HISTORIA DE UNA MAESTRA

Un libro triste. Muy triste,... Sin duda, uno de los que he añadido a la lista de favoritos. Debería ser de lectura obligatoria en los colegios. Costumbrismo descarnado,... En 1923 Gabriela recoge su título de maestra. Es el comienzo de su sueño, la profesión a la que había querido dedicarse siempre. Aún sabiendo las dificultades a las que se enfrentaría. Ese trabajo que la llevará a trabajar en varias escuelas rurales de España y Guinea Ecuatorial. El retrato de la España de los años 20, hasta el comienzo de la Guerra Civil, resulta desgarrador. Imágenes y recuerdos de mi infancia. Aquellos que mi abuela compartió conmigo cuando yo era muy pequeño. La época de pobreza, ignorancia y opresión, vivida desde los ojos de los que lucharon por educar a un país en el abismo de la decadencia.El libro está dividido en tres partes. En la primera, la historia de Gabriela nos lleva a uno de esos pueblos sin nombre, de la provincia de León. Allí la vida es hostil. El frío se pega a los huesos y las noches son eternas. Cuando Gabriela tiene la oportunidad de elegir el lugar donde dar clase, elige el destino que nadie quiere. La Guinea española. La protagonista se entrega, absolutamente, a los niños. Descubre que la pobreza se puede olvidar, momentáneamente, con el conocimiento. La segunda parte cuenta el regreso de la profesora a España. Tiene que dejar Guinea por una enfermedad. Vive la época de la República, el ensalzamiento de la formación. La última parte, la más triste, acaba con la llegada de la Guerra Civil.

No conseguí quitarme de encima la sensación de que ya había leído, o intentado leer, este libro. Y hasta que me he quitado esa cosa de dentro me ha costado entrar del todo. Por suerte Josefina ha resultado tener un modo de escritura que se me ha hecho muy cómodo y que ha sido lo que más me ha ayudado a seguir leyendo y salir un poco de mi bloqueo.Por otro lado, ni ambientación ni trama eran de mis favoritos, aunque a rasgos generales sí ha resultado lo suficientemente bueno como para mantener mi curiosidad encendida, en algunos puntos más que otros, y teniendo en cuenta lo primero eso es bien. A fin de cuentas no deja de ser una historia muy cruda en una realidad que fue nuestra.Sé que hay dos tomos más y ahora mismo tengo algo de curiosidad por saber cómo sigue, así que si consigo acceso a ellos quizás lo intente pronto.

-Digo yo, señora maestra, que si todos supiéramos más de libros y menos de tabernas, nos engañarían menos y seríamos más felices... Me pedía el periódico. «El que recibe el Cura no me gusta. Lo dice todo a su manera, pero ese que reciben ustedes me parece a mí más acertado y más a la medida de mis entendederas, quiero decir que le doy yo más la razón al suyo que al del Cura.» La educación y la justicia y la salvación de los hombres por el trabajo bien hecho y bien pagado eran conceptos que a él le gustaba discutir y desarrollar en las charlas que tenía con nosotros al caer la tarde, cuando nos visitaba algunos días. Y también en las clases de adultos, a las que fue el primero en asistir.

Si quieres saber lo que ha cambiado la vida de una maestra en España,este es un libro que no te dejará indiferente

Demasiado político para mi gusto. Pensaba que se centraría más en su vida como educadora. No ha sido lo que esperaba

4,5⭐/5 La cantidad de sentimientos que han florecido leyendo esta novela es indescriptible. Desde la primera página, la pluma de Josefina Aldecoa captó mi atención y me envolvió en un suave abrazo a lo largo de su lectura. Las descripciones tan breves y sencillas pero a la vez tan detallistas me han parecido sublimes. A través de ellas, he podido trasladarme al mundo rural que describe en la novela y sentir lo mismo que la protagonista: el olor a madera recién cortada, el sonido del río fluyendo entre los cantos, el frío junto a la lumbre… La novela es un fiel reflejo de la sociedad que había en el momento: la pobreza, la miseria, las tensiones ideológicas, la ignorancia… En todo momento la autora invita al lector a reflexionar sobre todo lo que ocurrió a finales de los años 20, durante la Segunda República y al inicio de la Guerra Civil. También narra la situación de Guinea Ecuatorial a comienzos del siglo XX y la falta de servicios que había en el país. Sin embargo, la principal reflexión que se saca de esta novela es la importancia de los maestros y de la educación pública. Hoy más que nunca creo necesario reivindicar la figura de todos aquellos maestros y maestras que han marcado nuestra educación y cuyas lecciones han ido más allá de lo puramente académico. «[...] Educar para la convivencia. Educar para adquirir conciencia de la justicia. Educar en la igualdad para que no se pierda un solo talento por falta de oportunidades…».