CARTAS EN EL ASUNTO

Cartas en el asunto, es el libro que abre un nuevo arco argumental en la saga mundodisco, la de Húmedo Von Mustachen, y que por desgracia a Terry Pratchett no le dio tiempo a terminar. En este caso se nos presenta al carismático Húmedo, un estafador que es amablemente persuadido por el patricio de Ankh-Morpork, para poner toda su habilidad en engañar y estafar al servicio del estado, asi este personaje/saga iba a ser una parodia de los sevicios públicos. En este caso tenemos al bueno de Húmedo, que en el día en que va a ser ahorcado, se halla ante Lord Vetinari que a cambio de perdonarle la vida, le encarga modernizar el desastroso servicio postal de la ciudad, con la falsa ilusión de que será capaz de escapar del encargo del patricio, acepta, pero nadie escapa de los planes de Lord Vetinari. Nuevamente el título es un juego de palabras, ya que el título original es "Going postal" que es una expresion idiomática que se viene a traducir como "perder la cabeza" o "volverse loco", asi el título es muy apropiado ya que aparte de la evidente referencia al servicio de correos, todos los personajes con los que tiene que lidiar Húmedo están a cada cual más loco. Es uno de los pocos libros de mundodisco que viene estructurado en capítulos y los personajes tienen formas de hablar muy peculiares que los hace reconocibles en cualquier diálogo, así, aparte de La Muerte que siempre habla en mayúsculas, Húmedo y Asidor, dominan la dialéctica mucho mejor que cualquier político, El señor Pistón que hace que todas las palabras comiencen por mayúsculas, los Igor que usa z en las s, y luego están los muy reconocibles por su forma de hablar: Ardite, un cartero veterano que se aferra a las viejas tradiciones de los carteros (como el ser perseguido por perros) y Stanley, un cartero joven con una poco saludable afición por los alfileres. Y hago un aparte para el siempre grande Lord Vetinari, el patricio/tirano de la ciudad que es frío, calculador y con una mente más retorcida que un sacacorchos, demuestra con una inusitada simpatía que en Ankh-Morpork no hay buenos ni malos, solo personas indebidamente empleadas y supervisadas. Como siempre, Terry Pratchett se vale de la historia para hacer una sátira de todos los clichés que existen sobre el mundo del correo, como el miedo irracional a los perros, la burocracia, o la función de los sellos. Y de paso tambien tenemos el eterno conflicto entre la tecnología moderna (las torres de Clac, que vienen a ser nuestro e-mail) y la decadente pero encantadora oficina de correos de Ankh- Morpork, reivindicando el encanto de las cartas frente a lo frío en impersonal de las tecnologías modernas en varios diálogos, este es uno de mis favoritos: "—Se me ocurre que ahora tenemos los clacs. —¿Los clacs? —replicó Húmedo—. Yo le diría que los clacs son maravillosos si se quiere conocer los valores del mercado de gambas de Genua. Pero ¿acaso puede usted escribir S.C.U.B.A. en un clac? ¿Puede sellarla con un beso amoroso? ¿Puede derramar lágrimas sobre un clac, puede olerlo, puede incluirle una flor prensada? Una carta es más que un simple mensaje. En todo caso, los clacs son tan caros que el hombre medio de la calle solo puede permitírselos en momentos críticos: ABUELO MUERTO FUNERAL MARTES. ¿El salario de un día de trabajo para mandar un mensaje que es tan cálido y humano como lanzar un cuchillo? Las cartas, en cambio, son reales." Personajes fantásticos, situaciones absurdas, paradojas temporales, y como siempre muy muy divertido.

Primera entrega de las aventuras del estafador Húmedo Von Mustachen que en esta ocasión termina haciéndose cargo de las oficinas del correo de Ankh Morpork y transformando varias vidas en el camino. Un personaje excelentemente construido, divertido y con mucho corazón, en medio de una historia fiel al estilo del Mundodisco de Pratchet.