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Sinopsis de EL JARDÍN DE VIDRIO

Una novela iniciática sobre el trauma y la búsqueda de la identidad. Una lectura contundente, hechizante, cruel e inquietante que cuestiona la maternidad, el amor y los vínculos que nos unen con nuestro pasado. La anciana Tamara Pavlovna rescata a la pequeña Lastochka de un orfanato durante los años más grises del comunismo en Moldavia. Lo que en principio puede parecer un acto de piedad esconde una realidad terrorífica. A Lastochka la han comprado para trabajar como esclava recolectando, durante casi una década, botellas por las calles de la ciudad. Sobrevive en un ambiente marcado por la violencia y la miseria mientras rechaza las insinuaciones de unos hombres demasiado obstinados. «El jardín de vidrio» es un ejercicio de exorcismo doméstico. Una carta imaginada por una niña para unos padres desconocidos, en la que el dolor a causa del abandono, el desamor y la ausencia de ternura y emoción se muestra como una herida que quizá nunca llegue a cicatrizar del todo. La falta de piedad, la inmensa delicadeza estilística y la escritura caleidoscópica de Tatiana Tîbuleac hacen de esta novela una tragedia tan cruel y compasiva como reveladora de aquello que nos depara el destino y su belleza.

2 reseñas sobre el libro EL JARDÍN DE VIDRIO

  "[...]El gas ardía como un nenúfar azul. En la radio se oía todo el rato: amor, amor, amor. Tamara Pavlovna escuchaba con una leve sonrisa, la habitación se llenaba de calor. Me enseñó la casa y cayó la tarde. Ese día lo llevo conmigo a todos los países, a todos los estados de ánimo. No he encontrado nada parecido ni en el dinero ni en el amor. Nadie me ha querido más. Ni siquiera vosotros." "Tenía que hacer un salchichón de chocolate, una de esas estupideces que se les pedía a las chicas en cuarto curso. Eso es todo lo que recuerdo de las clases de Preparación para la vida: salchichones de chocolate y punto de cruz. En otras palabras, de la escuela salí fantásticamente preparada para la vida. El resto, me lo callo. Nadie me preparó para la violación. Nadie me preparó para la traición. Limpiar, cocinar, acostarse: eso tenía que saber una mujer." "Antes que vivir con la vergüenza, Lastochka, mejor vivir con dolor. Recuerda lo que te digo. Cuando llega el dolor, llama a tu puerta, le abres y ya está. Se sienta contigo a la mesa, bebéis de la misma taza, te ahueca la almohada por la noche. El dolor empieza a vivir contigo, como si llevarais juntos mil años. Como una vieja, te quiere solo para él. ¿Crees que yo no me resistí, crees que no lloré? Arráncate una muela, tírala y me comprenderás. Más terrible es el dolor de lo vacío que de lo lleno. [...] Pero con la vergüenza el asunto es complicado. La vergüenza no te quita nada, te añade algo. Se te clava como una astilla y te llena de pus. La aceptas un segundo y no se olvida de ti por los siglos de los siglos." Qué bellamente cuenta las desdichas Tatiana Tibuleac. Como tocan y remueven todas y cada una de sus palabras. 


Me parece una escritora muy interesante...la tengo en mi punto de mira. Su obra anterior también me emociono.


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FRASES DEL LIBRO EL JARDÍN DE VIDRIO

Las chicas se habían convertido en mujeres. Les habían crecido los pechos, pero no los corazones.


Publicado pormidoriAG

¿Por qué pedirle belleza a una persona, cuando existe todo lo demás?


Publicado pormidoriAG

¿Después de cuántos recuerdos se vuelve alguien alcohólico, después de cuántas traiciones se ennegrece el corazón de un niño?


Publicado pormidoriAG

“Una persona, quién sabe cuánto vale una persona? Todo el mundo dice que lo más caro es la vida de una persona, pero su precio no lo sabe nadie. Siempre que he puesto precio a la vida de la gente que me rodea, no me ha resultado nada cara”.


Publicado porAlejoCeron

“El corazón, Lastochka, no es una uña, duele. Claro que sería mejor no tener corazón, pero cómo te lo arrancas? Si uno se arranca todo lo que duele, se quedaría por dentro tan huevo como una vaina. Se secaría en vida”.


Publicado porAlejoCeron

“Es curioso cómo reparte adiós los dones cómo si estuviera jugando, aburrido, a la ruleta rusa”.


Publicado porAlejoCeron