EL PAÍS DE LAS ÚLTIMAS COSAS

Quizás a dónde nos traslada Auster es al infierno mismo, con toda la crudeza que este ofrece, quizás también es una manera de criticar al capitalismo y su fiel discípulo “el individualismo”. En esta novela, a través de una carta nos cuenta las andanzas de la protagonista en el más desolador de los escenarios, y cómo transita cada uno de sus días hasta el final. Por fin el amor llega en algunas escenas y produce una luz de esperanza que nos hace olvidar del hambre, las injusticias y de ese país de las últimas cosas.

Relato distópico de 1985, un Paul Auster atípico con un tremendo sentido narrativo. Tal vez no es uno de sus libros más conocidos, si les gusta este tipo de literatura no duden en leerlo. “Éstas son las últimas cosas —escribía ella—. Desaparecen una a una y no vuelven nunca más. Puedo hablarte de las que yo he visto, de las que ya no existen; pero dudo que haya tiempo para ello. Ahora todo ocurre tan rápidamente que no puedo seguir el ritmo. No espero que me entiendas. Tú no has visto nada de esto y, aunque lo intentaras, jamás podrías imaginártelo. Éstas son las últimas cosas. Una casa está aquí un día y al siguiente desaparece. Una calle, por la que uno caminaba ayer, hoy ya no está aquí. Incluso el clima cambia de forma continua: un día de sol, seguido de uno de lluvia; un día de nieve, luego uno de niebla; templado, después fresco; viento seguido de quietud; un rato de frío intenso y hoy, por ejemplo, en pleno invierno, una tarde de luz esplendorosa, tan cálida que no necesitas llevar más que un jersey. Cuando vives en la ciudad, aprendes a no dar nada por sentado. Cierras los ojos un momento, o te das la vuelta para mirar otra cosa y aquella que tenías delante desaparece de repente. Nada perdura, ya ves, ni siquiera los pensamientos en tu interior. Y no vale la pena perder el tiempo buscándolos; una vez que una cosa desaparece, ha llegado a su fin.”

mi primer libro que me llevo a leer sus obras literarias.

Una de las mejores distopías que he leído en mi vida.

Magnifico en la forma y en el fondo. Una da las primeras que leí de Paul Auster, que me hizo buscar muchas más.

Muchas recomendaciones me hicieron acerca de este libro para la decepción que me ha causado. Nada que me intrigue o me motive a seguir leyendo. Sin más

En esta historia nos encontramos con Anna Blume, una mujer de mediana edad que viaja hacia un país desbastado en busca de su hermano Wiliam que fue enviado como corresponsal para relatar las vivencias de ese rincón del mundo donde reside la muerte y la desesperanza cada día. En la historia planteada en un espacio olvidado y perdido, donde lo único que queda es el afán por sobrevivir, el autor tiene varios aciertos, entre ellos elegir a una mujer como protagonista, entendiendo las dificultades y potencialidades que representa en un mundo así. En cuanto a la narrativa, está escrito simulando una carta, en la que la protagonista cuenta su experiencia desde el momento en que puso un pie en el lugar. Dividido en 2 partes, la primera se centra en la descripción del entorno, de sus costumbres, de su gente, y la segunda se vuelve más personal, siendo el espacio donde Anna toma protagonismo y aparece la acción. Habrá a quien le moleste el tiempo que se le dedica describir este mundo distópico, al que por su naturaleza no se termina de dibujar, pero si en caso contrario disfrutan de una lectura ágil y directa y la construcción detallada de mundos ficticios esta novela breve es una excelente opción. Sigo convenciéndome de que Auster es un escritor versátil e ingenioso, que su estilo es ligero y que logra transmitir su visión y su crítica de manera extraordinaria a través de sus personajes.

«El país de las últimas cosas», un libro completamente diferente a lo que acostumbra escribir el autor. En esta historia nos encontramos con Anna Blume, una mujer de mediana edad que viaja hacia un país desbastado en busca de su hermano Wiliam que fue enviado como corresponsal para relatar las vivencias de ese rincón del mundo donde reside la muerte y la desesperanza cada día. En la historia planteada en un espacio olvidado y perdido, donde lo único que queda es el afán por sobrevivir, el autor tiene varios aciertos, entre ellos elegir a una mujer como protagonista, entendiendo las dificultades y potencialidades que representa en un mundo así. En cuanto a la narrativa, está escrito simulando una carta, en la que la protagonista cuenta su experiencia desde el momento en que puso un pie en el lugar. Dividido en 2 partes, la primera se centra en la descripción del entorno, de sus costumbres, de su gente, y la segunda se vuelve más personal, siendo el espacio donde Anna toma protagonismo y aparece la acción. Habrá a quien le moleste el tiempo que se le dedica describir este mundo distópico, al que por su naturaleza no se termina de dibujar, pero si en caso contrario disfrutan de una lectura ágil y directa y la construcción detallada de mundos ficticios esta novela breve es una excelente opción.