Londres, 1903. José Altamirano, colombiano de nacimiento, acaba de llegar de un país caribeño de cuyo nombre quisiera olvidarse. Arrastra consigo varias culpas y una historia de la cual se arrepiente; ha sido testigo de las cosas más terribles que le pueden pasar a una persona y también a un país.Pero nunca habría imaginado el encuentro que el destino tenía programado para él. Nunca habría imaginado lo que le ocurriría después de conocer al famoso novelista Joseph Conrad.
Juan Gabriel Vásquez utiliza la historia como pretexto para tejer otra historia más interesante, narrada con puntos álgidos y decisivos, y lo logra con creces, porque jamás se me ocurriría que la creación del canal, la separación de Panamá, y Conrad podrían estar entrelazados. Si bien es un libro que me costó mucho avanzar, cuando se llega a los puntos concretos, se vuelve una lectura atrapante y muy impresionante, el valor intelectual de Vásquez es infinito.