UN GRITO DE AMOR DESDE EL CENTRO DEL MUNDO

Hace mucho que no me emocionaba tanto con un libro. Una historia que desde el comienzo te arrastra y no te suelta hasta dejarte en un mar de lágrimas; una revolución de sentimientos que te golpean el corazón. La narrativa es sencilla, delicada, y a la vez tan profunda, que con unas cuantas palabras puede crear frases tan inspiradoras como cualquier otra novela. El personaje principal nos regala una serie de relatos que serán un viaje hacia su primer amor; en las fantasías de una relación que se irá intensificando a tal punto de abrigar completamente el alma, e ir más allá de todo. En resumen, una serie de sentimientos puros y cargados de emoción en un ambiente melancólico. No soy experta en la literatura japonesa, pero este libro abre mi mente hacia un mundo no tan explorado. Creo que puede resultar una grata experiencia para adentrarse en este estilo. Verdaderamente cautivador.

En esta historia Saku, el personaje principal y narrador, cuenta la forma en la cual cayó enamorado de una mujer que ya no existe. Es más, desde el principio se expresa que se encuentra llevando las cenizas de Aki (su enamorada) a otro país, está muerta… desde el principio lo sabemos, y, a pesar de eso, no deja de impactar el relato de la forma en la que eso sucedió. Eso de por sí impacta, logra que sea un libro entrañable. En la primera parte del libro se narra sobre la metamorfosis del amor en un adolescente, ese amor puro, necesario, indispensable. Cómo un hombre que está habituado a convivir con una niña, de un momento a otro, se va dando cuenta sobre la importancia que ella tiene para él. Sobre esa necesidad de estar cerca de ella, de no saber bien qué es lo que siente, de pensar por primera vez en el amor y meditar si su amor es o no retribuido. Esta parte es hermosa, el autor simplemente sabe cómo contarla. Hace repasar momentos de la vida propia, situaciones de alguna forma similares. Hace entrañar ese momento de la vida en el que somos inexpertos en todo, a su vez, es tan fácil, y lo complicamos por esa inexperiencia. Se cuenta sobre ese momento en el que dos personas se miran fijamente, y no sé si será el instinto o la naturaleza misma, pero los impulsa a acercarse y darse un beso lento, cuidadoso, no se quiere hacer daño, sino demostrar con ese beso que el sentimiento que se tiene no es otro que el amor. Pues se narra sobre un amor que es retribuido, menos mal, y a pesar de que el narrador es el mismo protagonista, se demuestra que Aki también lo ama. Sus recuerdos así lo comprueban, las conductas, las palabras y los mismos silencios así lo dejan percibir al lector. Es un amor que hace suspirar, hace pensar en los protagonistas y eso ha sido relevante en la lectura. Ahora, tal como nos lo anunció el autor en el inicio de la obra, sabemos que ese amor no tiene futuro porque la joven muere. Se desarrolla también la forma como una enfermedad puede ser mensajera de la muerte pero, a pesar de ello, a pesar de la tristeza que puede representar la pérdida de un ser querido, el mensaje que se quiere vender es de optimismo. Esa es la forma en la que el abuelo del protagonista se lo enseña cuando le dice que es triste y doloroso perder a alguien, pero que si no doliera sería porque la persona ausente, esa persona que tuvo que partir, no era verdaderamente amada. Es decir, que ese dolor no es sino una prueba del amor. Se habla también sobre las promesas, sobre la necesidad de cumplirlas, pero lo difícil que eso a veces resulta. Una promesa vista como una obligación indisoluble, como la posibilidad de hacer trascender un sentimiento . Al final, así no se haya desarrollado con contundencia, se trata sobre el tema del tiempo como cura, de saber en qué momento debe trascender algo que ya ha pasado, y, pienso, lo mundano que somos y la incidencia que eso tiene para poder pasar la hoja. El libro me ha encantado, me ha parecido hermosísimo y lo recomiendo con la aclaración que no es un libro para todo momento, se debe encontrar fuerte de corazón.

Este es un libro de amor, sobre el AMOR en mayúsculas, ese amor que no tiene límites ni de espacio ni de tiempo. Es un amor puro, limpio que se siente sin más, que existe sin esperar nada a cambio. No se puede contar nada más sin desvelar aspectos importantes del argumento por lo que me voy a limitar a decir que es un libro conmovedor y que está escrito de forma sencilla pero con mucha delicadeza y sentimiento.

Una bellísima historia de amor por y para adolescentes. Una novela corta que habla del amor de dos adolescente, que no pudieron disfrutar su amor a causa de la muerte de la protagonista. Si, es una historia de amor, pero también lo es de muerte, de despedidas, de superación y de dejar atrás el doloroso pasado para seguir adelante. Un libro de lectura sencilla, que tiene buen ritmo y que se lee  rapidísimo y que se olvida lento; un libro que duele pero que a la vez consigue que, por lo menos por un rato, cuando lo cierres mires a la persona que hay a tu lado y sientas la fortuna de seguir teniéndola ahí. La novela nos narra la historia de amor de Sakutarô y Aki, dos adolescentes que se conocieron en la escuela y que verán sus vidas cambiar, así como sus sentimientos de amistad se irán convirtiendo en algo más. Él es un joven ingenioso, bastante virgen a todo, que descubre en la ternura de Aki el despertar del sentimiento amoroso. Ella es hermosa, inteligente, dulce, alegre y popular. El destino los une cuando son elegidos como delegados de la clase. Y para la fiesta de la Cultura los elegieron para desempeñar el papel principal de la obra de teatro Romeo y Julieta. Nosotros vamos a presenciar el florecimiento del amor entre ellos, como desembocadura natural de una relación de amistad bañada de intima complicidad. Rápidamente se convierten en cómplices y amigos, transformando con el tiempo los sentimientos de amistad en un amor adolescente apasionado, y fue así como decidieron ser novios. Hasta que un día, Aki descubre que tiene leucemia, por lo que ambos enfrentarán los desafíos de una enfermedad inminente y desgarradora, un amor prematuro y el significado de la vida y la muerte. Pero después de la tragedia viene la superación, el entendimiento de la pérdida y el momento de las despedidas se hacen presentes al final de la novela y nos deja un final esperanzador y con un futuro pintoresco en la trama. A pesar de la sencillez y la simplicidad de la prosa, nos permite reflexionar que los sentimientos de felicidad, amor, tristeza y pérdida son universales y trascienden eternamente las fronteras geográficas, culturales e idiomáticas, así como sobre las cosas banales de la vida y todo lo que implica amar a alguien, a sabiendas que un día esa persona ya no puede estar más a nuestro lado. También es una reflexión sobre aquellos amores que quedan inconclusos y lo que pasa en la vida de la persona que sobrevive.  Una novela que transmite toda la pureza y ternura del amor, como un sentimiento universal, más allá de la edad, la cultura. Tras leerlo es imposible no recordar el primer amor. Invade la nostalgia, pero con una dulce sonrisa en los labios.

Un novelista japones, Kyiochi Katayama, que nos entrega una historia de amor, una pasión, teñida de una circunstancia terrible sufrida, que hace decir a uno de sus personajes: "¡Ojalá el sueño fuese realidad y la realidad fuese un sueño!", pienso, pero es imposible. Un pensamiento que todos, en algún momento, a cruzado por nuestra mente ante diversas situaciones propias, que no son las del personaje, pero nos identificamos con él. La pérdida sufrida, la cual reconoce, pero no acepta, lo tiene maniatado, lo paraliza, lo sume en recuerdos que se vuelven eternos, lo entristece, lo deprime haciendo anhelar que todo sea un sueño y que al despertar la pesadilla, solo haya sido eso, una pesadilla; pero la pesadilla es la realidad que vive, que lo tiene dominado, con pensamientos que podriamos decir, son obsesivos. La historia se va desarrollando, recordando, poco a poco como se conocieron, y el autor nos va narrando la historia, enriqueciendo con emociones y sentimientos las líneas que escribe, sin que podamos intuir hacia donde se dirige esta alma inconsolable. La lectura nos espera.

Una historia de amor sin limites acerca de los limites del amor, tal vez el amor soñado, el esperado, el deseado por todos, un magnifico libro con un excelente final, amor pir amor, no la miel y dulzura de las abundantes novelas romanticas

A mi si me gustó, es un libro que desde el inicio sabes en que acabará, que habrá muerte y dolor, pero poco a poco irás descubriendo que pasó. Me gustaron mucho las reflexiones de Sakutaru, de hecho me sentí identificada con varias, su forma de pensar acerca del amor, fue tal cual lo que pienso yo, por eso cuando leí esa parte no pude evitar reírme o mas bien sonreír al ver que no soy la única que piensa eso. Se que el personaje no existe pero el autor si, así que agradezco eso. La verdad a mi no me hizo llorar como tal pero claro que es una historia triste, y algo que me gustaría decir es que por fin leí algo japonés y no me lo imagine en mi cabeza como un ánime si no como personas de la vida real jeje asi que me encantó eso también. Por último me encantó la imagen final, no pudo ser mas perfecta (para mi) porque amo los cerezos y la imagen recreada en mi mente fue simplemente hermosa!!

Una historia intensa, desgarradora. Que te deja una marca en el corazón.