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LITERATURA CONTEMPORÁNEA

EL VERANO EN QUE MI MADRE TUVO LOS OJOS VERDES

TATIANA TIBULEAC

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8,4

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Sinopsis de EL VERANO EN QUE MI MADRE TUVO LOS OJOS VERDES

Aleksy aún recuerda el último verano que pasó con su madre. Han transcurrido muchos años, pero pronto vuelve a verse sacudido por las mismas emociones que lo asediaron en aquel momento: el rencor, la tristeza, la rabia. ¿Cómo perdonar a la madre que lo rechazó? ¿Cómo enfrentarse a la enfermedad que la está consumiendo? Este es el relato de un verano de reconciliación en el que madre e hijo bajan las armas, espoleados por la llegada de lo inevitable y por la necesidad de hacer las paces entre sí y consigo mismos. Un brutal testimonio que conjuga el resentimiento, la impotencia y la fragilidad de las relaciones maternofiliales. Una poderosa novela que entrelaza la vida y la muerte en una apelación al amor y al perdón. Uno de los grandes descubrimientos de la literatura europea actual.

87 reseñas sobre el libro EL VERANO EN QUE MI MADRE TUVO LOS OJOS VERDES

Este año entendí que la fealdad y la violencia se pueden escribir desde la belleza. Y que el dolor se puede convertir en poesía. Lo hice gracias a tres mujeres: Alaide Ventura, Camila Sosa Villada y...Tatiana Tibuleac😍. Las tres escribieron libros tristes cargados de golpes y de desamor... que sin embargo, florecían en cada palabra. Y con los tres, me bastó tan solo una frase, para saber que me iba a enamorar. Pero lo que me pasó con este en particular, es que cuanto más me acercaba al final, mas iba intuyendo la pena de una nostalgia anticipada. Sabía que me iba a doler cerrarlo, por la certeza de que nunca mas volvería a esta historia🥺. Hace unos años decidí no releer libros. Después de los 40, admití que ya no tenía todo el tiempo del mundo y que no iba a leer todo lo que quería. Asi que, tomé la decisión de que por mas que amara un libro, no me podía dar el lujo de releerlo. Necesito ese tiempo para descubrir historias nuevas. Pues...leer sabiendo que te estas enamorando pero que nunca volveras a este libro, es también leer con la certeza de que se te va a romper el corazón. Es una lectura a todo o nada, que te llena y te vacía al mismo tiempo... Y pues se me cayeron unas lagrimitas cuando terminé " El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes"🥺... Con un estilo salido desde las entrañas, Tatiana cuenta la historia de un adolescente que lo primero que dice al principio del libro, es que su madre es la mujer mas fea del mundo, que la odia y que quiere que se muera. Pero tiene que pasar el verano con ella...y durante ese verano, descubrirá que su madre...tiene los ojos verdes. Por qué la odia, por qué la ve fea, por qué de pronto su madre se vuelve bella, qué sucede ese verano que lo cambia todo...por qué y como la gente no se muere ante tanto dolor... Este libro es una oda a la resiliencia, al arte y a las segundas oportunidades. Una preciosura que amé desde la primera página hasta la última.❤ P.d: DATO DE COLOR. La primera vez que sufrí por no releer, fue hace 5 años cuando leí por última vez " Cien años de soledad". Recuerdo perfectamente la angustia que sentí. Era viernes, eran las 7 de la tarde y yo me estaba deshidratando porque sabía que me estaba despidiendo del libro que mas amé en toda mi vida.  Y encima se me caía a pedazos😅. Creo que lloré tambíen por eso🤦‍♀️. Mi ejemplar era el mismo que leí hace 30 años. Una edición del '82  con las hojas ya marrones y todas sueltas. Lo pegué con cinta para poder terminarlo pero hasta ahí llegó. Si alguna vez tengo la suerte de que mis hijos lo lean...no será con este😭. Lo peor es que no sé por qué me duele tanto. Nunca me apegué fisicamente a ningún libro. Jamás tuve un fetiche por el libro como objeto. Me da lo mismo...excepto con este. Este me duele. Y pues me resisto a comprarme otro🥲. Aunque no lo pueda abrir, sigue en mi biblioteca. Maltrecho y despuajeringado, pero encerrando todo el amor que me dió el Gabo durante tantos años.


Es de esos libros que, te dan ganas de abandonar porque el principio es tan desagradable, tan soez y tan incomprensible que sólo los que tengan la valentía de esperar, podrán ver que todo tiene sentido, todo se pone en su sitio. Alesky está lleno de rencor porque su familia lo abandonó , creció solo. Tuvo que sufrir la pérdida de su hermana y el olvido de su madre durante años. Cuando ésta lo recoge a comienzo de verano no puede evitar extender esa desconfianza y vacío emocional que ha sentido durante demasiado tiempo . El enfrentamiento está servido. Pero pronto se dará cuenta que ese verano será el más importante de su vida, inolvidable, demasiado especial. Es un libro que habla de reconciliación, de perdón, el reconocimiento y enfrentamiento a la verdad. Sanar la heridas, construir puentes, repensar lo importante, vivir el día a día. Para mí ha sido muy especial, ha sido como un déjà-vu por tantas coincidencias con el protagonista. Cuando descubres que la persona que más odias es la persona que más quieres y que esa relación tiene los días contados se produce una paradoja emocional: quieres que nunca acabe pero quieres que llegue ya,que acabe esa cuenta atrás. Es triste contar los días ( un día más, pero un día menos, también). Creo que es de esas historias que duelen pero que sientes y vives al mismo tiempo que la lees.


Hay tantas reseñas acerca de esta novela que no podría ser demasiado original. Creí que poniendo tantas expectativas la experiencia lectora podía verse afectada (y como en pocos casos) no fue así. Esta novela es cruel, al extremo de querer que termine desesperadamente como esas pesadillas las que uno se da cuenta que está soñando, pero de todos modos se retuerce y se esfuerza ansiosamente por despertar. Ok. ¿por qué cinco estrellas entonces? Hace rato vengo insistiendo con la funcionalidad de la literatura ¿para qué está entre nosotros? Es hermoso que entretenga, haga pasar el rato, genere el famoso "goce estético", pero ¡qué más perfección que además de eso genere reflexión cambios de hábitos y actitud ante la vida! Que nos abre la mente y nos haga comprender enfermedades, decisiones, amores, dolores, desde otros aspectos... Es una novela que no te deja indiferente, que te marca hasta el fondo (O al menos debería hacerlo) Tengo la suerte de tener a mi madre con vida y esta novela me hizo valorarlo más que nunca. No me gusta decir que una novela es necesaria o que "hay que leerla" porque no me creo tan imponente decirle a los demás que tienen que hacer, pero realmente es una historia que merece mucho la pena, por varios motivos: por la brevedad (no llega a las 200 pág) por el lenguaje tan bello, tan simple y al hueso; y sin duda por el mensaje final que te deja el corazón en el puño 💔✨


Terribles relámpagos distorsionan las imágenes acribillando el cerebro de Aleksy. Brillantes rayos impactan ante sus ojos hasta que, largos segundos después, el estruendo ensordece, revienta el trueno y, con él, un sunami de frustración con apariencia de golpes lo inunda todo. Aleksy es a la vez protagonista y narrador de su historia, una historia dura, impactante, cuyo director de orquesta es su cerebro, doliente y perturbado. Desde su presente y aconsejado por su psiquiatra, nuestro protagonista va narrando pequeñas fracciones de su vida, recuerdos de transición; vivencias que implican una impactante metamorfosis de odio en amor. El comienzo de la narración de Tatiana Tibuleac es desagradable, dura y fea; como fea, tonta y ridícula es, a ojos de Aleksy, su madre, a la que odia y desea ver muerta; al igual que a su padre, un hombre egoísta y borracho que odia a su mujer y a su desquiciado hijo. El desencadenante de todo esto es la muerte por un descuido de Mika, la adorada hermana pequeña, acontecimiento que lleva a la destrucción familiar y al abandono emocional del hijo que queda vivo. Para reconciliarse con el hijo perdido, la madre planea un verano en un pueblecito de Francia al que rodean campos de girasoles y amapolas que invitan a la tranquilidad y a la reflexión. En él habitan peculiares personajes que, a pesar de sus caracteres, influyen en Aleksy y provocan simpatía y calidez en el lector. Tatiana, con una pluma exquisita y una destreza al narrar que nos impregna de sentimientos, va evolucionando del odio, la rabia y el rencor a la ternura, la paciencia y el amor hacia la madre arrepentida. La transformación se hace evidente en el cambio de percepción del hijo hacia la madre; ya no es fea, sino lista, valiente y divertida. Aleksy se convierte en protector de su madre, a la que tendrá en su dañado corazón, el resto de su "exitosa" vida. En paralelo , como no podía ser de otra manera, la forma del relato de Tibuleac también cambia, se convierte en una narrativa poética, adornada con recursos literarios que provocan un contraste de emociones respecto a los primeros capítulos del libro. "los ojos de mi madre eran un despropósito" "los ojos de mi madre eran los restos de una madre guapa" "los ojos de mi madre lloraban hacia dentro" Los ojos verdes son protagonistas únicos de muchos capítulos, proyectando la metafórica evolución de los sentimientos paterno filiales de los personajes principales. Un libro precioso y de una calidad literaria indiscutible. para mí, sin duda alguna, un imprescindible.


Tal vez yo quería llorar hoy. No. Tal vez yo quería poder llorar hoy. No, otra vez. Yo, definitivamente necesitaba conseguir llorar hoy y aquí estoy llorando de emoción y pena y también de gratitud con los libros, con este libro que me ha dado el permiso de sentir sin culpa: rencor y amor y ternura y rabia y humanidad... Porque a veces, ser, duele. A veces poquito y a veces mucho, hoy mucho y el resto de los días poquito o demasiado. Ese verano de esta historia, y esa madre y ese hijo son el retrato de todas las heridas del alma; un retrato con una paleta que no tiene solo colores sino emociones, miedos, amores, pesares, sentires, sobre todo sentires y muchísima precisión en los trazos tan definidos y tan poco sutiles pero tan crudos y tan bien hechos que han resultado en un libro imposible de olvidar. Uno que hay que tener en la biblioteca de casa para saber que ese verano y esa madre y ese hijo todavía están ahí... Mucho se habla de lo duro y difícil que es la maternidad pero qué tal lo duro y difícil que es ser hij@?


No se si llegó en el momento que lo necesitaba. No se si es simplemente un libro hecho a mi medida. No se por qué desde que lo vi y lo abrí sentí que sería algo especial, y, debo confesar, así fue. Fue muy especial. Me hizo sentir muchas cosas. Replantearme muchas otras. Que bonita experiencia! Jamás imaginé que podría encontrar esa joya literaria, al menos para mí. Apenas comencé con su lectura quede enamorado de la forma en la que las palabras formaban las frases; en que las frases los párrafos; y los párrafos los capítulos. Parece como si hablase del amor. Pues eso es, es el amor en estado puro. Es un libro que tengo guardado en un lugar muy especial, un consentido. Considero que la trama es excelsa, con unos componentes filosóficos muy profundos. En este se entrelaza en forma magistral distintos tiempos en los que el personaje principal narra la historia. Un personaje que, a pesar de mostrar su peor rostro, terminas queriéndolo. Es lo más humano que te puedas encontrar. Lo sabe, lo muestra, y así la autora lo explota. La historia es una historia muy bonita sobre el tiempo en que podemos aprovechar ciertas cosas. Enseña que todo es pasajero, que es mejor vivir sin odios y aprovechando lo que se tiene, porque jamás se sabe hasta cuando se tendrá. Muestra que todos tenemos defectos que impide que seamos un poco más felices, toda vez que la felicidad absoluta no existe o, al menos, lo es momentánea. Pero ese foco de felicidad, el cual se logra en algunos momentos, es el qué hay que aprovechar. Se debe explotar. La autora me atrapó por completo con este libro, su primero.


No es fácil escribir la reseña de esta novela porque me resultó "rara" y si bien hubo momentos en los que me generó algún sentimiento o sensación, la historia se quedó a mitad de camino. Además, el final es tan raro como el resto de la novela. Esperaba otra cosa después de leer críticas favorables, pero la lectura, gracias a Dios, es subjetiva. Creo que si hubiese sido más extensa, la abandonaba 😬


Con uno de los mejores inicios leídos hasta el momento, me quedé atrapada a esta lectura desde el primer instante. En tan solo cuatro líneas me provocó estupor, horror, desconcierto y rechazo. Las palabras que Aleksy, el narrador adolescente, le dedica a su madre hielan la sangre. El odio, el asco, el rencor y las ganas de matarla conmueven por su crudeza, rompen los esquemas de toda relación materno filial y nos ponen alerta para descubrir qué ha podido llevarlos a ese punto de toxicidad. Pronto vamos descubriendo los motivos que han llevado a la madre a no saber querer a su hijo, a no saber mostrarle afecto, a no cuidarlo como es debido. Aunque lo sabremos a través de la voz narrativa del hijo, que por recomendación psiquiátrica debe rememorar el verano que pasó con su madre en un pueblo francés. Un verano del que todavía no ha podido salir. Una voz poco fiable, distorsionada por el dolor, el odio y la salud mental. Madre e hijo, dos personajes desgraciados y solitarios, hundidos en su propia miseria y en su propio dolor, dos personajes a los que les sangran las heridas y la distancia entre ellos se abre como un abismo. Pero la certeza de que éste será el último verano que podrán pasar juntos les ablandará el alma y les regalará la oportunidad de acercarse el uno al otro, de conocerse, de comprender, de entender, de volver a empezar aprendiendo juntos a quererse de nuevo. Y como si de una carrera se tratara intentarán recuperar el tiempo perdido, arañando cada minuto, implorando al reloj para que se pare y les deje disfrutar de todo lo no vivido. Y esa transformación será maravillosa. Convertirá el odio en ternura, la rabia en cariño, el horror en belleza y la enfermedad en bendición. Porque habrá válido más la pena perderla habiendo podido recuperarla, que seguir teniéndola rodeada de rencor. Una nueva versión de los dos renacerá para sanar las heridas del pasado, comprender y perdonar. Pero a veces lo más difícil es olvidar, no basta con entender, el daño está hecho. La escritura de Tibuleac me dejó impresionada con la lectura de El jardín de vidrio, su segunda novela, pero no llegué a conectar con la historia y su estructura caleidoscópica. Esta vez sí me ha conquistado del todo. Su estilo directo, desgarrador, descarnado y a la vez lleno de belleza y lirismo hacen de su escritura algo único. ¿Cómo puede haber tanta hermosura y tanta poesía en palabras tan rotundas, despiadadas y desagradables? ¿Cómo en tan poco se puede transmitir tanto? Sublime. Una joya que ya huele a clásico y lo consigue en su primera novela. Magistral. Puro arte. Una lectura imprescindible. ¡Corred a leerla!


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FRASES DEL LIBRO EL VERANO EN QUE MI MADRE TUVO LOS OJOS VERDES

No te puede faltar lo que no has tenido jamás.


Publicado porJap

No te puede faltar lo que no has tenido jamás.


Publicado porjotimas

Si la muerte tuviera en cuenta la opinión de los demás, moriría mucha más gente adecuada.


Publicado porOrenda.Lectora

Los ojos de mi madre fea eran los restos de una madre ajena muy guapa


Publicado porErica Soledad Sayal

Los ojos de mi madre lloraban hacia dentro.


Publicado porCARI TEJE

El campo de girasoles había perdido los pétalos y ahora parecía un rostro hermoso destrozado por el acné”


Publicado porOrenda.Lectora