero, para luego enemistarse con el régimen de Stalin y finalmente, dicen que enfermo y ávido de volver a Rusia accede a escribir loas sobre el Stalinismo. Este libro explica con mucha claridad, a través del personaje de la madre, mujer abnegada que vivió una vida de golpes y pobreza, su hijo, un joven que comprende la necesidad de la liberación del pueblo y la defensa de los trabajadores, las condiciones de vida en las que estaba sumido el pueblo ruso en le era de los zares. También argumenta cual era el reclamo y las intenciones de los revolucionarios, los cuales son, en el libro de Gorki, todos decentes y pacíficos. Hay muy pocas escenas de violencia, la vida que se describe es ciertamente dura y probablemente injusta pero no se describe la violencia que probablemente de hecho se vivía, no aparecen ejecuciones arbitrarias, maltratos físicos a los trabajadores, no describe el horror como lo hace Dostoievsky. Los personajes son seres queribles, bondadosos y nobles que luchan por mejorar la vida del pueblo y realizan una argumentación muy lineal y sencilla sobre los principios del socialismo. Tal vez una mayor descripción de la brutalidad zarista y de las vejaciones sufridas por los humildes ayudarían, en mi caso, a lograr una mayor identificación con lo relatado, que me resulto poco apasionante. Sin dudas fue un relato extremadamente valioso en su época pero hoy tal vez su importancia es justamente más histórica que literaria.

Una magnífica obra sobre el realismo socialista, enclavada en la época anterior a la revolucion; de hecho refleja claramente el despertar de la clase obrera. Se encuentran a lo largo de la novela muchas frases que resaltar y anotar. Se describe la vida del obrero, sus miserias y su trabajo en la fábrica. El personaje principal, la madre, ha vivido toda su vida con miedo y maltratada y final junto a su hijo y sus amigos se une a la causa revolucionaria por la mejora en la vida social.

¡Qué hermoso libro! Desde el primer capítulo te das cuenta de la calidad de la narración. Desde un inicio sabes que tienes una obra maestra en tus manos. ¡Y la heroína de la historia! Una mujer apocada y ultrajada por su condición de mujer, de pobreza e ignorancia, ver como se transforma, se libera y se hace grande solo gracias al amor por su hijo ... aunque también se lo quieren atribuir al movimiento socialista, pero no lo creo tanto, más bien al sentido de pertenencia y haber encontrado una misión en la vida además de sobrevivir. En definitiva, es un libro que recomiendo ampliamente.

En un marco previo a la revolución rusa. Se desarrolla la narración de Gorki poniendo en solfa la miseria y la opresión de las que es objeto la clase obrera en la Rusia Zarista. Las ideas tienen más valor que la propia libertad. La madre, Pelagia, viuda que sufrió e malos tratos en vida de su marido, teme por las actividades clandestinas de su hijo, Paul y sus camaradas. La obra es un canto a las ideas socialistas sobre la redistribución de la riqueza ante la opulencia de la autocracia reinante y la nobleza beneficiaria del régimen."somos socialistas, eso significa que somos enemigos de la propiedad privada que desune a los hombres". La madre a lo largo de la novela va sufriendo una transformación profunda llegando a asumir las ideas de la lucha del proletariado participando de la célula. " Nosotros queremos ahora tener la libertad suficiente, para que con el tiempo, nos sea posible conquistar el poder" En una prosa sencilla, la primera parte es ágil y dinámica en la que describe las celebraciones y acontecimientos del primero de mayo con todo lujo de detalles. La segunda parte se vuelve algo plana y a veces repetitiva, pero necesaria para culminar los sucesos. "Somos revolucionarios, y lo seremos mientras mientras unos no hagan sino mandar y otros trabajar". Abajo la propiedad privada! Arriba los pobres del mundo!!!

Este libro como todos los clásicos para mi es un poco difícil de leer, pero a la vez era muy interesante, recopilé varias frases interesantes que te hacen pensar en la vida. A pesar de que el libro trata temas políticos, también muestra el amor de una madre hacia su hijo, el como son ellas que aunque hagamos cosas peligrosas o que nos pueden meter en problemas, pero que a nosotros nos gusta, o es por un propósito bueno ellas nos apoyan (la mayoría) porque es más grande su amor que el miedo que puedan sentir. El final triste pero real. Es todo lo que puedo comentar acerca de este libro.

Es un libro sencillo que logra reflejar la transformación espiritual de una mujer que toda su vida fue maltratada para luego convertirse en una líder de los inicios del movimiento comunista en Rusia. Lo que es admirable del libro es el amor de esta madre que la lleva a arriesgar su propia vida por la causa que busca la libertad de pensamiento por todos los oprimidos.