Sumji acaba de conocer la felicidad extrema: le han regalado una bicicleta. Pero cuando Sumji la cambia por un tren de Aldo, su amigo del alma, los problemas comienzan...En la Jerusalen bajo mandato británcio, tras la Segunda Guerra Mundial, Sumji es un pequeño gran héroe en la tradición de Huckleberry Finn o Holden Caulfield.
Una sorpresa extraordinaria esta pequeña historia juvenil. ¿Para qué leer la bicicleta de Sumji? 1. Por la maravillosa metáfora que hace el autor para explicar el cambio y los giros que da la vida. Donde debemos aprovechar lo que tenemos por que después estamos sufriendo en querer regresar a eso que atesorábamos. 2. Cada personaje es tan transparente y real, que la historia se vuelve muy verídica. 3. Las situaciones son tan sencillas que no crees que encierren profundidad, pero cuando las conoces, te das cuenta que lo más simple pueden tener mucho más significado que lo mas complejo y elaborado. 4. El final es en verdad precioso y perfecto. Donde sumji es el reflejo de cada uno de nosotros.