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Sinopsis de GOLPÉATE EL CORAZÓN

Marie, joven belleza de provincias, despierta admiración, se sabe deseada, disfruta siendo el centro de atención y se deja cortejar por el galán más guapo de su entorno. Pero un embarazo imprevisto y una boda precipitada cortan en seco sus devaneos juveniles, y cuando nace su hija Diane vierte sobre ella toda su frialdad, envidia y celos. Diane crecerá marcada por la carencia de afecto maternal e intentando comprender los motivos de la cruel actitud de su madre hacia ella. Años después, la fascinación por el verso de Alfred de Musset que da origen al título del libro la impulsará a estudiar cardiología en la universidad, donde se topará con una profesora llamada Olivia. Con ella, en la que creerá encontrar la anhelada figura materna, establecerá una ambigua y compleja relación, pero Olivia tiene a su vez una hija, y la historia dará un vuelco inesperado…Esta es una novela de mujeres. Una narración sobre madres e hijas. Una fábula contemporánea deliciosamente ácida y malévola sobre los celos y la envidia, en la que también asoman otras complejidades de las relaciones humanas: las rivalidades, las manipulaciones, el poder que ejercemos sobre el otro, la necesidad que sentimos de ser amados…Esta novela, la número veinticinco de Amélie Nothomb, es una muestra pluscuamperfecta de su endiablada inteligencia como narra.

18 reseñas sobre el libro GOLPÉATE EL CORAZÓN

Corta, clara, con profundo conocimiento de la vulnerabilidad y miserias humana, en particular los celos en la relación madre-hija. Muy buena!


Una historia ligera y aguda que habla sobre los celos , el amor y el desamor. Me gustó


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FRASES DEL LIBRO GOLPÉATE EL CORAZÓN

"La ventaja de despreciar consiste en sentirse superior a quien desprecias".


Publicado porEduardo P. H.

Diana se sumergió en aquel perfume de inefable suavidad y descubrió la embriaguez más intensa del universo: el amor. Así que la diosa era su madre, ya que la amaba.


Publicado porLuis Peña

... lo que había experimentado en los brazos de su madre era distinto: tenía que ver con la magia. Era una fuerza que te elevaba, te traspasaba, te trituraba de felicidad. Y eso guardaba relación con el olor de su madre, superior al de las más exquisitas fragancias.


Publicado porLuis Peña