La poderosa historia de Malala nos abre los ojos a otro mundo y nos impulsa a creer en la esperanza, la verdad, los milagros y la posibilidad de que una persona -una persona muy joven- puede inspirar el cambio en su comunidad y más allá. Malala Yousafzai sólo tenía diez años cuando los talibanes se apoderaron de su región. Decían que la música era pecado. Decían que las mujeres no debían ir al mercado. Decían que las niñas no debían ir al colegio. Malala creció en una pacífica región de Pakistán transformada por el terrorismo. Aprendió a defender sus convicciones y luchó por su derecho a la educación. El 9 de octubre de 2012 estuvo a punto de perder la vida por la causa: le dispararon a quemarropa en el autobús cuando volvía a casa del colegio. Nadie creía que fuera a sobrevivir. Se ha convertido en un símbolo inernacional de la protesta pacífica y es la nominada más joven de la historia para el Premio Nobel de la Paz. En esta nueva edición de sus memorias, que incluye numerosas fotos y otros materiales, escuchamos de primera mano la extraordinaria historia de una niña que, desde muy pequeña, sabía que quería cambiar el mundo... y lo hizo.
Impecable historia sobre el amor a los demás, la voluntad solidaria ante la más cruel realidad. Malala es una luchadora, que ya siendo niña bregó por el acceso a la educación de las mujeres, aún poniendo en riesgo su propia vida. Admirable!
Historia sobre la vida de Malala, una activista en favor de la educación de las niñas musulmanas y de todo el mundo.
Una mujer verdaderamente poderosa, una mujer que sabía lo que así, una mujer que no tuvo miedo al realizar algo imposible. Un libro muy inspirador que toda persona debería leer, por su increíble historia tan fascinante.
Una gran mujer, un gran legado que deja para seguir luchando por la educación de niñas y niños 🙏🏻 Me encantó me dejo una sensación de impotencia porque tengo una hija de su edad y solo pensar que ella pudiera pasar por eso me dolió mucho
Malala encarna a muchas niñas de medio Oriente que a pesar de sus dificultades y de sufrir un atentado logra llegar tan lejos que ha sido premio nobel de paz e incluso se volvió activista defensora de los derechos de las niñas a través de la bandera más poderosa para combatir las brechas de la pobreza y la inequidad. La Educación.
¿Porqué no quieren que las niñas vayamos a la escuela? Porque tienen miedo del bolígrafo.
Por la noche rezaba: «Dios, concédeme el lápiz de Sanju. No se lo diré a nadie.Simplemente déjamelo en mi armario. Lo usaré para hacer felices a todos».
Yo leía mis libros, como Anna Karenina y las novelas de Jane Austen, y confiaba en las palabras de mi padre: «Malala es libre como un pájaro».
Creíamos que hablar en inglés significaba que eras más inteligente. Por supuesto, equivocados. Con independencia de la lengua que escojas, lo que importa son las palabras que empleas para expresarte
Pueden impedir que vayamos a la escuela, pero no que sigamos aprendiendo», dije. Aquello sonaba esperanzador, pero en mi fuero interno estaba preocupad.
«La que empezó fue Safina —protesté—. Me Robó el teléfono rosa que me compró Aba».Mi madre permaneció inconmovible. «Safina es más pequeña que tú y debería haberle enseñado lo correcto —dijo—. Deberías haber dado ejemplo».