Un relato que transmite el abandono, la desorientación, el desconcierto y la desesperanza de una persona que sabe que va a morir. El nombre del relato proviene de un pozo situado dentro de la celda en la que se encuentra el protagonista, en la que también se encuentra un péndulo con una guadaña con el que le torturan. En esta obra Poe demuestra su dominio sobre el lenguaje y las técnicas narrativas más efectivas, para involucrar y hacer sentir al lector como un testigo directo de los agobiantes pensamientos y experiencias sufridos por el narrador.
De lo mejor del gran Edgar Allan Poe. Es una narración que trasmite de manera magistral todo lo que el protagonista está sintiendo. Puedo decir que sentí la desesperación, el terror, y tantas cosas más sentía el protagonista del relato. Excelente narración y un final de los mejores de todas las historias del gran Poe.
Un cuento de terror psicológico y desesperanza. La originalidad de la historia, la minuciosidad de los detalles y esas descripciones tan magistrales, no te dejan indiferente en ningún momento de la historia. Tenemos un hombre condenado a muerte. No conocemos su nombre ni la razón de su condena, pero sabemos muy bien que su muerte será inevitablemente atroz. Nos dará claustrofobia, musofobia, asco y ansiedad, pero finalmente comprenderemos porque Poe es considerado uno de los más grandes genios del terror.
Brutal, una lectura perturbadora y adictiva; está tan bien escrito (y traducido) que las palabras resuenan en tu cabeza. Lo vives. Me han entrado terribles ganas de releerlo por octava o duodécima vez.
Con este escrito comencé a leer más de Poe, siempre he sentido mucha curiosidad por la santa inquisición y el péndulo es uno de los mas populares, entre muchos otros, pero la ansiedad que transmite el autor con esto es indescriptible. Mi preferido por supuesto y estoy dispuesta a releerlo las veces que hagan falta. Aunque admito que mi amor por Poe se ha ido apagando con los años, nunca olvidaré el pozo y el péndulo, su ansiedad, y el miedo en estado puro.
Es uno de los relatos que más me han gustado, ahorita que estoy en la etapa de leer libros de la este género, me enamoró el suspenso que maneja, crea un sentimiento de ansiedad y angustia que atrapa.
“Cuando nos despertamos del más profundo sueño, rompemos la telaraña de algún sueño. Y, no obstante, un segundo más tarde es tan delicado este tejido, que no recordamos haber soñado.”
Cuando nos despertamos del más profundo sueño, rompemos la telaraña de algún sueño. Y, no obstante, un segundo más tarde es tan delicado este tejido, que recordamos haber soñado...
No es que me aterrorizara contemplar cosas horribles, sino que me aterraba la idea de no ver nada
“Transportándome silenciosamente hacia abajo, aún más hacia abajo, cada vez más abajo, hasta que me invadió un vértigo espantoso a la simple idea del infinito en descenso.”
En la muerte... ¡no!, incluso en la tumba no todo se pierde. De lo contrario, no existiría la inmortalidad para el hombre. Al despertarnos del más profundo de los sopores, rompemos el finísimo velo de algún sueño.
Cuando volvemos a la vida después de un desmayo, pasamos por dos momentos: primero, el del sentimiento de la existencia mental o espiritual; segundo, el de la existencia física.