Relato de un mundo amenazado por el cinismo, la ambición, la miseria moral y la violencia, en el que Vargas Llosa ofrece un retrato del Perú de los años 1990 y crea un mural en el que personajes de distintos ambientes sociales se ven afectados por el pavor provocado por el terrorismo de Sendero Luminoso, el periodismo amarillista y la corrupción asociada a las esferas de poder durante el gobierno de Alberto Fujimori.
No es una buena historia aunque su lectura es facil. Adquirí este libro cuando asistí a su conferencia en la Feria del Libro de Buenos Aires. Esperaba más.
Tal vez no sea la mejor novela de Vargas Llosa, sin embargo, se le puede sacar mucho provecho a su lectura. Desde mi punto de vista hay dos formas de ver esta novela, se puede leer de una forma superficial y nos podemos quedar con la historia del periodista, el chantaje, la esposa y las repetidas escenas sexuales. O podemos mirarla desde una perspectiva más amplia, situándonos en el momento histórico en el que se desarrolla, analizando los detalles de la situación social y política (la dictadura de Fujimori), que recordemos que es algo que muchas personas vivieron en carne propia. También podemos reflexionar sobre la censura periodística en situaciones de este tipo. Creo que no es una novela donde el valor más grande recaiga en los personajes principales, sin embargo, pienso que el contexto general sí puede dar al lector motivos para analizar y reflexionar.
Va sobre el periodismo amarillista en las épocas del terrorismo en el Perú, va de la mano con una historia romántica entre dos amigas, y con el día a día de una serie de ejecutivos de altos rangos, siendo manipulados, convirtiéndose así en una novela policial, acercándose a un thriller; y esté llegando a ser espejo de la sociedad peruana en esos años de la dictadura de Fujimori.