Un vibrante testimonio que refleja la realidad de miles de adolescentes. Una muchacha camina al borde del abismo. Cielo Latini, niña precoz, sensible y creativa, educada en una familia “normal”, siempre una enfant terrible fascinada por el arte y por la muerte, cuenta cómo su adolescencia fue un descenso a los infiernos. La desfloración a los catorce años, la dependencia amorosa y sexual de un hombre mucho mayor que ella, la fascinación con la muerte, la bulimia y la anorexia, la creación del blog “Mecomoami” en el que miles de adolescentes hacían público su derecho a ser anoréxicas, los intentos de suicidio, la autoflagelación. Y finalmente, la resurrección, la cura a través de la palabra. Hoy es una bellísima joven que ha sobrevivido al infierno para poder contarlo.
Un libro que te muestra tal cual es la cara de estos duros padecimientos y de lo que uno esta dispuesto a hacer con tal de llegar a la meta. Sin duda un libro que describe muy bien lo que es estar atrapada en ese círculo interminable de lo que es la bulimia, la anorexia y la auto lesión. El libro cuenta la historia de Cielo, que más que ser una historia solo en papel, es la autobiografía de la autora que nos cuenta como es estar bajo estas condiciones de lo que es llegar al límite. Cielo, una chica que apenas conoce el amor y no tiene experiencias favorecedoras con la amistad. Cielo se ve encantada por Alejo, un tipo mayor que ella, ambos entablan una especie de relación que aunque al inicio parece una linda historia la verdad es que muy poco cerca esta de ser lo. Alejo tiene cautivada a Cielo, un absurdo amor de su parte de la chica que la llevará hasta los límites de la bulimia y la anorexia.
Tuve la suerte de no cobrar este libro, lo leí gracias a alguien que me lo prestó y casi no pude terminarlo, desde mi punto de vista como mujer con TCA este libro me da pena, mala redacción, tedioso de leer y un capricho tras capricho por parte de la protagonista.
No es un cuento de hadas, tampoco una guía directa de cómo destruirte la vida. Es solo la verdadera historia que viven cientos de personas al sufrir ese tipo de enfermedades mentales. Cruda, directa, fría. Sin matices.
Latini se embarca en la escritura de sus padecimientos psiquiátricos desde su adolescencia. La prosa no resulta muy elaborada, se puede entender por lo joven que estaba cuando inició su escritura; además de ser su primer ejercicio literario. La historia resulta interesante, aunque angustia por ratos su relación obsesiva con Alejo.
Un libro fuerte, no es fácil terminarlo pero lo hice. Cielo cuenta su historia y, a ver, algunas personas dicen que es muy tonta toda su reacción y todo lo que pasó, pero, ¿por qué no nos detenemos a pensar un poco? Era una adolescente (la etapa de la adolescencia está llena de emociones, sentimientos confusos por lo mismo que están formando emocionalmente), fue manipulada, no juzguen a un adolescente cuando el adulto ahí fue él y se aprovechó de ella. Por otro lado, ¿dónde estaban sus padres? Es importante estar presente en esa etapa sin atormentar.
Se empezaron a preocupar por mi aspecto físico pero jamás se preocuparon porque yo no tenía amigas o porque leía demasiado o porque no recibía llamadas telefónicas ni quería festejar mis cumpleaños.
Le creía, le creía cualquier cosa. Si me hubiera dicho que después de hacerlo iba a aparecer Papá Noel con una bolsa llena de Barbies para mí, también le hubiera creído.
Una nena que creció leyendo Bécquer mientras sus compañeras jugaban a ver quién se pintaba los labios del color más lindo, no es normal.