Sinopsis de ZAMA

Nnarra la existencia solitaria y suspendida de un funcionario de la corona española en Asunción del Paraguay que, víctima de una interminable espera, aguarda ser trasladado a Buenos Aires a fines del siglo XVIII. La de Zama no es cualquier espera, se trata de una condición existencial, angustiosa y reflexiva, en un territorio caracterizado por la lejanía, la ajenidad y la disposición para el recuerdo. Zama es la novela de un exiliado castizo, con un lenguaje intemporal y arcaico, por momentos cercano al del Siglo de Oro. Se trata de un libro perfecto, donde la cualidad filosófica se desprende naturalmente de una prosa deslumbrante.

16 reseñas sobre el libro ZAMA

Me recordó a Pedro Páramo. Una novela muy poética y muy visual, desarrollada en las tierras salvajes de Latinoamérica.


"Comenzaba la tarde, pero tanto mal me había dado aquel día que me espantaba continuarlo. Sin embargo, no se puede renunciar a vivir medio día: o el resto de la eternidad o nada". Fines del siglo XVIII. Don Diego de Zama, empleado de la corona española, se encuentra en Asunción. Espera un traslado hacia Buenos Aires donde lo espera su esposa. También espera sueldos atrasados. Esa espera es la que domina toda la obra. Un hombre varado en medio de la nada, solo espera. El autor se mete en el vacío de su protagonista, un vacío existencial. El poder lo tiene atrapado sin poder hacer nada. Zama solo espera... La novela se divide en tres momentos bien marcados. En el primero llamado 1790, el autor nos mete en el lugar, esa aldea pequeña en medio de la selva paraguaya. Muy poco para hacer. Zama espera impaciente su traslado. Ahí en ese aburrimiento aparece la figura de Luciana. El amor platónico aparece talvés como vía de escape. El segundo tramo se llama 1794, y en él Zama busca escapar de la realidad en forma de alucinación, aparece el elemento fantástico. En su visión aparecen mujeres que lo acompañan, solo para comprobar su absoluta soledad. Es padre, intenta formar una familia, pero entiende que todo es inútil, el vacío que siente es tan fuerte que no lo puede controlar. En el tercer y último apartado, 1799, Zama es incluído en la búsqueda de Vicuña Porto, el cual es acusado de alzar a los indios. La sorpresa es que Zama lo descubre mezclado entre los soldados. Aquí el autor analiza la necesidad de disfrazarse, de cambiarse, de esconderse, la misma que soporta Zama. Novela esencial en la literatura argentina. Maravilloso el lenguaje encontrado por el autor. Una novela que te obliga a reflexionar. Imprescindible.


"Zama toma directamente el problema de la tradición y el carácter argentino: qué son y qué deberían ser. Toma como tópico la escisión entre la costa y el interior, entre los valores europeos y los americanos. Ingenua y, en algún grado patéticamente, su héroe ansía una Europa inalcanzable. Sin embargo, Di Benedetto no usa la cómica hispanofilia de su héroe para sostener un caso a favor de los valores regionales y de los medios literarios asociados al regionalismo, al modo de la antigua novela realista. El puerto donde acontece Zama es apenas descrito; casi no tenemos idea sobre cómo la gente se viste o en qué se ocupan; el lenguaje del libro a momentos evoca, hasta el punto de la parodia, la novela sentimental siglo XIX: pero, aún más, evoca el teatro del absurdo del siglo XX (Di Benedetto admiraba a Eugène Ionesco, y a Luigi Pirandello antes que él). Incluso cuando Zama satiriza las aspiraciones cosmo-politas, lo hace de un modo cosmopolita y modernista. Zama tardó un largo tiempo en gestarse, pero se escribió con apuro. La prisa de su composición se muestra claramente en la Parte II, donde la topografía casi onírica de la residencia de Ignacio Soledo es tan confusa para el lector como lo es para Zama, pasando de habitación en habitación cada vez más oscuras buscando comprender qué hay detrás. Confuso, pero fascinante: Di Benedetto se desprende de la lógica narrativa y deja que el espíritu lleve a su héroe donde desee. El sueño de recuperar el Edén, de comenzar de nuevo, animó la conquista europea del Nuevo Mundo desde los tiempos de Colón. En el caso de la nación independiente de Argentina, que nace en 1816, esto decantó en olas tras olas de inmigrantes en búsqueda de una utopía que resultaba no existir. No es fortuito que la esperanza frustrada sea uno de los grandes temas subterráneos de la literatura argentina. Como Zama en el puerto perdido, el inmigrante se encuentra arrojado en un lugar en absoluto idílico desde el cual ya no hay escapatoria obvia. Zama es un libro dedicado “a las víctimas de la espera”. Las aventuras de Zama en el territorio indígena salvaje están relatadas en un estilo rápido y asociativo que Di Benedetto aprendió escribiendo guiones. Algunos de sus críticos le han otorgado un gran peso a la parte III. A la luz de ésta, Zama se lee como la historia de un americano que se desprende de los mitos del Viejo Mundo y se compromete a sí mismo ya no a un Edén imaginario, sino al Nuevo Mundo en toda su increíble realidad. Esta lectura se sostiene en el rico soporte textual que ofrece Di Benedetto: flora y fauna exóticas, depósitos mineros fabulosos, comidas desconocidas, las tribus salvajes y sus cosas. Es como la primera vez que Zama abre sus ojos ante la plenitud del continente. Que todo este conocimiento no le haya llegado a Di Benedetto por experiencias personales –nunca puso un pie en Paraguay–, sino a través de libros, y entre ellos una biografía de Miguel Gregorio de Zamalloa, nacido en 1753, corregidor durante la rebelión de Túpac Amaru –el último monarca in-ca– es una ironía que no debe complicarnos. Zama (1956) fue su primera novela extensa y tuvo una recepción crítica aceptable. Nada extraño en un país que se veía a sí mismo como un espacio aislado de la cultura europea que intentó suplir la lejanía con los parentescos europeos. Se identificó al autor como el primer existencialista latinoamerica-no, luego como un nouveau romancier latinoamericano. Durante los años 60’ la novela se tradujo a varios idiomas europeos, aunque no al inglés. En Argentina, Zama ha permanecido como un clásico de culto. Zama termina con su héroe mutilado, incapaz de escribir, esperando la llega-da del hombre que un siglo y medio después contará su historia. Como Miguel Fernández enterrando su manuscrito, Di Benedetto –en un breve testamento escrito poco antes de su muerte– afirmó que sus libros fueron escritos para generaciones futuras. Cuán profético sea este modesto alarde sólo el tiempo lo dirá." Antonio Di Benedetto, un gran escritor que deberíamos conocer - Este texto se publicó originalmente bajo el título de “A Great Writer We Should Know”, en la edición del 19 de enero del año 2017 del The New York Review of Books. J. M. Coetzee escribió este texto a fines del 2016 con ocasión de la publicación de la traducción inglesa de Zama preparada por Esther Allen y publicada por la NYRB Classics.


Me encantó y me desesperó a la vez: la espera de Don Diego de Zama es también cualquier otra espera. Esta novela es tan inmensa y profunda en sus reflexiones que espero poder releerla algún día. Van dos partes muy cortitas que resumen en cierto modo la extrañeza, la ambición y la angustia, otros de los tantos temas de esta novela: “…yo esperaba ser yo en el futuro, mediante lo que pudiera ser en ese futuro. Tal vez creía serlo ya y vivir en función de esa imagen que me aguardaba adelante. Tal vez ese Zama que pretendía parecerse al Zama venidero se asentaba en el Zama que fue, copiándolo, como si arriesgara, medroso, interrumpir algo.” “Todo era demasiado ambiguo, pero no me parecía que la ambigüedad estuviera en ella, sino que emanara de mí mismo y que esa figura femenina, a mi lado, no fuese verdadera, sino una proyección de mi atribulada conciencia, una proyección corporizada por los poderes de mágica creación que posee la fiebre. -Tengo miedo- repetía aún con tristeza y se me ocurrió que esa tristeza no le pertenecía, que era mía y muy añeja.”


Pobre Don Diego de Zama, espera una retribución real y ajustar las coordenadas de su vida íntima y familiar. Pero nada está disponible a su voluntad ni libre albedrío. Por si fuera poco, lo toman como un cretino y él resiste su vergüenza estoicamente. La novela tiene un mundo periférico y colonial que se desvincula de la realidad porteña. En ese sentido funciona como una novela histórica original. Luego, estamos con un anrihéroe perfecto, que desespera y angustia al lector casi sin dar espacio a la clemencia.


No tengo más que elogios para este escritor argentino (1922-1986), su estilo poético, la fuerza de su relato, los personajes, el lenguaje que utiliza, todo lo posiciona como uno de los grandes escritores hispanoamericanos a la altura de Borges, Cortázar, Silvina Ocampo. Al leer a Di Benedetto incrementa mi pasión por la literatura, por el poder de las palabras. Zama no es un libro fácil, hay que darse tiempo para adaptarse al estilo, pero una vez superado ese límite nos es más que disfrute. Dedicada a las víctimas de la espera, Zama las peripecias de Diego de Zama, un funcionario americano del imperio colonial español en Asunción del Paraguay, a finales del siglo XVIII. Olvidado en esa ciudad, en la que fue designado por un corto tiempo que se prolongó más de lo deseable, Zama aguarda el momento de incorporarse a una sede de mayor prestigio dentro de la administración colonial. A lo largo de la novela, Zama, espera; espera un barco con noticias de su familia que dejó en Buenos Aires, espera las monedas de un sueldo siempre demorado, espera una recomendación, espera ser el protagonista de un acto heroico que lo redima.


Gran libro, la desesperación de la espera, el estar solo, lejos de la familia, los sueños que no se cumple y la decadencia. Me hace acordar a Kafka. AHORA TENEMOS EL PLUS de la película maravillosa de Lucrecia Martel


Pesada y soñolienta como pocas


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FRASES DEL LIBRO ZAMA

Comenzaba la tarde, pero tanto mal me había dado aquel día que me espantaba continuarlo. Sin embargo, no se puede renunciar a vivir medio día: o el resto de la eternidad o nada.


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"—Ah, si un hombre quiere… Se puede ser la una y ser la otra. Él consigue ver a una mujer como es y como la desea. (...) —Pero sólo si él ama a esa mujer. Porque si se aferra únicamente a la que ya no es, ama una fantasía peligrosa"


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