"«La cata» es un cuento de Roald Dahl que se publicó por primera vez en la edición de marzo 1945, de Ladies Home Journal. También fue publicado en 1951 en The New Yorker. Seis personas se sientan a la mesa en la casa de Mike Schofield, un corredor de bolsa londinense: Mike, su esposa e hija, un narrador sin nombre y su esposa, y un conocedor de vinos, Richard Pratt. Pratt suele hacer pequeñas apuestas con Schofield con el fin de adivinar el vino que se está sirviendo en la mesa, pero esta noche la apuesta será mayor... Cuando Schofield trae el segundo vino de la noche él comenta que será imposible adivinar de dónde viene, pero Pratt lo toma como un reto..."
Estamos ante un relato corto que tiene todos los ingredientes para enganchar al lector desde el primer momento:una trama interesante,un texto perfecto,unos protagonistas bien definidos y un final que puede gustar. Muy indicada para los amantes al vino ya que la historia transcurre durante una cena en la que un corredor de bolsa y un gastrónomo apostarán para ver quién sabe más sobre unos apreciados caldos.Todo comienza muy alegremente,pero a medida que transcurre la comida aparecerán en el ambiente la avaricia,la soberbia,la envidia y la ira. Hagan un KitKat y disfruten de una deliciosa velada,perdón lectura.
Un relato corto que se lee en menos de una hora. La historia es sobre una cena de 5 personas donde se apuesta a adivinar el vino a degustar. En menos de 40 páginas, la historia te atrapa y quieres conocer el final. La seguridad, la avaricia, el engaño, lealtad y las inapropiadas apuestas son una mezcla de esta historia.
Primer relato que leo de este autor, solo lo conocía a través de las adaptaciones de sus libros al cine. Es un cuento corto que se lee muy rápido, y me ha gustado muchísimo. Ingenioso, gracioso, logró en pocas páginas hacerme reír, intrigarme, y proveer también de una buena dosis de suspenso y hasta tensión nerviosa. Toda la secuencia transcurre en una noche, específicamente durante una cena que brinda el dueño de casa Mike Schofield a varios invitados entre los que se encuentra Richard Pratt un famoso astrónomo muy conocedor de vinos. La noche irá revelando una competencia de egos entre ambos hombres que se sale de control. La edición ilustrada es bellísima no solo por las ilustraciones sino por como complementan la historia.
Dahl es una apuesta segura y de apuestas va el relato. ¿Qué serías capaz de jugarte en un absurdo juego de egos? La cata es un relato muy corto y muy divertido que se lee antes de lo que tardas en saborear un vino y, al mismo tiempo, muy predecible. O al menos eso me ha parecido a mí. Hace como mil años (año arriba, año abajo) leí un libro de relatos en inglés de Roald Dahl, uno de ellos me impactó muchísimo y aún hoy lo sigo recordando perfectamente. Del resto no recordaba nada, ni tampoco el libro que leí donde estaban incluidos. Y esto os lo cuento porque puede que La cata no sea tan predecible como yo creía pues al terminarlo he querido buscar la edición en inglés y su título es Taste y entonces he recordado que el libro que leí fue Taste and other tales. Puede que según iba leyendo lo que me parecía tan evidente posiblemente era mis recuerdos aplacados por los años. Fuera lo que fuese está al margen de este relato y de todos los que este genio escribió y que recomendaré siempre.
Matilda fue el primer libro que me regaló para un cumpleaños aquella bibliotecaria de mi escuela con la que pasaba gran tiempo entre libros, historias y tanta sabiduría. En este segundo libro que leo de este autor encuentro aquella misma magia que hace años, una historia simple, graciosa, pero significativa. El orgullo de dos hombres, la competitividad de vencerse, de demostrarse mejor que el otro hasta el punto de poner en juego cosas valiosas. Uno salvado por los simples detalles, el otro avergonzado por su astucia, una persona entregada a su tarea, a su orden, a su servidumbre. Varias han sido las historias de personas ricas apostando la importancia de la vida por intrascendencias, poniendo en riesgo así la felicidad por el orgullo y la vanidad.
Como muchos de su clase parecía un tanto avergonzado por haber ganado tanto dinero con tan poco talento