Caos. Furia. Destrucción. El Gran Cambio ha llegado... Algunos dicen que, para cambiar el mundo, primero hay que quemarlo. Esta idea se va a poner a prueba en el crisol de la revolución: los rompedores y los quemadores se hacen con el poder y el humo de los disturbios ha sustituido al de las fábricas. Todo ha de someterse a la sabiduría de las multitudes. El ciudadano Brock ha decidido convertirse en un héroe de la nueva era y la ciudadana Savine tiene que reconducir su talento de la búsqueda del beneficio a la mera supervivencia. Orso va a descubrir que, cuando el mundo está bocabajo, nadie está en peor posición que un rey. Y en el sangriento Norte, Rikke y su frágil Protectorado se están quedando sin aliados... mientras Calder el Negro llama a sus fuerzas y trama venganza. El sol de la Unión ha caído al barro y en la sombra, tras las bambalinas, los hilos del despiadado plan del Tejedor se van trenzando poco a poco...
Con esto termina la trilogía de La era de la locura y solo puedo aplaudir. Genial, magnífico, todo se cierra con sorpresitas finales marca de la casa Abercrombie. La sabiduría de las multitudes vuelve a tener acción, diálogos que te hacen pensar, escenas crudas y cargadas de tensión. Y sobre todo, como siempre, grandes personajes. Aquí se aprecia la evolución de los personajes, todo lo que han vivido durante la trilogía y cómo ese pasado les ha marcado y lastrado. Cómo han cambiado debido a sus decisiones. Seguramente esto es lo que más me ha gustado de la trilogía: la evolución de los personajes. Y es que Abercrombie, aunque es bueno en todo, es sobre todo un escritor de personajes. No quiero meterme en la trama para no espoiler, pero os recomiendo este libro a todos. Cinco estrellas sin dudarlo.
Me ha gustado muchísimo está trilogía, aunque he de decir que me gustó más la ambientación de la primera ley y sus personajes me encantaron (eso ya es gusto personal), solo me queda decir que Abercrombie siempre sorprende y te mete unos giros que no te los esperas y te deja con la boca abierta, mis aplausos para este señor 10/10.
La historia no es un relato de las batallas entre el bien y el mal, sino entre el bien de una persona y el de la otra. El mal no es lo contrario del bien. Es como llamamos a la noción del bien que tiene otra persona cuando difiere de la nuestra.
La verdad, y te la dice alguien que pasó doce años en prisión, es que al final a la gente no le importa tanto ser libre. Lo que quiere es no pasar frío y comer bien y no tener que preocuparse.
Pero las leyes no parecían ya en absoluto los rígidos pilares de antaño. Si el Gran Cambio había demostrado algo, era que con la fuerza suficiente y el miedo suficiente se les podía hacer tantos nudos como uno quisiera.