En 1974, cuando Miss Shepherd y su furgoneta se instalaron definitivamente en el jardín de la casa de Alan Bennett, ya hacía varios años que ambas eran conocidas en el barrio. No se podría decir que circulaban, porque la furgoneta de Miss Shepherd era muy poco móvil y estaba casi siempre aparcada no lejos del convento de la esquina.
Parece una tontería al principio, pero poco a poco te va atrapando y quieres llegar a conocer el porque del personaje principal, su historia, como se puede llegar a convertirse en un ser marginal. Y recuerdas con cariño aquella otra obra de Alan Bennet que nos cautivó hace años 'una lectora nada común' y te apetece volverla a leer. Leanlas, no defraudan
Lo que usted no entiende es que estoy asegurada. Estoy asegurada en el cielo. Afirma que desde que tiene el seguro celestial, su furgoneta no ha sufrido ni un rasguño.
Le pregunto si le apetece una taza de café. Bueno no quiero que se tome tanta molestia, tomaré sólo media.
También me enseña el texto de una carta que tiene intención de enviar a la embajada argentina, en defensa del general Galtieri (🤦♀️). LO QUE ÉL NO ENTIENDE ES QUE MRS THATCHER NO ES LA DAMA DE HIERRO. SOY YO." ...(😫)
El buen carácter, o lo que a menudo se considera tal, es la más egoísta de las virtudes; nueve de cada diez veces es un mero temperamento indolente.
Rara vez podías hacerle un favor sin que se te pasara por la cabeza estrangularla