LO MUCHO QUE TE AMÉ

Tenía muy alta las expectativas quizás por eso no me gustó tanto. Se me hizo denso. Me gustaron mucho más los otros libros de Sacheri.

No es la primera vez que leo a un autor Argentino pero a diferencia de otros, esta obra me resulto mucho más fácil de leer. A medida que avanzaba con la lectura hubo momentos en que quedaba esperando que pasarán más cosas, o en los que me perdía con algunos pensamientos de la protagonista. Se que hay personas a las que la constante mención sobre temas de política llego a molestarle, la verdad yo lo sentí como algo muy normal. En fin me gustó bastante el libro. Me gustaría poder leer mas del mismo autor en el futuro.

La historia se sitúa en los años '50 en la ciudad de Buenos Aires, en el núcleo de una familia de clase media. Algunas costumbres, me llevaron a La casa de Bernarda Alba, como el hecho de que las menores pueden casarse, una vez que lo han hecho las mayores. Sumado a esto, la historia entre cuñados. Pero, en este punto, no voy a agregar nada más (para no arruinarle la lectura a nadie). El argumento es sencillo, demasiado sencillo, me permito decir. Creo que la historia, por breves momentos, interesante, podría haberse resuelto en 80 páginas menos.

Mis reseñas son desde una mortal lectora, desde la perspectiva de alguien que Lee para vivir aventuras.. Con este libro me sucedió algo extraño, empecé con mucha expectativa porque Vi muchas buenas referencias de él y muy nombrado, pero a pesar de que me quede pegada a él hasta terminarlo porque quería ver cómo terminaba la historia me faltó emoción. . Muy buena narración, descripción del momento histórico, pero la historia principal se me hizo floja. Otra cosa que no me gustó fue los saltos que da el autor entre una situación y otra, me perdí en su momento pensé que había pasado páginas sin darme cuenta. Está es mi opinión.. cada quien tendrá la suya.

Lo mucho que te ame, no es solo una novela de amor, sino que tambien nos encontramos con una guerra entre la moral y la pasion, entre, el amar a alguien prohibido y la culpa que sentimos por ello.

Es posible amar a dos personas al mismo tiempo? Ofelia Fernandez Mollé es una muchacha formal, feliz y a punto de casarse con Juan Carlos. Son los años 50, el barrio porteño de Palermo, la familia completa está reunida un domingo en la tarde. Es entonces cuando Ofelia conoce a Manuel, el novio de su hermana menor, y su vida cambia abruptamente para convertirse en una maraña de sentimientos encontrados. Inquietud, felicidad, incertidumbre, miedo y tanta tanta culpa. Con grandes vaivenes interiores y a través de difíciles decisiones, se va convirtiendo en una mujer adulta que enfrenta a su propio modo las circunstancias que le han tocado. En una Argentina convulsionada por Perón y durante los años 50 y 60, como muchas mujeres de su época, Ofelia rompe sin alardes ni espectáculos con los mandatos familiares y sociales. No será solamente ama de casa, no trabajará en la empresa familiar junto a su padre, no evadirá las complejidades del amor. A pesar de la sencillez de la trama y la ausencia de giros narrativos, la ambientación, la complejidad de los personajes, el anecdotario político y el estilo narrativo, hacen de esta novela un gran acierto. Mucha introspección, mucha duda, mucha vergüenza, mucha culpa. La narración está totalmente inundada de estas emociones, de manera que nos podemos cuestionar si las decisiones que toma Ofelia son moralmente correctas, si tendrán consecuencias, desde una etapa inicial de juicio candente, hasta lograr comprender sus motivaciones. Y es que para Ofelia, el amor es dolor y poca cosa más. Al principio no pude conectar con Ofelia. El de Ofelia y Manuel es un amor demasiado prohibido. Es el amor más prohibido de los prohibidos de los prohibidos. Me generaba más angustia que placer, pero a medida que avanzaba la lectura, también se disolvían mis argumentos para que no me agradara su romance. Ofelia es libre en medio del secreto de su amor. Es libre de ser la mujer que ella decide ser. El final lo disfruté con placer. Al igual que Ofelia a lo largo de la novela, cuestionándose cada decisión tomada o no tomada, no se con certeza si lo anterior me hace buena o mala persona. Desprenderme de cierta moralidad quizás me hace mala persona, pero una buena lectora. La moral queda expuesta y también puesta en duda. Aparentemente la historia no es para nada extraordinaria. Sacheri nos habla sobre un puñado de gente común. Gente que va el sábado al cine, que se sientan en torno a una mesa familiar los domingos a discutir de política en una Argentina muy radicalizada, una Argentina tan conflictiva, que sienten dudas en torno a sus sentimientos, que tienen contradicciones y que a veces se quedan atrapadas por ellas. Pero lo realmente apasionante de cómo escribe Sacheri al parecer radica en la escritura misma. Escenas que nos resultan creibles por ser lugares comunes; narrar mediante palabras que, sin caer en la grandilocuencia estilistica, tratan temas de enorme profundidad. Y los remates en cada capítulo, que remates. Es tan sencillo, pero tan complejo a la vez, que el autor engaña perfectamente al lector haciéndonos creer que puede estar al alcance de cualquiera. Cualquiera lo puede escribir, si es tan sencillo. Cómo no? Hasta que más tarde comprendemos que, precisamente en aquella sencillez, es donde se localiza la grandeza. Especial adoración a las escenas en el cine y a las declaraciones de amor de Manuel. Cuando están viendo Cantando bajo la lluvia y también a mi me pareció que es como si Manuel hubiese ido hasta Hollywood para convencer a Gene Kelly y a Debbie Reynalds de hacer esa película y decir todas las cosas que allí dicen para que él pueda decírselas a Ofelia a través de ellos. Y que bonito se declaraba la gente antes. “Parece que la quiero, Ofelia. Mil perdones, pero me parece que la quiero mucho” (p. 107) y “Ofelia me quiere y con eso me alcanza. Me repara, me compensa. Me alcanza para seguir adelante. Para que no me importe tener que callarme o tener que fingir que me da lo mismo que usted esté o no esté en la misma habitación que yo […] Me alcanza sanéela conmigo en este entuerto. Sabiendo eso, me aguanto el silencio y la distancia y los años y lo que venga […] Disculpe la osadía de escribirle esta carta. Y disculpe la osadía de decirle, en cinco letras imperdonables: la amo” (p. 175) Un acierto más el tiempo narrativo, localizar la historia en los años 50, 60. Si hubiese sido en la época actual, lluvia de juicios y críticas. Cómo es en el pasado, solo queda lo que sucedió, lo que callaron, los secretos. Ofelia finaliza así. “Y en el centro de este secreto soy libre de ser la mujer que quiero ser, o que me sale ser. Y si el precio de serlo es que jamás nadie lo sepa, que sea. Que sea ese el precio. Que todo esto permanezca en el más absoluto silencio. Que nadie sepa, nunca, ni ahora mientras caminamos en esta procesión callada, ni dentro de muchos años cuando sea una viejita memoriosa, Manuel, querido mío, lo mucho que te amé” (p. 383)

Una novela atrapante y súper fácil de leer. La historia muy bien narrada de una familia de clase media en los años 50 con un contexto histórico muy bien marcado, donde se puede descubrir grandes secretos ocultos y sentimientos imborrables más allá del paso del tiempo. Particularmente una novela que se me metió en la piel y no pude dejar de leerla hasta llegar al final.

Me gustó! Fue bastante entretenido y ha decir verdad, el final... El FINAL! No me lo esperaba 😂🙄‼️ Primer libro que leo de este autor y, no tenía ningúna expectativa, no había escuchado nada sobre él... No fue graaaan cosa, pero no creo que se arrepientan de leerlo. Hay muchos momentos que te dejan reflexionando.