En 1967, Adam Walker es un joven poeta ávido de vida y literatura, con mucho más futuro que pasado. Estudia en la Universidad de Columbia, se opone a la guerra de Vietnam y, además, -esto lo dicen quienes lo conocen, porque él no parece darse cuenta- es guapísimo. Una noche, en una fiesta de estudiantes, conoce a una pareja de franceses muy sofisticados, muy seductores. Lo primero que le llama la atención a Adam es el nombre de él, Rudolf Born, como en Bertrand de Born, el poeta provenzal que en uno de los cantos de Dante lleva su propia cabeza cortada en las manos. Tras varios días de ambigua seducción en los que la pareja va tejiendo su invisible tela de araña en torno al hermoso e inocente americano, Rudolf Born, que está en Columbia como profesor invitado en la School of International Affairs, le ofrece a Adam la dirección de una revista literaria que él financiará.
Es increíble lo bien que escribe este hombre, aun traducido, tiene la capacidad de escribir en segunda persona y no hacerte sentir incomodidad. La historia es genial tocando temas muy divertidos y tabú.
Libro interesante, lleno de matices, buenos giros, excelente dialogo interno. Primer libro que leo del autor y seguiré leyendo otroa de su autoría.
Invisible es una novela estructurada en cuatro partes con tres narradores distintos, en que los personajes son relatados en distintos momentos de sus vidas. Empieza Adam Walker siendo el hilo conductor en sus años universitarios y los personajes van incorporándose al relato a través de las relaciones que establecen entre ellos. Rudolf, Margot y Cécile son los otros personajes que interactúan durante el libro con él y van hilando el desarrollo hasta llegar al final, tomando Cécile el relevo de Adam como protagonista principal. Invisible fue el primer libro que leí de Paul Auster y me pareció brillante.
... pero, como ya sabe, lo que queremos y lo que conseguimos rara vez es lo mismo.