Calificar:

7,7

315 votos

Sinopsis de LA DEPENDIENTA

Keiko Furukura tiene 36 años y está soltera. De hecho, nunca ha tenido pareja. Desde que abandonó a su tradicional familia para mudarse a Tokio, trabaja a tiempo parcial como dependienta de una konbini, un supermercado japonés abierto las 24 horas del día. Siempre ha sentido que no encajaba en la sociedad, pero en la tienda ha encontrado un mundo predecible, gobernado por un manual que dicta a los trabajadores cómo actuar y qué decir. Ha conseguido lograr esa normalidad que la sociedad le reclama: todos quieren ver a Keiko formar un hogar, seguir un camino convencional que la convierta, a sus ojos, en una adulta.

105 reseñas sobre el libro LA DEPENDIENTA

Keiko Furukura es una chica con problemas ya que no entiende los mandatos sociales, con un razonamiento diferente que a mí modo de ver ronda el autismo. Encuentra trabajo a tiempo parcial en unas tiendas llamada kombini , un supermercado japonés que abre las 24 horas dónde tienen normas estrictas de vestimenta y comportamiento lo que le dan cierta seguridad en su vida. Ella copia lo que la gente de alrededor hace para encajar y ser parte, copia cómo visten ,como hablan y cómo se comportan. Ella vive y respira por la tienda , aún en su tiempo libre la tienda le da la seguridad que necesita para ser parte del mundo. El problema es que en la sociedad japonesa no está bien visto que una mujer no se case y no tenga trabajo estable. El trabajo por horas no es considerado estable. El libro es una gran critica a la sociedad japonesa dónde una mujer para ser parte debe casarse ,tener hijos o tener un buen trabajo. Me gustó mucho el libro. Está escrito en primera persona , por momentos te conmueve ver las cosas que hace para sentirse una persona normal por su familia. Lo recomiendo. SU TE GUSTO MI RESEÑA EL LIKE VA EN EL CORAZON GRANDE ARRIBA AL LADO DE DONDE DICE¿TE HA GUSTADO ESTA RESEÑA? ❤️ O ANTE LA DUDA EN AMBOS CORAZONES. GRACIAS


Esta será, sin dudas, una de las mejores lecturas de mi año, porque la sensación que me dejó fue inolvidable. Me sentí llena de adrenalina, exultante y sobre todo, con muchas pero muchas ganas de DESOBEDECER. Porque para mí, este pequeño librito es en realidad una verdadera oda a la irreverencia. Si alguna vez te sentiste raro, rechazado, subestimado y/o presionado para ser lo que no sos, " la dependienta" hará que te den ganas de mandarlos a todos a la mierda. Y lo que me fascina, es que está escrito por una japonesa, ya que el país del sol naciente es muy poco benevolente y tolerante para con sus mujeres, y menos para las que se atreven a desobedecer. La cuestión es que en este libro, la protagonista no puede seguir las reglas sociales no porque no quiera sino porque no puede: tiene asperger. Ella no entiende estas reglas. Y cuando comprende que siempre será rechazada por no ser " normal", decide camuflarse y fingir ser lo que la sociedad le pide. Esto lo logra cuándo finalmente encuentra un trabajo en un combini, que son unas tiendas abiertas las 24 horas. Allí finalmente se siente plena porque sabe como actuar, dado que las normas son explícitas. Todo está en el reglamento: como hablar, como sonreír, como vestirse... El libro es una genialidad de menos de 100 páginas. Corto, contundente y certero. Toca, rotundamente, temas tan importantes como la vulnerabilidad y la desprotección de los que son diferentes y la presión que pueden llegar a sentir las mujeres en países en los que no estar casada ni tener hijos, parece ser un verdadero crimen. Pero lo que más me gustó es que "la dependienta" me recordó a otro libro que me encantó: " El extranjero", de Camus. En las palabras, las comas, los puntos y las frases de ambos relatos, se puede oler, ver y palpar un existencialismo bello que te recuerda que solo deberían juzgarte por lo que verdaderamente haces, y no por lo que la sociedad cree que deberías ser . Un libro único.❤.


Keiko es una mujer con una fuerte distorsión en su estructura del razonamiento y serias dificultades en las relaciones sociales. No soy psicólogo. No me atrevo a dar un diagnóstico, memos, cuando el libro no refiere el nombre de su alteración. Debido a este comportamiento, desde pequeña nuestra protagonista será tildada de rara y por tanto, rechazada por una sociedad que define las "leyes de lo normal" Para ser admitida por esta sociedad que ni comparte ni comprende, y así lograr seguridad en sí misma y que la dejen en paz, Keiko empieza a trabajar en una tienda alimentaria de 24 horas como cajera. El trabajo le viene como anillo al dedo, pues todas sus funciones están protocolizadas en un manual que, una vez aprendido, le otorga esa confianza y seguridad que tanta falta le hace. La tienda es un refugio interior, una forma de vida, un lugar donde ella se siente cómoda, adaptada y feliz. Pero el paso del tiempo y las relaciones personales le llevan a continuos desencuentros con los que ella no está de acuerdo y, por su personalidad, le crea grandes conflictos difíciles de afrontar. A sus 36 años, el entorno le exige o una mejora laboral o un matrimonio. Por supuesto, haber mantenido relaciones sexuales y mostrar interés por tal actividad. Murata, como buena nipona, juega muy bien sus cartas con una novela donde la economía de palabras, la prosa sencilla y la serena narración llevan al lector a una crítica hacia una sociedad que exige unos estándares de comportamiento, dando igual su profundidad. Da igual que tu matrimonio sea un desastre, pero debes estar casada para formar parte de los demás. Acuéstate con quien quieras, pero hazlo, de lo contrario no encajas. Un espejo donde reflejar una forma de actuar en la que todos caemos, en mayor o menor medida, cuando actuamos como manada. No somos conscientes del daño que podemos hacer a aquellos que se comportan de forma extravagante con lo que nosotros consideramos políticamente correcto. Interesante, educativa y muy reveladora. Todo un acierto.


¿Por qué no estás casada? ¿Qué pasa con tus estudios? ¿Qué tiene esta carrera si aquella es mejor? ¿Por qué no estás haciendo esto? ¿Por qué no tenés tal cosa? ¿Por qué…? La sociedad entrometida está llena de preguntas, siempre tratando de mantenerte en una línea dentro de la “normalidad”. Ser un rebelde, hoy en día, en el siglo XXI, sigue quedando mal visto. Pero… ¿quién es rebelde? ¿Aquél/Aquélla que esté maquillado y vistiendo con solo el color negro? Claro que no, rebelde son todos aquellos que le dicen NO a la sociedad, quienes no se ajustan a ciertos parámetros. Keiko Furukura es esa mujer a la que apuntan como “marginada”, tiene 36 años, no está casada ni tuvo pareja, sin hijos, sin trabajo estable y ¿en qué país precisamente? Japón. Veamos, este país es preciosísimo, pero no dejan de lado todas sus arraigadas costumbres. Y apuñalando más aún a esta sociedad que le encanta apuntar con el dedo, encontró trabajo en un konbini, que son tiendas de conveniencias (autoservicios, pequeños supermercados) que funcionan las 24 hs., todos los días de la semana. Ella siempre se sintió como un cero a la izquierda. Sin poder encajar dentro de esa línea en la que se figura lo “normal”. Sin embargo, un día, encontró su lugar y fue justamente en esta tienda, y la que le dio mucho más que solo mantenerla económicamente. Lo que pasa acá es que estas tiendas son como… un servicio de paso (no encontré otra forma de ponerlo), ¿cómo es esto? Para la sociedad japonesa, no es un trabajo estable, sí, sirven un tiempo, pero tenés que buscar algo mucho mejor. Entonces, ¿qué hará Keiko a partir de esto? Ese dedo acusador, pincha, oprime, asfixia y quita demasiado. No deja a nadie permanecer en la tranquilidad. Keiko es alguien admirable, fuerte y valiente al ser siquiera capaz de mirar del lado contrario dentro de Japón. Muchos han intentado ser valientes pero no resulta nada fácil siquiera pensar en el “No”. Pero algunos lo intentan, yo también lo hago. El libro es pequeñísimo pero muy muy enorme y hermoso. Y además, como dato curioso, la autora, mientras escribía, también trabajó en estas tiendas de conveniencia. 🥰 🚨🚧📣 ¡¡¡ALTO AHÍ!!! 📣 Solo quería decirte, amablemente (❤️), que los likes para las reseñas están arriba a la derecha, o sino le das click a ambos corazones. MUCHAS GRACIAS POR LEER HASTA AQUÍ ❤️❤️❤️🥰


La dependienta, de Sayaka Murata Keiko Furukura es una joven muy particular, desde pequeña se ha tomado todo en forma literal lo cual le ha causado muchos problemas. Ya de joven consigue un trabajo por horas en una en una kombini (tienda de suministros abierta las 24 horas), esto gracias a que tiene un manual de trabajo muy bien definido. Sin embargo, al pasar los años se espera de ella que consiga un trabajo estable, se case y tenga hijos, pero las cosas no siempre son como se esperan. Según las reseñas leídas, creo que la mayoría coincidimos en que la protagonista, es una joven con TEA (trastorno del espectro autista), debido a sus problemas tanto de socialización como de comprensión de situaciones más abstractas del lenguaje y de la vida cotidiana. De igual manera, es evidente que el trabajo en la kombini se le facilita por lo bien estructurado que está todo ahí, sus horarios, sus normas claras y precisas. Aparte de esto, me duele como su familia y amigos quieren e insisten de diversas formas en que Keiko “se cure”, entendiendo esto como que “sea normal”, una mujer que trabaje, se case y tenga hijos. Aunque esto signifique sacarla de su zona de confort, que en este caso particular es su zona de seguridad. Creo que todos hemos sentido en algún momento esa necesidad de sentirnos estables, y si bien se habla mucho de adaptarnos a los cambios, también es cierto que cuando encontramos la paz es bueno disfrutarla y que los demás se hagan a un lado y nos dejen vivir. Una lectura hermosa, muy recomendada. Leído en diciembre de 2022. CITAS No tenía ni idea de cómo ser una persona normal en un lugar sin manual de instrucciones. Creo que es así como sobrevive la humanidad: por contagio. El pasatiempo favorito de las personas normales es juzgar a las que no lo son


En la Dependienta, la autora nos presenta la historia de Keiko Furukura, una mujer de 36 años de edad, que trabaja como dependienta en una konbini, una tienda japonesa abierta las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana, donde pueden encontrarse los productos más diversos y en ese establecimiento ella encuentra su lugar seguro en el mundo. A simple vista podríamos decir que es una historia sencilla donde conoceremos a la protagonista por medio de su rutina diaria, pero no hay nada más alejado de la realidad, porque es una historia con muchísimos matices y bastantes situaciones que vistas un poco más a fondo veremos reflejada toda una cultura e ideología, en este caso la Japonesa. En lo personal, les puedo decir que he disfrutado de principio a fin esta historia, para mí fue una lectura que me hizo pensar y reflexionar sobre la vida, sobre mis ideales y sobre el rumbo de mi futuro, pero,sobre todo, considero que esta historia, este libro, está hecho para cuestionarnos, para cuestionar todo nuestro entorno y saber si estamos en el camino que realmente queremos estar y merecemos estar, porque nuestra vida solo nos pertenece a nosotros. Les aseguro que es un libro que vale mucho la pena que le den una oportunidad, les dejará muchas reflexiones valiosas y les replanteará bastantes cosas, ya que considero este libro como un “libro espejo”, donde todo lector se verá reflejado en esas situaciones tan cotidianas que damos por sentadas que al final influyen de una manera determinante en nuestra vida. Así qué hay que tener mucho cuidado con lo que aceptamos, normalizamos y permitimos en nuestra vida y en nuestra persona, porque ello determinará cómo nos tratará el mundo.


Mayo 2023 Libro 51 🌟🌟🌟🌟🌟 ¿ Qué es ser normal ? ¿ Qué es un trabajo normal ? ¿ Qué son comportamientos normales ? ¿ Soy yo normal, hago cosas normales, tengo una vida normal? Keiko Furukura es una mujer de 36 años, que según sus comportamientos y sus actitudes, aunque en ningún momento se menciona en el libro, tiene autismo, trastorno discapacitante que afectan fundamentalmente a la comunicación, a las relaciones sociales y a los comportamientos, es triste porque otros tipos de discacapacidades se ven a simple vista en los rasgos físicos, como el down, pero el autismo, sobre todo cuando son pequeños pasan por niños caprichosos y consentidos y cuando son adultos por "raritos", lo que no se sabe es que esa persona hace esfuerzos sobrehumanos para poder relacionarse "con normalidad" y que han tenido que pasar por multitudes sesiones psicológicas, terapias y charlas de habilidades sociales, sé de lo que hablo porque mi sobrina es autista y su madre se enfrenta continuamente a escollos que salvar y que económicamente son elevados y sin ayudas, pero ese es otro tema. Keiko trabaja en un konbini que es un supermercado 24 horas en el que hasta la forma de saludar está reglamentado, uniforme, colocación de carteles... Lo que puede parecernos un tedio absoluto a Keiko le viene al pelo, le enseñan a sonreír, a recibir con ciertas normas al cliente, ( un autista no sonríe si no le hace gracia y no te presta atención si no le interesas, no actúan fingiendo) su trabajo es pura rutina, sus compañeros, jóvenes en su mayoría ya que es un trabajo por horas aguantan poco, ella es una veterana que lleva dieciocho años allí y se encuentra muy feliz en " su particular mundo " aunque recibe todo tipo de opiniones de familiares y amigos. El libro muy cortito, se lee en apenas una hora y algo merece la pena, narrado por Keiko, nos va dando su punto de vista, merece la pena leerlo, personalmente, quizás por mi implicación personal, me ha gustado mucho.


Ser una mujer japonesa de 36 años, no estar casada, no tener hijos, y además seguir teniendo después de muchos años un trabajo por horas, no es fácil. Y eso lo sabe muy bien nuestra protagonista, Keiko Furukura. Keiko no encaja en la sociedad, eso ha sido así desde que era pequeña, pero no porque no quiera o sea rebelde. Simplemente no puede. Aunque no lo nombre claramente, se sobreentiende que sufre algún tipo de autismo, probablemente ASPERGER, lo que le dificulta las relaciones con los demás. Su vida se estabiliza cuando encuentra trabajo como dependienta en una tienda 24 horas. Hay normas claras, ella es capaz de cumplirlas y la tienda se convierte en su vida. Pero sabe que su familia y amigos siguen esperando “que se cure” y cumpla con lo que la sociedad espera de ella. Y lo intenta, aún a costa de su propio equilibrio emocional. Me ha gustado este libro, muy crítico con la sociedad japonesa, y con las sociedades en general. Porque ¿hay alguna sociedad que acepte al “diferente”, al que se atreve a no cumplir las normas impuestas, sean las que sean? Creo que no, ni siquiera cuando esa “diferencia” está propiciada por una enfermedad. Me ha gustado acompañar a Keiko en su día a día, me han conmovido los esfuerzos que realiza para encajar en su familia, entre sus amigos. Me ha indignado en muchos momentos. Y me ha gustado, sobre todo, el final ¡Bravo por ti Keiko! Libro que dice mucho en pocas páginas, totalmente recomendable.


LIBROS QUE TE PUEDEN INTERESAR


TAMBIÉN SE BUSCÓ EN LITERATURA CONTEMPORÁNEA


RELATOS I

JOHN CHEEVER

Calificación General: 9,1Por leer

PLÁSTICO CRUEL

JOSÉ SBARRA

Calificación General: 8,8Por leer

FRASES DEL LIBRO LA DEPENDIENTA

Por la mañana volvía a convertirme en una dependienta, un engranaje de la sociedad. Aquel trabajo era lo único que me permitía ser una persona normal.


Publicado porBarbiMore

Empezaba un nuevo día. Era la hora en que el mundo se despertaba y los engranajes de la sociedad empezaban a girar. Yo era uno de aquellos engranajes que giraban sin parar, una pieza del mundo encajada en esa franja del día que llamamos «mañana».


Publicado porBarbiMore

El mundo normal es un lugar muy exigente donde los cuerpos extraños son eliminados en silencio.


Publicado porRafaguillo

Aunque digan que la sociedad actual es individualista, quienes no se esfuerzan por establecer algún vínculo con la comunidad reciben toda clase de presiones y coacciones hasta que, al final, se les expulsa.


Publicado porDan02a🦄

En una tienda donde hay escasez de personal lo que te agradecen es que estés ahí, no importa si lo haces bien o mal.


Publicado porSofía P.

A los veinte años no necesitaba ninguna excusa porque a nadie le extrañaba que estuviera trabajando por horas, pero ahora era la única que no tenía ningún vínculo con la sociedad, ni marido, ni empleo estable.


Publicado pornmolia