VESTIDAS PARA UN BAILE EN LA NIEVE

Libro que recoge testimonios de mujeres que fueron sentenciadas por el gobierno de Stalin a Gulag en Siberia, los campos de trabajos forzados, donde se enviaban a presos comunes y a los disidentes políticos. El valor de la obra es la voz femenina de aquellas que enviadas ya sea por ser familiares de opositores, como otras que tuvieron actuación activa contra el régimen. Las condiciones infrahumanas, la falta de procesos judiciales y lo antojadizas de las sanciones, orientadas a causar miedo en la población en general, son el foco. Me recordó el libro de "La guerra no tiene rostro de mujer" de Svetlana Alexievich, pero claro esa es una obra enorme con muchísimos más testimonios. Sin menoscabar los testimonios que son valiosos y merecen todo mi respeto cada uno en si mismo, el único punto que creo débil es que las mujeres seleccionadas tienen muchos puntos en común de formación y cultura. El testimonio de Elena Korybut-Daszkiewicz , el de Olga Ivínskaya y el de Zayara Vesiólaya, son los que me parecieron más impresionantes y se quedarán conmigo.

Recomendable leer. Desgarradoras historias contadas a través de las vivencias de nueve mujeres, que representan un pequeño ejemplo de lo que ocurrió con miles de personas en esos lugares llamados gulags soviéticos, o campos de trabajo forzado, campos de muerte, y permitidos por un sistema totalitario, hipócrita, injusto y asesino, o como lo llaman muchas de sus protagonistas "arbitrario", abanderado por el régimen dictatorial de Stalin en un primer momento, llevándose más allá incluso décadas después de su muerte. La paradoja, encontrar tanta humanidad en medio de una ciénaga de inhumanos. He tenido ganas de llorar en muchos pasajes contados. Para finalizar, me quedo con la frase extraída del libro "la cultura ayudó a la gente a sobrevivir".

Bellísimo, el valor de los testimonios de estas mujeres que sobrevivieron las atrocidades de los campos de trabajos llamados gullags, es inspirador, en la gran mayoría las salvó su fortaleza espiritual alimentada de la gran tradición cultural rusa. Amé este libro.

Es un relato en primera persona de mujeres que vivieron los horrores del gulag. Pienso que es una lectura indispensable pues, con cada historia nos muestra la grandeza del espíritu humano y como la resiliencia se abre paso aún por los caminos más insospechados.

Un libro sin igual.

Indigna un régimen q permite y promueve tanto dolor por el mero hecho de querer ser libres de pensamiento y obra aún sin dar motivos . Cada una de esas historias de mujeres en los gulags y campos de internamiento en los q ingresan a veces por un simple chivatazo falso y q no se molestan en desmentir, son agonizantes por lo q viven . Interrogatorios feroces y crueles , trabajos imposibles de llevar en unas condiciones durísimas de inanición por falta de alimento, sueño, frío y enfermedad y con los métodos de persuasión más terribles. La verdad es q después de dos o tres historias se hace duro seguir leyendo .