CUENTOS COMPLETOS

Abelardo Castillo – Cuentos crueles (Resumen) Capítulo para Laucha El Abelardo escritor (Cacho) vuelve al barrio después de años, a la casa de Laura, su novia de la infancia. Encuentra a la mujer con la madre, entreveran recuerdos. Yendo a buscar un objeto de niños a un cuarto, quedan el uno frente a la otra rozándose los cuerpos, cuando interrumpe el marido, Fosforito, viejo compañero de juegos de Cacho.Doña Isabel insiste en que Laura le muestre al invitado el álbum de casamiento. Antes de que venga el padre de Laura, Abelardo se va. Patrón Antenor es amo y señor de un campo que se extiende más allá de la vista. Un día decide que quiere tener un hijo y va a la casa de la abuela de Paula a pedir su mano; la vieja no se puede negar. Dos años más tarde, casi en un rol de esclava, Paula queda embarazada. El mismo día el viejo es corneado por un toro y queda postrado. Con el tiempo la muchacha va aislando al hombre y prepara la casa para tener su hijo en soledad. Cuando nace, lo deja al lado del viejo en la cama y se va. Los muertos de Piedra Negra El coronel Lago, leal a Perón, planea un asalto a un cuartel como parte de las acciones de sublevación a la Revolución Libertadora. Convence para eso a unos trabajadores de las canteras cercanas a Bahía Blanca, entre los que están Martín y Anselmo Iglesias. Esa noche la cantinera del pueblo les vende vino fiado, iniciando la traición. Durante el asalto al cuartel, los hombres quedan desprotegidos. Terminan todos muertos. Hombre fuerte Anselmo Arana se transforma con los años en el hombre fuerte del partido, amparado por el doctor, su mentor, quien llega a tratarlo de igual.En un momento, diez años antes, tiene un altercado con un nicoleño, al que termina marcándole la cara y quedándose con su mujer.En un acto, el doctor Arana presiente entre la multitud al nicoleño, quien lo aborda en una caminata. En vez de buscar venganza, el hombre se arrastra ante el doctor, ofreciéndole sus servicios. Éste le responde, dándole una esperanza. Una estufa para Matías Goldoni Matías acaba de reparar su primera estufa ante la mirada incrédula de su mujer, quien además lo desalienta, como si fuera otro paso en falso más. El dueño de la estufa llega a la casa, lo hace pasar a la cocina pero tras varios intentos la estufa no enciende, la mujer lo mira confirmando el fracaso anunciado. El hombre se retira ante el ruego de Matías. Réquiem para Marcial Palma El cuento cuenta varias historias al mismo tiempo: la del Marcial humillado, la del guapo recién llegado a San Pedro, la de Valeria y la del viejo que observa.Marcial había llegado varios años antes de Entre Ríos, y desafiando a don Amancio Drago, se había convertido en el señor de La Rinconada. La historia salta unos años hacia adelante, cuando un cajetilla llega a buscarlo a él y lo desafía a pelear sólo con las manos, como hombre.A medida que la pelea va cambiando, Valeria se ofrece como trofeo para un lado y el otro. En el cruce Hacia 1955 en un cuartel se palpita la Revolución Libertadora. El teniente Cembeyín, leal al general Perón, planea un asalto al escuadrón de Sierras Bayas, revolucionario.Cembeyín confía en tomar el escuadrón con una ambulancia y tres hombres: el tucumano Rojelja, el judío Yurman y el que relata la historia. Decididos, antes de llegar a destino, hacen una parada en el camino. El tucumano le dispara al teniente, quien queda muerto dentro de la ambulancia. Luego siguen hacia Sierras Bayas, tiran al aire y se ofrecen blanco de los disparos. Al volver al cuartel, se los trata como héroes. Negro Ortega Jacinto Ortega es un boxeador al final de su carrera, que pauta con el rumano Morescu una caída a mitad de pelea con Carlos Peralta, una joven promesa de veinte años. Ortega habla los días previos a la pelea con el viejo Ruiz, quien le cuenta de aquella noche en la que estuvo a punto de ser campeón mundial contra un noruego. Ortega ve a un viejo de cuarenta y cinco años, demacrado por los golpes y aferrado a la biblia, y comprende que el combate con Peralta es tal vez su última oportunidad de ser recordado como un ganador. La noche de la pelea, Ortega escucha la cuenta del árbitro en el último round, ante la mirada colérica el rumano en el ring side, se levanta, tira el golpe de su vida, pero el chico lo esquiva y lanza el suyo. Ortega cae boca arriba con los brazos en cruz. Los ritos El protagonista vende un conjunto de objetos que le recuerdan a Virginia, una mujer con la que convivió durante tres años y que no puede olvidar. Viaja a San Pedro. Allí conoce a María Fernanda, la mujer de un bioquímico, sobre la que siente una gran atracción. Durante un tiempo, tienen una relación bastante fluida, hasta que ella le pide que la lleve con él. Luego, una noche en la cama, él le dice que la ama, nombrando a Virginia. Ella le pide que se vaya; al día siguiente, él deja la ciudad.

Es mi escritor amado. Leí todos sus cuentos de a poco, en suplementos culturales, en libros conseguidos de manera impensada en librerías de viejo, en reediciones a lo largo de los años hasta volver a leerlos así, recopilados en esta edición. Me guio desde la adolescencia como una mano tutelar que me introducía en los autores imperdibles y necesarios. A través del tiempo de mi vida siempre me han acompañado sus libros.