Armados de la Guía del autoestopista galáctico, los protagonistas del libro más divertido que se recuerda continúan sus disparatadas aventuras, que les conducirán al asombroso Restaurante del fin del mundo. Douglas Adams vuelve a explorar las posibilidades hilarantes de la ciencia ficción, pero tomando también como base la tradición del humor de Lewis Carroll, que le permite inventar espacios impensables, objetos charlatanes y paisajes pintorescamente absurdos.
Excelente representación del humor británico. Muy entretenido. Se recomienda leer con una taza de té.
Hay una teoría que afirma que si alguien descubriera lo que es exactamente el universo y el porqué de su existencia, desaparecería al instante y sería sustituido por algo aún más extraño e inexplicable. Hay otra teoría que afirma que eso ya ha ocurrido"
... si los seres humanos dejaban de hacer ejercicio con los labios, la boca se les quedaría agarrotada. Al cabo de unos meses de observació, se le ocurrió otra teoría...: Si los seres humanos no dejan de hacer ejercicio con sus labios, su cerebro empieza a funcionar
Se puede ir (haber ido) al sitio que se prefiera sin necesidad de reservarlo con anterioridad (posterioridad previa), porque puede hacerse la reserva en forma retrospectiva cuando uno llegue a su tiempo actual.