EL ULTIMO ENCUENTRO

Sándor Márai nos deleita con una prosa exquisita en esta novela tan poco común, una historia que contempla una espera de 41 años de silencio, de meditación, de reflexión, de autoencuentro, acusación, perdón, aceptación. Nos da una muestra magistral en un casi monólogo dedicado a la amistad, al significado de estar enlazado por una cadena invisible de compromiso, solidaridad y momentos compartidos, que en un momento inesperado se rompe por una traición, traición que se analiza, se vive en soledad por 41 años de espera al reencuentro del amigo, para solo enfrentarlo con dos preguntas. La narrativa (pensamientos, frases, soledad) nos atrapa desde las primeras páginas, invitándonos a continuar su lectura. ¡Excelente!

Muy lindo libro de Sandor Marai. Si bien la trama es sencilla (el encuentro de dos amigos después de 41 años en plena Segunda Guerra Mundial), la escritura del autor es maravillosa. Reflexiona sobre la amistad, los celos, la pasión, la traición, las clases sociales, el nacionalismo en la época del Imperio Austro-Hungaro, la responsabilidad como soldado, del honor y del amor. La descripción de cómo siente, vive y sufre la amistad es emocionante. Gracias a mi amiga @marenpergamino que me propuso una lectura conjunta y que me dio a elegir entre algunas opciones (por suerte elegí éste libro!!!).

Aunque la temática de esta novela me pareció ligeramente “corta” Me refiero a corta por la limitación de personajes, escenarios, situaciones, etc, lo cual no le resta un ápice de interés, por el contrario. Tratare de aclarar en los siguientes párrafos Un reencuentro de dos amigos, que tras largos años de no verse, concertan una cita, Todo ello, aderezado, por la decadencia de las formas, las costumbres, manifestada en el deterioro del castillo de Henrik, , castillo que era famoso por las fastuosas reuniones, y el derroche musical que en ellas se hacía Henrik, quien lleva la voz cantante en la novela, convirtiéndola, prácticamente en un monólogo, Cargado de sentido Recibe a Konrad, su gran amigo y..” rival” convertido en una especie de trotamundos , para hablar de lo que ha sido su vida en este largo tiempo de ausencia, pero sobre todo de lo que fueron en los años previos a su separación, y tratar de aclarar un misterio , que obvio, incluye una mujer, Sin embargo, el estilo literario tan exquisito, la colocación de la palabra precisa, la frase correcta, una prosa exacta y delicada, convierten en un deleite la lectura de esta novela Por otro lado, las disquisiciones morales, siempre vigentes, e igual de precisas, acompañadas de la búsqueda de la verdad ,a fin de liberar y liberarse, aportan una fuerza digna de encomio, y un motivo mas para su lectura, Sandor Marai, redescubierto por los editores italianos, tiene ahora, en la literatura internacional, ( y en mi corazón) un lugar especial que literalmente, se ha ganado a pulso

Benditas reseñas que te descubren magia y te despiertan apetito literario. Ansia que se acompaña de excitación al empezar el libro y se mezcla con el asombro. La belleza aquí se sustenta en el arte de Marai de hacer magnético un monólogo enloquecedor a base de un estilo envolvente y catártico. Aunque a veces pudiera ser redundante, no pude despegarme de sus páginas, cuál insecto que va rondando a la luz… Ha sido un agradable descubrimiento.

Es un ajuste de cuentas con la vida. Tiene reflexiones fantásticas y una visión lúcida del pasado y lo trascendente.

Hace unos dias una lectora de Pergamino, me sugirio a voz de cuello : LUIS........EL ULTIMO ENCUENTRO .....YAAAAA. Entonces fui hacia el. La novela trata sobre la amistad y un adulterio, pero va mas alla. El amigo engañado sufre y se tortura en la busqueda de una verdad inacesible. Su vida han sido los detalles,siempre, como partes de un todo. Y consigue la expiacion, sin obtener respuestas. El traidor Konrad , asiste impasible a un monologo de culpas y resentimientos por parte del otro. Y eso le alcanza porque al final, se redime. Me ha gustado este libro. No alcanza la calidad literaria de otras obras, sobre el mismo topico como son Madame Bovary o Ana Karenina......pero eso es harina de otro costal. De modo que, gracias @marenpergamino por la recomendacion. Pero no me GRITES........porque yo te quiero bien.

Sándor Márai, un escritor que hace treinta y dos años se disparó a la cabeza para terminar con el dolor de la soledad, es el autor de esta novela donde cada frase brilla por la claridad, por una absoluta capacidad de evocación al contar la experiencia de dos ancianos que se reúnen buscando el sentido de lo que fueron sus vidas y su amistad, consumidas por el amor a la misma mujer. En este libro cada línea hace fluir el tiempo y deja al lector perdido en los laberintos de la memoria que va presentando el viejo general a su huésped, recordando su juventud, aquellas épocas que compartieron casi como si fuesen hermanos, y los hechos que acabaron por separarlos, en una reflexión lenta y aguda sobre el amor, el significado de la amistad, el peso asfixiante de la soledad y el exilio, y el sufrimiento que espera en los senderos de la traición. Las páginas desaparecen y de repente, una vida narrada con la precisión de la palabra, se manifiesta ate el lector en la plenitud de su fuerza: la nostalgia de aquello que se ha querido, el tiempo irrefutable, el ser y su triste levedad; múltiples sensaciones creadas mediante la conversación de dos personajes en una sola noche, conversación de la que surge la trama de la novela. Este mecanismo es lo más bello de El último encuentro, me hace soñar con las posibilidades infinitas para contar historias que nos ofrece la comunicación entre las personas. Me tomé arbitrariamente un día libre para releer la obra y para pensar en esta nota. ¿Qué diablos puede importar la administración pública cuando se tiene en las manos un hito de la literatura como éste? Quiso el azar, cuya justicia es indiscutible, que me despidiera del libro precisamente el mismo día en el que Sándor Márai se suicidó. Hice bien en postergar cualquier cosa antes que privarme de su lectura, ahora, por el extraño poder del leguaje, somos amigos, más allá de la muerte.

La verdad es que cuando empecé la novela, pensé que si la cosa seguía de la misma forma, la dejaría. A medida que avancé necesitaba saber más acerca de la obsesión de un hombre que, educado y sostenido durante toda su vida por unos principios tan rígidos e inamovibles, necesita entender a toda costa la razón por la cual hay una sola cosa en su vida que se le ha resistido. Esa obsesión le lleva a renunciar durante 41 años a una buena vida, para sobrevivir planeando una venganza de lo más peculiar. Se trata de una novela corta que, sin embargo, no puede leerse en un suspiro, yo al menos, no he podido, porque he necesitado no sólo degustarla sino que me atrevo a decir, masticarla. Hay en ese monólogo, casi toda la novela lo es, tantas reflexiones morales y filosóficas, tanta profundidad en tan poco espacio, que creo que en algún momento volveré a releerla.