Historia de una expedición geológica a la Antártida que descubre una civilización extraterrestre en tiempos prehistóricos. En las montañas de la locura es la memoria en primera persona de un geólogo de la Universidad de Miskatonic sobre una reciente expedición dirigida por él al continente antártico y su trágico final. Narra el profesor superviviente cómo se inició la expedición, con aeroplanos y trineos tirados por perros, y cómo en uno de los vuelos de reconocimiento se toparon con una impresionante cordillera, tal vez más elevada que el Himalaya. Un primer grupo llega por tierra a sus estribaciones y acampa al pie de los montes. Las exploraciones de la zona llevan al grupo a descubrir una cueva en cuyo interior encuentran catorce fósiles de una estatura superior a la humana pertenecientes a unos seres totalmente desconocidos para la ciencia: el cuerpo principal del organismo tiene forma de barril, sostenido por una serie de patas, de su extremo superior surge un ramillete de tentáculos y dispone de unas alas membranosas replegadas a ambos costados. Un segundo grupo, con el que viaja el narrador, pierde, tras estas intrigantes informaciones, el contacto por radio con el primero, y se dirigen al lugar en aeroplano. El espectáculo que les espera al llegar es dantesco... Poco después, en una inspección aérea sobre la cordillera harán un descubrimiento histórico y fascinante...
Es una historia que te mantiene inmersa en ella, te hace despertar mucho la imaginación, para poder idealizar físicamente las monstruosidades descriptas en la historia. Primer libro de Lovecraft que leo, seguramente leeré más de él, me gustó mucho su pluma, ese viaje que te lleva a lo absurdo e inimaginable de otros mundos, otros seres extintos o no, pero que te hace creer que pueden aún existir en lo más escondido del mundo, aún no totalmente explorado.
Nota real: 3.80. Siguiendo con mis lecturas de Lovecraft, no podía faltar esta novela corta situada en el marco de una expedición científica a la Antártida (un continente que, en la época en que escribía Lovecraft, los años 20 y 30, no había sido completamente explorado todavía. Por lo tanto, era tierra fértil para la imaginación). Como suele suceder con Lovecraft, lo importante no es el desarrollo de los personajes - todos hombres, científicos cuyas personalidades e historias personales apenas están definidas - sino el ambiente (que te llena de tensión, de nervios, afecta la psiquis) y el lore. En esta historia Lovecraft desarrolla una parte importante de su mitología: la historia de los Antiguos, o Ancianos, dependiendo de la traducción. No entraré en más detalles porque son spoilers. La idea es excelente, aunque la opaca un tanto la prosa de Lovecraft: descripciones en ocasiones un tanto confusas, y una absoluta carencia de diálogos, reemplazados por un único narrador. A pesar de ello, esta historia tiene claramente el mérito de haber sentado los cimientos de muchas películas y obras literarias posteriores de terror.
Me costó un poco tomarle el ritmo a la historia. Pero una vez sumergida en ella simplemente te atrapa. Te sumerges de lleno en una inquietante expedición geológica a la Antártida… ¿Qué descubres allí? Mira, nada más y nada menos que una civilización extraterrestre que existía en tiempos prehistóricos ¡Wow! Esto último me hizo flipar. Hay muchas citas hacia el Necronómicon, ¡Muchas!... Y, yo con tantas ganas de leerlo. Es fascinante en muchos aspectos. Hizo volar mi imaginación con sus descripciones de esos seres extraordinarios que habitaban la tierra mucho antes que la humanidad. Tienes que entrar en estas páginas para que descubras como fueron destruidos. No saben lo mucho que me gustaría ver una versión cinematográfica de esta historia.
Quizás se hace un poco bola con tantos tecnicismos, pero por lo demás muy buen libro, entretenido y singular.
Mucho mejor de lo que esperaba. Iba con las expectativas un poco bajas y ciertamente escéptico, ya que me habían comentado la manera un tanto particular que tenía Lovecraft de escribir. Sin embargo, se nota que este es uno de los precursores del terror. A modo de diario, nos cuenta una expedición a la lejana Antártida, donde se encuentra con miedos indecibles y primitivos. Las descripciones de cada situación y la mitología que crea el autor son impresionantes, llegando a tenerte en vilo con la respiración contenida. Si hay algo que criticar, es el exceso de detalles que da en ciertas ocasiones, totalmente innecesarios, como la descripción técnica de un taladro usado para las excavaciones, por ejemplo. Eso te desubica un poco de la lectura. Con todo, muy recomendada obra de terror.
Es absolutamente necesario, para mantener la paz y la seguridad de la humanidad, que lo que es de la oscuridad de la tierra, de los parajes muertos y de las profundidades insoldables permanezca en paz...
La naturaleza les había gastado una broma diabólica - como hará con cualquiera a quie la locura, la insensibilidad, o la crueldad, arrastre hasta ese desierto polar muerto o durmiente- y ee habia sido su regreso a casa.
Dimos gracias por haber abandonado un reino maldito, donde la vida y la muerte, el tiempo y el espacio, habian hecho siniestras y blasfemas alianzas, en el tiempo en que la materia se retorcia y flotaba sobre la corteza apenas solidificada de la tierra