LAS EDADES DE LULU

Releo "Las edades de Lulú" y me doy cuenta de cómo cambia la visión de un mismo libro a través de los años. La primera vez que lo leí tendría yo 18 años. Entonces me pareció una novela un tanto escandalosa y exagerada. Ahora, leída de nuevo, con mi madurez y con una mente mucho más abierta que entonces, puedo decir que he disfrutado de su lectura. Que me he hecho amiga de Lulú y la he acompañado por ese recorrido de sexo y deseo complacido. Y la he visto vulnerable, víctima de un vacío que solo se llena con el amor de Pablo, quién le descubre por primera vez el sexo y el amor. Y es que Lulú nunca se ha sentido querida por sus padres o sus hermanas, se siente sola, desamparada y triste. Por eso siente una gran dependencia por Pablo a lo largo de toda su vida y de todas sus edades y etapas. "Las edades de Lulú" es la primera novela de Almudena Grandes y con la que ganó el premio de sonrisa vertical

Exageradamente explícita; como lectora pedís un respiro, la autora no te lo da.

No estoy familiarizada con este tipo de narrativa. A veces sentía que pasaba del erotismo a la pornografía. Por momentos, me pareció, enmarañada, por momentos repetitiva, que no me llevaba a ningún lado; a ratos la percibía rara.  La sexualidad de cada quien a nadie le debe importar, si hay mutuo acuerdo, no tengo problema. Pero hay partes que sí me parecieron perturbadoras. Venía de leer un libro que me decepcionó un poco y quería algo diferente. Definitivamente este lo fue, pero el género erótico nunca me pareció divertido, salvo raras excepciones y esta no fue la excepción. Las escenas de sexo que se dan una tras otra y una tras otra y una tras otra entre la protagonista y personajes fugaces, no me pareciero intersantes; está bien que esa sucesión se de, porque ese es el género, sino no tendría ningún sentido. Pero recuerdo que iba leyendo y me decía…¿en serio? ¿de verdad? ¿realmente me estás contando esto? Definitivamente, no es mi zona de confort. Sin embargo, al ser la primera novela de esta súper autora y premiada, creo que es importante leerla. Los escritores también crecen, maduran y sus obras también lo hacen.  Por otro lado, hay que pensar que eran los años 80, años de libertad después de tanta represión, hacía poco España salía de una dictadura ultraconservadora y este libro rompió esquemas. Creo que fue muy valiente en ese sentido. Sobre todo porque nos muestra el mundo del ambiente gay, trans, etc. con una gran empatía y como lo que es, un mundo diferente pero natural. Y ese es el gran acierto de este libro y de su autora. Con relación a los personajes, están concebidos de una manera magistral, son pocos. Me hubiera gustado que desarrollara más a esos personajes del ambiente tan interesantes.  No es una novela para todo público. Considero que no es para mí, pero mi recomendación es que no nos quedemos a la parte del morbo, del erotismo; creo que eso es un error. Hay que ir más allá y analizar todo el contexto porque al final, todo suma. De manera que, a quienes les guste esta narrativa y estén familiarizados con ella, sí la recomiendo. Hasta una nueva reseña. Chau.

Este libro me ha demostrado que aún puedo sorprenderme con la lectura erótica.

Novelo erótica que ronda en lo sórdido. Una historia oscura muy bien narrada, personajes fuertes y pasiones extremas.

Tenía unas expectativas muy altas al haberme leído más libros de la misma autora y ser éste uno de los más conocidos, pero desde el primer momento no me ha enganchado la historia, no me llega a transmitir nada ni ha llegado a interesarme. No empatizo con los protagonistas y el argumento me resulta vacío. Una gran decepción.

En general la novela me gustó, el personaje de Lulú para mí lo mejor. Aunque hubo un punto que no me gustó nada, pero me quedo con el resto de la novela que es lo importante.

Aunque es un clásico y una reivindicación de la libertad sexual y de la mujer, no es un libro que me apasione y que incluso, me costó terminar.