Las experiencias científicas de la doctora Kübler- Ross. Nos hace comprender que la experiencia de la muerte es casi idéntica a la del nacimiento, puesto que se trata del inicio de otra existencia, el paso a un nuevo estado de conciencia en el que se continúa experimentando, viendo y oyendo, comprendiendo y riendo, y en el que se tiene la posibilidad de continuar el crecimiento espiritual. Gracias a ella sabemos que una luz brilla al final, y que a medida que nos aproximamos a esa luz nos sentimos llenos del amor más grande, indescriptible e incondicional que podamos imaginar.
También es necesario que sepáis que si os acercáis al lecho de vuestro padre o madre moribundos, aunque estén ya en coma profundo, os oyen todo lo que decis, y en ningun caso es tarde para expresar "lo siento", "te amo" o alguna otra cosa que queráis decirles.