EL PRINCIPE

EL PRÍNCIPE - Nicolás Maquiavelo Volver de la “Utopía" a la realidad me propone Maquiavelo, y quizá la lectura de Tomás Moro lleve como compensación obligada la lectura de “El príncipe". No hay más certera realidad que la realidad del poder o el poder de la realidad que nos muestra Maquiavelo: el arte de gobernar elevado a ensayo filosófico y político, dónde se rompe lo civil y religioso como preludio a la separación de poderes. Un príncipe ha de ser justo y buen gobernante pero sobretodo ha de saber mantener el poder aunque para ello haya de ser injusto y cruel. El mal es necesario para evitar el peor mal. Leer “El príncipe" es leer la situación política global y las luchas de poderes actuales, es tan vigente y tan real que uno acaba siendo consciente que, a pesar de tanto gobernante iletrado, todos han leído un único libro: éste. Una frase: «Por eso el príncipe que desee serlo con seguridad, debe aprender a no ser siempre bueno, sino a ser lo que exijan las circunstancias y el interés de su conservación». Me ha recordado esta lectura otra de casi la misma época “Los claros varones de España" de Hernando del Pulgar en cuyas páginas se cuenta a los Reyes Católicos quienes eran los poderosos. Encontrareis una edición facsímil.

Una cátedra para ser un desgraciado con estilo, la verdad no estoy de acuerdo con este tipo de liderazgo, desde el amor también se pueden lograr los objetivos propuestos aunque te demores más. los resultados son más satisfactorios para todos. Nicolás nunca entendió lo que significa la palabra perdón.

Un clásico interesante. Escrito en 1513, bien se podría trasladar a cualquier otra época. Describe las cualidades que debería tener un buen gobernante, si debe ser más bien temido o amado. De cómo deben organizarse los ejércitos.....

El odio se gana tanto con las buenas acciones como con las malas. Un príncipe, para conservar el poder, es a menudo obligado a ser perverso, porque cuando el grupo (ya sea pueblo, soldados o nobles) del que juzga necesario para mantenerse, está corrompido, es conveniente seguir su capricho para satisfacerlo, pues las buenas acciones serían tus enemigas.

Ni temido ni amado,más el justo medio. Sin duda Maquiavelo sabía lo que hacía cuando escribió "El príncipe" y sin temor a equivocarme a la fecha, aun sigue sin ser interpretado o comprendido de la mejor manera ya que; la frase más conocida de la obra 'el fin justifica los medios' sigue siendo acomodandose a conveniencia del estado y no del pueblo, cuando debería de ser una simbiosis de ambos. En fin Maquiavelo dejo mucha tela que cortar en este valioso y vigente libro que todo ciudadano debe leer para no dejarse engañar por la voz de aquel que pretende gobernarlo y también todo político para no empalagarse con las mieles del poder perdiendo la vocación de servir. Al final estado, pueblo y poder son la triangulación que hace girar al mundo.

Imprescindible para comprender el manejo del poder, su definición y sus cualidades. Maquiavelo logra exponer la realidad de su época e ilustra sus convicciones sobre las decisiones a tomar en el futuro, así como también los fallos que a su juicio se cometieron hasta ese momento en la historia en materia de gobierno. La lectura no alienta la comprensión pero si es recomendable para leer tranquilo y analizando cada una de sus frases.

Es una obra maestra que se centra en el arte de gobernar (de obtener, conservar y ampliar el poder). Maquiavelo era muy claro y muy preciso exponiendo su teoría política. Su visión es digna de estudio. Por cierto, Maquiavelo nunca dice que "el fín justifica los medios".

Si lo vemos desde un punto de vista lo más imparcial posible, sin buscar el bien o mal moral, nos daremos cuenta que este libro está lleno de consejos para aquellas personas que tienen esa virtud y responsabilidad de ser líderes y que en muchos momentos llegan a dudar de una decisión, este libro puede ayudar a recordar cuáles son los objetivos por los que debe luchar un líder y como ejecutar sus movimientos, no solo para ganar gloria, sino también para proteger a su pueblo.