De la autora best seller de Un cuento oscuro y Un mundo helado llega la fascinante historia de una hechicera oscura destinada a reescribir las reglas de la magia. El conocimiento otorga protección. Ese es el lema oficial de la Escolomancia. Supongo que podríamos decir que es cierto…, el problema es que aquí resulta muy difícil aprender, por lo que la protección de la que disponemos es más bien escasa. Nuestro querido colegio hace todo lo posible por devorar a sus alumnos, pero ahora que estoy en último curso y he conseguido unos cuantos aliados, ha desarrollado un antojo de lo más particular por mí. Incluso si consigo sobrevivir a las interminables oleadas de maleficaria con las que me obsequia entre los agotadores proyectos para clase, no tengo ni idea de cómo mis aliados y yo vamos a salir vivos del salón de grados. A no ser, por supuesto, que acepte de una vez mi profetizado destino y sucumba a la magia oscura y la destrucción. Desde luego, de esa forma saldría en un santiamén. Adentrándome en la senda del conocimiento, sin duda. Pero no pienso rendirme: ni a los mals ni al destino, y mucho menos a la Escolomancia. Saldré de este horrible lugar con mis amigos aunque sea lo último que haga. Con una visión muy aguda y un humor mordaz, Novik nos recuerda que a veces no basta con reescribir las reglas: de vez en cuando, hay que hacerlas pedazos. Bienvenido a la segunda lección de Escolomancia. Ha llegado la hora de enfrentarse al último año. La graduación está a la vuelta de la esquina. Y no todos sobrevivirán.
... un lobo medio hambriento que aveces incluso mordía la mano que le daba de comer porque era la misma mano que lo mantenía a raya.
El abrazo parecía encerrar más magia que la propia magia. Como si fuera capaz de arreglarlo todo.
Me pilló mirándolo y sonrió tan alegremente que me dieron ganas de correr hacia él y darle un puñetazo en la boca, o quizá de besarlo por última vez...
Mamá se pasó gran parte de mis primeros años recordándome amablemente que los demás no piensan en nosotros tanto como creemos, ya que están ocupados preocupándose por lo que la gente piensa de ellos.
Me deseaba, su corazón latía tan fuerte que podía sentirlo a través de mi pecho, a menos que se tratara de mi propio corazón.