Relatos para soñar despierto y sanar el alma dormida. Reflexión sobre un tema cada vez menos tabu. «Me encantan los relatos, las historias pequeñas de tres a ocho páginas, que te hacen pensar, reír, llorar o emocionarte. Un buen relato puede alegrarte un mal día porque las historias pequeñas en ocasiones resumen un gran sentimiento que reside en nuestro interior y que se convierte en nuestra mejor medicina. »Me encantaría que estos relatos fueran terapéuticos y os ayudaran con alguna emoción estancada. Desearía que os sintierais acompañados, cuidados y queridos en cada página. Todos los personajes pertenecen a mi mundo. Son personas amarillas. [...] »Estas historias no dejan de ser casi como películas, es por ello que antes de cada relato encontraréis unos bellos e increíbles pósters sobre cómo podría ser el cartel de ese film.» Albert Espinosa
Antes de nada tengo que reconocer que tengo una absoluta debelilidad por este autor, me encanta como escribe, me encanta su sensibilidad y lo admiro mucho. Creo que lo he comentado antes, pero lo que más me gusta de este autor es que te sorprende con cada libro y por lo tanto no pienso comentar nada sobre lo que trata.. Solo voy a decir q es una recopilación de cuentos muy especiales y que tienen una relación entre ellos que todavía estoy intentando descubrir...
Soy muy fan de los libros de Albert Espinosa, me he leído prácticamente todos, y creo que tienen una magia especial, pero este último que he leído me ha sorprendido gratamente, y lo ha hecho destacar sobre los demás. Cada relato está lleno de ternura, de amor por la vida, de esperanza, de corazón, y de todos los sentimientos nobles y bonitos que hay por el mundo. Además, debo reconocer que algún relato me ha sacado alguna lágrima. Es un libro que se lee en una tarde, es muy ágil de leer, pero deja huellas profundas en el alma. Es un libro para tomar conciencia de nuestra propia vida, y de la relación que nuestra vida tiene con la de los demás. En fin, es un libro que recomiendo con los ojos cerrados. Además, tiene unas ilustraciones preciosas.
Enero/22/2019 Fantástico como siempre Albert Espinosa, leerle es entrar en un mundo de magia en el que todo es posible, y es que de vez en cuando hay que leer estos libros para ver el mundo de otro modo, maravilloso Albert como ya nos tiene acostumbrados. Gracias Albert por ser así, si no existieses habría que inventarte..
Se ha ganado un lugar en los libros que producen un sentimiento que es difícil de reconocer pero sabes que es maravilloso, que te gustaría seguir sintiendo por mucho tiempo. Adoro cada una de las historias y cómo están escritas, realmente pienso que todos deberíamos leerlo. El mejor regalo que he recibido en mucho tiempo. Ha superado totalmente mis expectativas, excelente.
En éste libro se nos presentan muchos relatos de diversa índole. Historias que se me hicieron contadas a la ligera. No simpaticé con ellas ni con los personajes. Intenté abandonar dos veces la lectura y siempre le seguía dando oportunidad, pensando que el próximo relato podría ser el que me dejara una bonita sensación. Me apena porque en la plataforma digital en que suelo leer tuve que reservarlo y tardaron mucho en dejarlo libre. Creí que iba a tener en mí un gran impacto y que sería una bonita experiencia de lectura. Pero no fue así.
Relatos cortos que se leen con mucha facilidad. He tardado bastante tiempo en terminarlo porque iba intercalando los relatos con otros libros, saboreando cada historia. He leído todos los libros de Albert, en ellos siempre hay historias muy entrañables narradas de forma muy personal desde el punto de vista perfilado por la delicada y difícil situación en que se encuentra el autor, emanando resignación, amor a la vida y, sobre todo, positividad.
«CRECER ES CONVERTIRTE EN LO QUE NO CREÍAS SER. NO CREZCAS NUNCA. EL MUNDO ES EL PATIO MÁS GRANDE QUE EXISTE, DISFRÚTALO.» LA DAMA DE 94 AÑOS
"Aquel día comprendí que para expresar tus sentimientos no son necesarias frases largas, sino silencios cortos."
Ama u odia, pero siente; es lo único que vale la pena en este mundo, traficar con sentimientos. Y siempre rompe a reír o a llorar, vale la pena hacerse añicos por estas dos emociones.
"Él me decía que tenía que crear mí orquesta de almas sonoras, un grupo de personas que me afinen y que me transporten con solo estar cerca de ellas. Y mis personas con almas musicales son los espabilados que laten al ritmo del corazón de mí padre. Los encontré..."
Finalmente, con el tiempo, se aceptó. Se tranquilizó al quererse, al amarse, al hacerse fan de sí mismo. Amó su caos y el peso volvió. No pasaba nada.