PRESENTAMOS A UN ANTIHÉROE INESPERADO: UN SICARIO QUE FILOSOFA SOBRE LA MUERTE Y EL AMOR. LA VIDA DE ASESINO ES MUY SOLITARIA Matar por encargo, ese es el oficio de Olav. Y lo hace bien, pues se gana el sueldo trabajando para uno de los grandes capos de la droga en Oslo, Daniel Hoffmann. Sin embargo, la vida de sicario tiene ciertas contrapartidas: nadie quiere tenerte cerca. HASTA QUE TODO CAMBIA INESPERADAMENTE Aficionado a filosofar sobre la muerte y el amor, Olav se ha resignado a una vida sin pasiones cuando de pronto conoce a la mujer de sus sueños. Pero hay dos problemas. El primero es que se trata de Corina Hoffmann, la esposa de su jefe. El segundo es que la nueva misión de Olav es matarla. LO IMPOSIBLE ESTÁ A SU ALCANCE Sangre en la nieve es una novela muy diferente de lo que hemos leído de Jo Nesbø hasta la fecha. Con todo,esta exploración del deseo de redención probablemente sea uno de sus libros más maduros y personales, en el que aplica magistralmente las lecciones aprendidas con Jim Thompson y Knut Hamsun. La crítica ha dicho...«Una bomba incendiaria fabricada con crimen, venganza y un matón con demasiados problemas.»The Independent «Una novela arrolladora con toques de spaghetti western. Te atrapará.»Metro «Los múltiples talentos de Nesbø brillan aquí desde la primera página.»The New York Times «Una novela de corte clásico, con guiños al pulp, pero con hechuras sorprendentemente modernas.»Der Spiegel «Celebrémoslo: el torrencial entusiasmo narrativo de Jo Nesbø ha encontrado un nuevo cauce por el que discurrir.»Verdens Gang «Sangre en la nieve es pura artesanía, es la obra de un maestro.»Stavanger Aftenblad «Una verdadera joya.»Booklist
Hicimos el amor. No es por timidez por lo que prefiero recurrir a un eufemismo romántico y recatado en vez de emplear una palabra más directa e instrumental. Es porque hacer el amor es la expresión que mejor lo describe.
(Fue el disfraz perfecto. En la calle a nadie le llamó la atención que tres tipos ataviados con trajes de Papá Noel y cargados con sacos salieran corriendo de una oficina de correos en pleno ajetreo navideño.)
En definitiva, para recapitular: no sé conducir despacio, soy blando como la mantequilla, soy demasiado enamoradizo, pierdo la cabeza cuando me cabreo y soy un desastre para las matemáticas.
El viento y la nieve se arremolinaban dando vueltas sin cesar en la penumbra que envolvía los almacenes cerrados del muelle, hasta que el viento se cansó y dejó a su compañera de baile junto a la pared
El día que me toque a mí recibir un tiro, preferiré que sea algo personal. Tampoco se lo dije para evitar que su espíritu me persiguiera; no creo en fantasmas.
caminando a casa, me imaginé que de la nevada surgía un muñeco de nieve con las venas apenas visibles bajo su cadavérica piel de hielo.