Brillante y con tintes fantásticos como un Grimm, realista como un O. Henry o despiadado como un Saki, sus historias fueron adaptadas por Alfred Hitchcock para la televisión, y han inspirado a creadores como Steven Spielberg o Quentin Tarantino."Aquí hay hombres que antes de matar a las ratas estudian concienzudamente su compleja personalidad; aquí hay mujeres que guardan en un lugar recóndito de su corazón un rencor a su marido que espera el momento de hacerse presente... Es extraordinario cómo Roald Dahl maneja al lector... Su estilo directo, elocuente, vivo, seco, expresivo, salpicado siempre de toques de humor, me subyugó desde el principio y no lo he abandonado nunca."Elvira Lindo
Leer a Roald Dahl para mí, nunca es suficiente, termino sus libros, ya sean infantiles o de adulto y siempre me quedo con la idea de que me faltó más. En éste segundo tomo de cuentos, es la misma lectura agradable de lo inverosímil, lo inesperado, lo sarcástico y lo inexplicable. Un autor infaliblemente garantizado para horas espléndidas de entretenimiento.