Un intercambio de casas se convierte en el inquietante telón de fondo de la crisis de un matrimonio acosado por oscuros secretos en este hipnótico thriller. No dejes las llaves a cualquiera. Cuando Caroline y Francis reciben una oferta para intercambiar su casa no lo dudan. Se están esforzando en recomponer su matrimonio y una semana a solas puede ser justo lo que necesitan. Al abrir la puerta se encuentran con un lugar algo siniestro y casi vacío. Resulta difícil imaginar quién podría vivir allí. Sin embargo, gradualmente, Caroline comienza a descubrir algunos rastros de vida..., de su propia vida. Las flores del baño o la elección de los CD de música podrían parecer inocentes a los ojos de su marido pero para ella son justo lo contrario: son pistas. Es como si la persona con la que han intercambiado vivienda fuera alguien a quien ella conoce, alguien a quien quiere olvidar. Pero esa persona ahora está en su casa... Críticas:«Una deliciosa novela de domestic noir.»The Washington Post «No te darás cuenta de que pasas las páginas mientras la historia da giros sin parar.»Booklist «Fleet es una autora que no deberías perderte.»Publishers Weekly «Un absorbente relato de obsesión sexual, secretos y mentiras... Estremecedor.»Shari Lapena, autora de La pareja de al lado «Lo devorarás.»Stylist «Una historia de las que lees de una sentada con el corazón acelerado, y que cumple totalmente con las expectativas de su inteligente y original premisa.»Heat «Un thriller fantástico; un domestic noir perfecto, lleno de tensión y sorpresas. Me encantó.»Lee Child, autor de la serie de Jack Reacher
Esto será así. Sucio, desagradable. Así es como tiene que ser. Como yo quiero que sea. Es la única manera de llegar al fondo
Todos estos meses de contención y negación conscientes (…). Sin más, de repente, vuelves a mi mente
Me da por pensar que si nos hicieran una foto ahora pareceríamos una familia feliz. Y a pesar de saber que las apariencias engañan y que los instantes son pasajeros, me consuela pensar que, aunque sea momentáneamente, las piezas han encajado en su sitio
La tentación es demasiado fuerte, demasiado irresistible. Me sobrepasa, y hasta la última célula de mi cuerpo arde de deseo de nuevo
A veces me da la impresión de que me he pasado los dos últimos años esperando la respuesta a la pregunta (...) Aún no lo sé, y empiezo a pensar que me moriré sin averiguarlo: entonces habré respondido a la pregunta por defecto, por inacción más que por voluntad propia