Los cinco hermanos Dunbar viven en un hogar sin adultos, cuidando los unos de los otros, luchando por sobrevivir en un mundo que los ha abandonado, hasta que su padre, el hombre que los dejó sin mirar atrás, vuelve a casa. ¿Por qué ha regresado? Matthew, cínico y poético, es quien lleva las riendas de la familia; Rory, siempre falta a clase; Henry, una máquina de hacer dinero, y el pequeño Tomy, coleccionista de mascotas que ha colonizado la casa con animales disfuncionales, como la mula Aquiles y Rosy, el border collie. Y luego está el silencioso Clay, perseguido por un suceso del que no se puede hablar. Pero la historia se remonta tiempo atrás: a ese abuelo cuya pasión por los antiguos griegos aún llena de color sus vidas, y a los padres, que se conocieron gracias a un piano extraviado. Clay tratará de revelar su trágico secreto y de construir un puente para salvar a su familia y salvarse también a sí mismo.
La historia de la familia Dunbar es de esas que deja el corazón tocado, pocos libros lo consiguen, los chicos Dunbar van a estar en mi corazón y en mi cabeza mucho tiempo. Sólo recuerdo una sensación así con el libro Cometas en el cielo. Al principio cuesta, no entendía cómo debía tomarme aquellos capítulos, en realidad es un puzzle y, cuando lo completas, el corazón ya no es lo que era al principio del libro. Una maravilla, un gusto leerlo. Markus Suzak, muchas gracias.
Es un libro que me llamó mucho la atención por la portada y el nombre, decidí leerlo, y a medida que avanzaba la lectura me fue interesando más, era como que me envolvía en sus narrativa, me gustó muchos los personajes, en especial clay, su historia y la de su madre Penelope, es un livro que habla de superación familiar, del perdón. EXCELENTE LIBRO
En serio: no estaba preparada para este libro. No pudo sorprenderme más de lo que lo hizo. Es un libro terriblemente bellísimo, que te plantea situaciones cotidianas para nada cotidianas, una historia llena de cinismo y poesía como el personaje mismo que la narra. Te cuenta mil historias para que puedas armar por completo el rompecabezas de la vida de la familia Dunbar, una familia amorosa, ruda, con sus errores y sus aciertos, como toda buena unión verdadera. Los cinco hermanos Dunbar son perfectos, ninguno puede no caerte bien, cada uno con su respectiva personalidad. Aunque yo me identifiqué más con Mathew y con Clay, terminas congeniando con los cinco, de una forma u otra. Desearías ser uno de los chicos Dunbar. Me hizo reír, me hizo llorar, me hizo sufrir, me hizo enojar. Además, la prosa de Markus Zusak es tan especial, tan poética, tan dulce, que incluso los detalles más sutiles que te narre te causan eco en el interior. Actualmente no sé qué hacer con mi vida tras terminar esta historia, pero sí tengo dos certezas: la primera, que será uno de mis libros favoritos del año; y segundamente, que en futuro pienso volver a adentrarme en esta historia
5 hermanos Dumbar, una cometedora de errores y un asesino al que deben aprender a perdonar y comprender. Y un puente hecho de barro y de Clay.
No te diré que vivas como ella hubiese querido, pero tal vez sí que lo hagas como debes. En cualquier caso, tienes, creo, que vivir.
Hasta el día del piano no se habían visto nunca, pero de pronto se encontraban por todas partes.
Ahora sé por qué te fuiste. Aunque, como con muchas otras cosas, podemos saberlo pero no llegar a decirlo.
Cuando las manos de ella se aferraban a los dedos de Michael que se levantaba para marcharse, le transmitían el tacto de alguien en busca de asilo, y ese alguien era ella pero también era él.