Un verano en Cadaqués, con sus paisajes indómitos y su intensa luz mediterránea que lo baña todo. Cuando era niña, para ayudarla a superar la muerte de su padre, a Blanca su madre le contó un cuento chino. Un cuento sobre un poderoso emperador que convocó a los sabios y les pidió una frase que sirviese para todas las situaciones posibles. Tras meses de deliberaciones, los sabios se presentaron ante el emperador con una propuesta: «También esto pasará.» Y la madre añadió: «El dolor y la pena pasarán, como pasan la euforia y la felicidad.» Ahora es la madre de Blanca quien ha muerto y esta novela, que arranca y se cierra en un cementerio, habla del dolor de la pérdida, del desgarro de la ausencia. Pero frente a este dolor queda el recuerdo de lo vivido y lo mucho aprendido, y cobra fuerza la reafirmación de la vida a través del sexo, las amigas, los hijos y los hombres que han sido y son importantes para Blanca, quien afirma: «La ligereza es una forma de elegancia. Vivir con ligereza y alegría es dificilísimo.»
"El dolor y la pena pasan, como pasan la euforia y la felicidad" He tenido que sentirme fuerte para poder leerlo. Pero es capaz de removerte las tripas como hacia años no conseguía un libro
Llegó a mis manos y me lo devoré en una tarde. El libro corre suave y ligero por un tema doloroso, de manera muy entretenida y luminosa. Todo el libro lo leí visualizando el sol brillante de Cadaqués.
Un drama sobre el duelo y una frase que se aplica pra todas las situaciones, todo enmarcado en la mágica ciudad de Cadaqués
Tras la muerte de su madre (la intelectual catalana Esther Tusquets) Milena Busquets, como otros tantos heridos por la cuchilla implacable de la pérdida, convierte en literatura la materia sensible de su duelo. A su modo, casual y cotidiano (como casual y cotidiana es la muerte), Busquets erige un cuerpo nuevo, un cuerpo discursivo, donde respira la memoria de la ausente. La vida no apaga sus reclamos y el desconcierto ante la muerte constituye la mordida lacerante con la que hay que aprender a vivir. Porque la enseñanza de la madre ausente era que "El dolor y la pena pasarán, como pasan la euforia y la felicidad." Una novela sensible y de trazo sencillo que no se agota en el tema de la muerte sino que es un recordatorio acerca de la finitud.
Sin ninguna pretension literaria , despierta interes por la frescura con que esta escrito. Nos sentiremos reconocidas en esta hija y su vinculacion con una madre dominante y prestigiosa. De facil lectura, tiene reflexiones interesantes sobre el sexo, la enfermedad y la vejez.
No hay marcha atrás en una historia de amor, una relación es siempre una carretera de sentido unico
Se puede saber si a alguien le gustan los libros por cómo los mira, por cómo los abre y los cierra, por cómo pasa sus páginas ".
Me observaste enamorarme y desenamorarme, romperme la crisma y volver a ponerme de pie, desde una distancia prudencial, disfrutando mi felicidad y dejándome sufrir en paz, sin aspavientos ni demasiadas indicaciones."
No hay conversación mas patética en el mundo y mas destinada al fracaso que la de dos individuos intentando calibrar su amor.
Y te quedaste con nuestra perra. Y la hiciste tuya, como hacías con todo lo que amabas, con todos, les robabas una vida, les regalabas una vida, mucho más amplia y aireada y divertida que cualquier cosa que hubiesen conocido antes o que fuesen a conocer después.
Me gustaría poder reconstruir el mundo, o un amago del mundo, con las piezas que tengo, recomponer el rompecabezas y que algo volviese a ser como antes, no tener que aventurarme fuera nunca más, pero supongo que ya faltan demasiadas piezas".