GENTE NORMAL

Este libro es todo menos normal. Comenzando porque la no diferenciación en la trama cuando se trata de diálogos (la autora no usa guión para indicarlo) ya es "revelación" "cortar con lo establecido" "desobediencia".... pero me gustó 🤪. Para nada me sentí incómoda con su "estilo". La historia es rara, como raros los protagonistas, pero bien contada. Vamos a partir que ambos comparten una fascinación por el otro que unas veces les salva y otra les daña, pero es una fascinación real (se siente) y verdadera. Pude sentir. La autora logró que sintiera lo que pasaba en la vida de esos chicos, me transmitió exactamente esos sentimientos confusos, que de tan enrollados son poco "narrables", difícil de describirle y lo logró. Sentí el miedo, el asco, la euforia, la pérdida, la locura, la ligereza, la incertidumbre, y los N adjetivos que servirían par describir la montaña rusa que es la vida sentimental de estos dos jóvenes. Siempre escribo lo que me hace sentir lo que leo, no sé si es lo correcto, pero es que creo que para escribir la sinopsis está la contraportada 🤓, pero bueno allá vamos. Trata sobre dos jóvenes que se conocen desde el instituto y la historia arranca allí y nos lleva junto con ellos hasta su universidad. Se complementan, se necesitan, se entienden, y se viven en medio de intermitencias que solo sirven para constatar que dependen uno del otro .... Dos personajes complejos y bien logrados...muy bien logrados. Su actitud ante las diferentes situaciones de la vida, la violencia, el bulling, la aceptación o el rechazo, y la manera en que esto influye en el carácter de un joven. Un final abierto, como la vida misma, me gustó que así fuera, cada lector lo termina como desee. Está en su imaginación creer que se separaron para siempre o que de lo contrario, seguirán perteneciendo uno al otro, a pesar de que pueda existir la distancia.

Ha sido entretenido, una trama que engancha.

Marianne y Connell se conocen y relacionan, de forma intermitente, desde la época del instituto. Entonces él era un chico muy popular y ella una chica con problemas para hacer amistades. En la época de la universidad, ya en Dublin, la situación ha cambiado. Ella es la popular y Connel no. Son dos personajes muy complejos y que en esta relación intermitente a veces se ayudan porque se quieren, y en otras ocasiones se hacen daño. Como resumen, diré que es una historia de amor , pura y honesta,con múltiples vaivenes. Muy bien escrita, con unos diálogos poderosos, y si ya Sally Rooney me sorprendió en "Conversaciones entre amigos", en esta novela lo sigue haciendo. Me agrada su aire fresco y natural.

Nos encontramos ante la segunda novela de Sally Rooney y, a mí, me ha parecido mucho más interesante que la primera ("Conversaciones entre amigos"). A la vez que cuenta la historia de los encuentros y desencuentros de una amiga y un amigo a través del instituto y la universidad, nos introduce los mecanismos que la clase social injerta en nuestras vidas y en nuestros círculos familiares, sociales o laborales. ¡No se pierdan esta novela!

Connell Waldron y Marianne Sheridan, dos personas, que coinciden   demostrando  que las almas predestinadas se encuentran y no se buscan según gustos específicos, simplemente llegan. Ambos  se ven atraídos por el otro pero la complejidad en su relación se origina en la inexperiencia y desconocimiento  por la manera de  exteriorizar lo que piensan haciendo que simples acciones busquen distanciarlos. Connell siente atracción por Marianne por ser alguien con quien puede hablar fácilmente, pero a la vez le asusta por lo auténtica que es, sin embargo por esa cualidad, en ella, le es más fácil trasladarse a un lugar donde la normalidad deja de existir  y puede exteriorizar cosas que normalmente no diría. La novela nos deja reflexionar en que la vida nos obsequia pequeños instantes que permiten  aferrarte a lo que verdaderamente importa. Deduciendo que debes compartir con  quien puedes ser la versión que más disfrutas de ti. Los sentimientos y pensamientos son  la cubierta que  representa a los personajes  en su accionar,  la mayoría de las veces errada, pero de las que deben aprender con el paso del tiempo. Es una historia tan real, fácilmente se puede empatizar con Marianne y Connell, porque sufren  situaciones que en algún momento se han llegado a experimentar y que por temor a compartir, ese sentimiento de duda continúa. Ambos protagonistas, comparten el  transitar de la vida, callan y se hieren,  pero sobre todo están presentes para cuidar del otro. Hubo momentos en los que llegué a enojarme con ellos por sus  decisiones , pero al final  se comprenden. Son dos personas influenciadas por factores internos y externos. Uno, gravemente afectado por la opinión pública, y el otro manipulado psicológicamente, llegando a un estado de apatía preocupante frente a instintos primarios de autodefensa y autoconservación. En la trama se abordan temas como  la Inseguridad, el miedo, el autodescubrimiento, la toxicidad, la dependencia, la importancia de la opinión pública y su  influencia en  la toma de decisiones, la amistad, entre otros. Finalmente se reflejan situaciones que cualquier persona suele afrontar dentro de la normalidad de su existencia. Algo que en lo personal fue agradable notar, es la manera en que la autora manipula el tiempo, brindándonos meses y años específicos pero en los que un acontecimiento nos traslada automáticamente a descubrir el origen de dicho suceso, haciendo de la lectura algo muy dinámico. Desde mi perspectiva puedo formular que la piedra angular que origina esta historia ha sido el entorno y lo enfermizo que puede ser al momento de querer encajar en él, hace que lo especial que te hace ser un individuo se vea opacado por la normalidad que los demás esperan de ti.  Esa es la esencia del libro, la forma en que te ves influenciado para encajar o no dentro de este mundo lleno de complejidades pero a la vez de la normalidad que a ojos de los demás es lo correcto. Pero quien ha definido la normalidad? Es una de las preguntas que jamás tendrán explicación. Una lectura ampliamente degustable, en especial porque al avanzar con cada pagina  me llevó a meditar que no necesitas algo extraordinario para contar una buena historia, puedes partir de algo tan común, como la realidad.

Los protagonistas de este libro son personas tan corrientes y gente tan normal, que su historia de amor comenzó en el colegio. Él gozaba de la popularidad típica de quienes gustan sin buscarlo. Desempeñaba a la vez y sin esfuerzo los papeles de amigo fiel, alumno modélico e hijo perfecto. Ella se aislaba con la coraza de la indiferencia propia de quien nunca ha encajado en la normatividad. Marianne se consideraba especial; Connell se sentía uno más. Y el mundo opinaba lo contrario. Pero en privado las normas se invertían. Marianne vive en una mansión y la madre de Connell se encarga de su limpieza, pero nadie imagina que cada tarde ambos coinciden. Uno de aquellos días, una conversación torpe dará comienzo a una relación que cambiará sus vidas. Sería bonito si este fuese el final… pero entonces no sería una historia de amor, sino de fantasía. La realidad es que mientras se enamoran el mundo sigue girando y, por mucho que lo desafíen escondiéndose de todos, aparecerán fuerzas —la presión social, la distancia o la pasión— dispuestas a descompensar cualquier atisbo de estabilidad. Gente normal es una historia de fascinación mutua, amistad y amor entre dos personas que no consiguen encontrarse; una reflexión sobre la dificultad de cambiar quienes somos y lo complejo de desear ser lo que otros quieren de nosotros. Esta novela acompaña durante años a dos protagonistas complejos, aunque los llegamos a comprender hasta en su contradicción más sonada y en sus más graves malentendidos. Marianne y Connell se acercan, se alejan, pasan los años, se aman, dudan, cada uno piensa que al otro no le importa lo bastante, se deprimen, sufren, gozan. El amor y la lujuria entre dos personas dañadas, solas y anhelantes. Sally Rooney sabe cuándo soltar el hilo y cuándo tensarlo para crear un ritmo absorbente y realista. A base de matices cotidianos, la historia inspirada en su Irlanda natal cumple la premisa de su título: introducirnos en la vida de gente normal. Porque Connell y Marianne, al final, son como nosotros, la generación joven actual de 30 a 40 años. Nos reconocemos en sus inquietudes, sus aspiraciones, sus conversaciones (en un estilo único, ausencia total de diálogos). También en la dificultad de su amor. Una historia agridulce que muestra cómo nos conforman el sexo y el poder, el deseo de herir y ser herido, de amar y ser amado. Porque nuestras relaciones son una conversación a lo largo del tiempo, donde hasta el ser más mundano y normal pasa a ser protagonista. Y esta novela es preciosa, profunda y muy inteligente porque nos muestra una mirada muy compasiva sobre las innumerables formas en que hombres y mujeres intentamos comprendernos entre nosotros. Y cómo fracasamos constantemente.

Gente normal, la novela de Sally Rooney me ha parecido eso, normal, he estado esperando hasta la última página para ver si ocurría algo distinto, algo extraordinario , algo que se saliese precisamente de lo normal , pero no ha ocurrido y la novela ha ido languideciendo con más pena que gloria. No me ha aportado nada, al menos bueno. Es la historia de unos amigos, que se conocen desde el colegio y siguen viéndose y acostándose en el instituto, y lo dejan y lo retoman y en la universidad igual. La vida contada regular, no voy a extenderme mucho más no me lo merezco.

Definitivamente me gustó más que la serie. Entendí un poco mejor a los personajes, sus reacciones, incluso llegaron a generarme empatía. Creo que tiene algunas cosas muy buenas, como el tratamiento de los vínculos o la noción siempre latente de cómo nos ven los demás y de qué manera eso define nuestras vidas. Y es entretenido. Pero tampoco me rompió la cabeza.