TODAS LAS PIEZAS ROTAS

Me ha gustado mucho

Quedé sorprendida con la noticia de que había una secuela del libro de El niño de la pijama de rayas. Quedé sorprendida cuando vi las buenas reseñas que tenía. Y quedé sorprendida con lo bueno que es el libro. Es una lectura bien interesante, porque el primer libro conmocionó al mundo, preguntándose si la historia que era narrada estaba basada en hechos reales; pero lo que más mueve de eso es como te hace reflexionar ese libro, nos llevó a verlo todo de una manera más ingenua los problemas de los adultos. Aquí vemos como si bien la protagonista era una persona en esa historia, al final del día no dejaba de ser una niña de doce años que fue educada por estos alemanes, no podía conocer otra cosa mas lo que le decían en casa. Pero al abrirse al mundo se da cuenta de muchas cosas que también puedo hacer, pudo cambiar o provocó; dejándote pensar en si en verdad también se le puede considerar una victima de toda esa época o parte del problema. Y es que el libro nos plantea esas interesante reflexiones, esa problemática y lo dañada que terminó Gretel; pero es importante decir que nunca la victimiza, nunca la hace ver como la pobre niña alemana, siempre se acepta su parte de culpa y eso no la hace mejor ni peor persona. Es interesante la narración que tenemos, una vista a su presente siendo una mujer mayor y una perspectiva a su pasado en donde tuvo que sufrir, aprender, cambiar y evolucionar. Es raro pensar, pero a pesar de que no me gustaban algunas acciones que hacía a lo largo de su vida, debo admitir que las entiendo y tienen coherencia; alguien que vivió el privilegio en una época tan oscura terminó muy dañado. Algo que debo agregar que no me gustó es como no hay más frases reflexivas o memorables, si bien todo el libro lo es en un conjunto, no siento que tenga tal cual demasiadas partes como para subrayar. Otra cuestión, ya comparándolo con su predecesor, es que ese libro es mil veces desgarrador e no puedes soltarlo mientras un par de lágrimas se derraman por tu rostro; mientras que este es interesante, complicado y cautivador, pero por lo mismo no tiene el mismo nivel que el otro como para volverse un clásico moderno. Tiene tan buen predecesor que es difícil superarlo, pero sí superó mis expectativas y me gustó demasiado. No creo que sea algo obligatorio de leer, pero siempre es interesante pensar en que pasa con otros personajes cuando el principal muere, lo recomiendo ampliamente.

Jhin Boyne nos sumerje en la segunda parte de el niño con piyama a raya donde Gretel Fernsby, va cumplir 92 años, ha vivido durante décadas en el mismo bloque de mansión en Londres. Lleva una vida cómoda y tranquila, a pesar de su pasado oscuro e inquietante. No habla de su huida de Alemania más de setenta años antes. No habla de los años de posguerra en Francia con su madre. Sobre todo, no habla de su padre, el comandante de uno de los campos de concentración nazis más notorios, ni la trágica muerte de su hermano Bruno. Cuando una familia joven se muda al departamento debajo de ella. Gretel no puede evitar entablar una amistad con el niño pequeño, Henry, aunque su presencia le trae recuerdos que preferiría olvidar. Una noche, es testigo de una violenta discusión entre la madre de Henry y su dominante padre, una amenaza a la existencia de ellos . Gretel se enfrenta a la oportunidad de expiar su culpa, dolor y remordimiento y actuar para salvar a un niño, por segunda vez en su vida. Pero para hacerlo, se verá obligada a revelar su verdadera identidad al mundo. ¿Tomará una decisión diferente esta vez, sin importar el costo para ella?