LA CAIDA

En este libro Camus aborda la culpabilidad y la redención. Esta escrito en forma de monologo, por medio de este discurso Jean Baptiste nos cuenta su historia. Nuestro protagonista es una persona egocéntrica, ensimismada, que ama a la vida tanto como a si mismo, quería ser eterno por ese motivo. Busco la felicidad por todos lados, ayudando al prójimo, en los excesos y en las mujeres. Sin embargo, un día presencia el suicidio de una joven en un rio, escucho sus lamentos y auxilios pero no la ayudo, se congelo o simplemente no quiso hacerlo. Eso lo torturaría desde ese momento, se alojaría en el un inmenso sentimiento de culpabilidad y comenzaría a cuestionarse absolutamente todo como método de introspección. Se dio cuenta que si ayudaba a un ciego a cruzar la calle era porque aborrecía a esas personas, que si daba limosna era porque detestaba la pobreza pero lo hacia para sentirse mejor, como una manera de enmendar su moral. Desde ese día viviría en una celda no confort (en la edad media existían unas celdas donde las personas no podían estar ni acostadas ni paradas, eran obligadas a permanecer en diagonal, jorobadas), según el eso merecía. La imagen de esa joven lo perseguirá por siempre, el desea tener la oportunidad de redimirse, de poder salvarla. algo imposible e irremediable.

Un monólogo, una narrativa de ideas, una confesión, una denuncia de nuestra naturaleza humana. Un abogado que defiende a los menos favorecidos, a los de causas nobles y débiles pero al final reconoce que lo hacía por deleite de su ego.

En este pequeño y sutil libro Camus admite tanto lo hostil que podía permitirse ser al expresar su sexualidad, sus deseos, su egoísmo perverso hacia el sexo opuesto, liberarse al entregarse por mero freudianismo y nada más, indagando en el inconsciente de las mentes poco intuitivas que con la de él se mezclaban en la eterna danza hormonal. A pesar de su inquietante pluma y su afán por sonar excéntrico y dispuesto, su atrevimiento envolvía el vacío que llevaba dentro de su pecho. Hasta el día del suicidio en el rio Sena Jean no había logrado ser profundamente introspectivo. Es una obra que impulsaba al intelecto, a la madurez psicológica y colectiva que al terminar la segunda guerra mundial apenas si se lograba apreciar entre las masas. El monologo denota la desesperación del hombre contemporáneo que navega entre lo absurdo y una realidad hostil constantemente. Los monólogos internos morales y psicológicos, éticos y sociales te envuelven sin que siquiera lo notes. Camus logra que el lector se sienta aludido conforme avanzan sus líneas, la inocencia y la culpa, profetizando la naturaleza humana el libro continua. El ego y el desarraigo, frutos sabor a Nietzsche. Obra de resistencia Francesa que enfatiza poéticamente la naturaleza y las contradicciones mismas de los seres humanos.

Lo lei después de leer El extranjero. El cambio se siente un montón, la forma de la narrativa no me gustó tanto pero era interesante ser el receptor de la historia. Me gustó mucho la forma que expresa de cómo el hombre se juzga así mismo y a los demás.

Es un libro sin duda entretenido y fácil de seguir. Hay que estar más o menos atento a lo que el autor nos intenta conducir. También hay un par de recursos literarios y filosóficos interesantes, sobre todo hacia el final.

La narración es de por sí, ya original, vemos o imaginamos a un oyente invisible, dónde el protagonista se explaya en disquisiciones filosóficas (cómo no), morales, psicológicas y hasta sociales. Desde la primera página podemos inferir que algo no anda bien con el narrador, y pasan las páginas una a otra y vemos que esa persona, tan segura de sí misma, esconde un secreto que se nos va develando en forma de pequeñas historias. Camus, siempre imprescindible. No es una lectura para todos, es de los textos que hay que tenerle más que paciencia.

Es sencillo de leer, lo complejo está en las líneas y aforismos que manifiestan su filosofía en lo absurdo. Asimismo, lo exquisito del libro es cómo está escrito; un monólogo donde se siente que el interlocutor invisible puede llegar a ser uno mismo. Leer a Camus es reflexionar y comprender lo irónico de que aunque no soportamos estar vivos, amamos la vida y la sobrevivimos. «La idea más espontánea del hombre, la que se presenta natural e ingenuamente como de lo más profundo de su naturaleza, es la idea de su ingenuidad».

Breve ejemplo de la percepción de la vida por parte del protagonista, antes de "la caída" : un día que comía langosta en la terraza de un restaurante y en el que un mendigo me inoportunaba, llamé al dueño del lugar para que lo echara y aplaudí sonoramente el discurso de aquel hombre justiciero: "vamos, usted molesta aquí" , le decía. "póngase en el lugar de estos caballeros y señoras".