EL VIAJE DE LA LIBÉLULA

Dos destinos que se ven marcados por la creatividad y a la vez por la censura, dos mujeres que no tendrán las cosas fáciles pero si las armas y la astucia para poder salir adelante y ser ellas, son parte de los elementos que han hecho que EL VIAJE DE LA LIBÉLULA haya sido una gozada. El elenco que acompaña a estas mujeres, la gran ambientación que te deja y la narrativa hacen de este libro simplemente una joya a disfrutar y devorar sin contención. Marta Gracia Pons, simplemente con esta obra me ha dejado sin palabras. Ya con la anterior me había conquistado, pues su pluma es ágil, directa, sencilla y astuta... sabe como llevarte y hacerte disfrutar y casi sufrir al saber que te quedan pocas páginas, por lo que nuevamente sube un nivel más en el podio de mis divas literarias. ¡feliz lectura!

En esta novela, la escritora mantiene su esencia respecto a sus otros libros. Encontramos dos protagonistas y diferentes paisajes por Francia, al igual que Barcelona y Bélgica. El libro mantiene la intriga hasta la última página, ya que se enlazan las dos historias en paralelo. Lo único, habría extendido unas páginas más en el final. La historia me ha parecido muy original al enfocarse en el mundo de la joyería al igual que refleja con detalles la dificultades que se viven en esa época. Por tanto, un libro muy recomendable con el que no te das cuenta del tiempo que llevas leyendo!

Al principio es un poco lento y además al tratarse de 2 historias paralelas tan parecidas a veces es lioso de seguir pero merece la pena por los giros que tiene la trama según avanza, muy sorprendente

Dos hilos temporales cercanos (1905 y 1940) y Elsa y Blanca Amat al frente de ellos. Sus historias están separadas por cuarenta años pero unidas por una tradición familiar y su espíritu emprendedor. Las dos orfebres viven en una época en la que ciertos empleos, y el éxito y reconocimiento dentro de ellos, están destinados a los hombres y en la que la creatividad no está bien entendida. . Esta lectura me ha dado mucho más de lo que esperaba. Porque es mucho más que una historia de mujeres luchadoras que no renuncian. . Lo que en principio creía que iba a ser una novela más de empoderamiento femenino, de reconocimiento a las mujeres de otro tiempo que lucharon por derribar barreras (de las que por cierto disfruto mucho) se ha convertido en una novela que he exprimido de principio a fin por las temáticas que pone sobre la palestra. . Gracias a su ambientación he podido descubrir la Cataluña anterior a la guerra civil española en comparación con la de la posguerra. Y el Amberes del reinado de Leopoldo II, un rey controvertido por su actuación en la colonia de El Congo y su matrimonio con una prostituta a la que colmó de caprichos. Con estos antecedentes tan interesantes, Leopoldo se convierte en un personaje más de esta historia y de su mano, junto con otros protagonistas, conocemos la terrible explotación de las minas de diamante en el Congo Belga. Marta Gracia Pons aborda con mucho acierto este episodio de la historia europea, entrelazándolo con la trama de la novela de un modo muy ameno. Al igual que la II Guerra Mundial y los campos de concentración, que no es solo telón de fondo del hilo temporal de Blanca, sino que también contribuye a su manera al buen desarrollo de la trama. La tradición joyera de los judíos y su persecución por parte de los nazis son otro punto acertadamente abordado y entrelazado. . Elsa y Blanca nos enseñan que las segundas oportunidades existen, que nunca hay que dejar de luchar por lo que nos hace feliz, que reinventarse siempre es posible... Que la lealtad y el amor, de cualquier tipo, es importante y que hay duelos que cuesta superar.

Dos hilos temporales cercanos (1905 y 1940) y Elsa y Blanca Amat al frente de ellos. Sus historias están separadas por cuarenta años pero unidas por una tradición familiar y su espíritu emprendedor. Las dos orfebres viven en una época en la que ciertos empleos, y el éxito y reconocimiento dentro de ellos, están destinados a los hombres y en la que la creatividad no está bien entendida. . Esta lectura me ha dado mucho más de lo que esperaba. Porque es mucho más que una historia de mujeres luchadoras que no renuncian. . Lo que en principio creía que iba a ser una novela más de empoderamiento femenino, de reconocimiento a las mujeres de otro tiempo que lucharon por derribar barreras (de las que por cierto disfruto mucho) se ha convertido en una novela que he exprimido de principio a fin por las temáticas que pone sobre la palestra. . Gracias a su ambientación he podido descubrir la Cataluña anterior a la guerra civil española en comparación con la de la posguerra. Y el Amberes del reinado de Leopoldo II, un rey controvertido por su actuación en la colonia de El Congo y su matrimonio con una prostituta a la que colmó de caprichos. Con estos antecedentes tan interesantes, Leopoldo se convierte en un personaje más de esta historia y de su mano, junto con otros protagonistas, conocemos la terrible explotación de las minas de diamante en el Congo Belga. Marta Gracia Pons aborda con mucho acierto este episodio de la historia europea, entrelazándolo con la trama de la novela de un modo muy ameno. Al igual que la II Guerra Mundial y los campos de concentración, que no es solo telón de fondo del hilo temporal de Blanca, sino que también contribuye a su manera al buen desarrollo de la trama. La tradición joyera de los judíos y su persecución por parte de los nazis son otro punto acertadamente abordado y entrelazado. . Elsa y Blanca nos enseñan que las segundas oportunidades existen, que nunca hay que dejar de luchar por lo que nos hace feliz, que reinventarse siempre es posible... Que la lealtad y el amor, de cualquier tipo, es importante y que hay duelos que cuesta superar.