Sinopsis de EL CAPOTE

El capote es un cuento de Nikolái Gógol escrito entre 1839 y 1841, y publicado en 1842.​ El relato, incluido en el libro Historias de San Petersburgo, presenta la historia de Akaki Akákievich Bashmachkin, un funcionario de San Petersburgo que trabaja como copista en los escalafones más bajos de la administración rusa

25 reseñas sobre el libro EL CAPOTE

Hoy he leído a Gógol. He constatado que no es sólo Chéjov el que brilla en la maestría del cuento y el relato. También desde Rusia nos llega Gógol, don Nikólai Gógol. ¡Caramba qué destreza para estampar en menos de 40 páginas tanto mensaje, tanto significado y simbolismo! A través de situaciones y personajes nos habla de la justicia (o su carencia), la corrupción, el abuso de poder, el aislamiento, la rutina y la soledad del alma humana. Y como si todo ello no fuera suficiente, pinta un fresco de la sociedad rusa del momento, con sus clases sociales, su sistema burocrático y el manejo del poder en aquel San Petersburgo en que casi siempre hace frío y por ello el capote (abrigo, gabán, sobretodo), prenda de vestuario tradicional, pasa a ser tan relevante, incluso vital. Y el capote es la necesidad y obsesión del personaje de esta historia, un modesto, solitario y anónimo funcionario público, llamado Akaki Akakievich, en el que pueden reflejarse hasta el día de hoy miles de incomprendidos servidores públicos en los distintos países, la mayoría de las veces mal catalogados por la sociedad y muchas veces maltratados por el poder de turno que llega a hacerse cargo del Estado. Un relato que se puede disfrutar también desde el humor irónico que aparece entre sus páginas y que deja mensajes para la reflexión. ¿Cuántas personas están ahí, pero que no llaman la atención, que nadie parece ver? Que aparentan insignificancia, pero un hecho, una oportunidad les puede cambiar la vida, incluso sentir que tocan la gloria. Una gloria que puede tener la forma de un capote que abriga y da autoestima. ¿Qué ocurre con aquel que es investido de poder y es nombrado por ejemplo, en un cargo que implica mandar a otros? Lo sabemos. A cada rato se manifiestan las dos posibilidades contrapuestas: un nuevo tirano, que disfruta ostentando su status, abusando de los demás, imbuído del espejismo de su supuesta superioridad. O se da también el otro caso, aquel en que el cargo inviste para desarrollar una potencialidad tal vez escondida, de liderazgo respetuoso, inspirador de otros y que ayuda a ser mejor persona a quién lo ejerce. Estas y otras lecciones en este relato conmovedor, de notable desenlace. Grata sorpresa me ha dado Don Nikólai.


Publicado en 1842, este relato de menos de cien páginas es otra perla de la literatura rusa de esa época. Un relato donde su protagonista me ha recordado muchísimo al de la novela epistolar de Dostoyevski “Pobre gente”. Ambos protagonistas son casi calcados. Akaki Akákievich es un funcionario del escalafón más bajo que trabaja en la administración pública en la ciudad de San Petersburgo como copista. A Akaki ningún compañero le muestra jamás la más mínima consideración. Vive como un espectro. No tiene amistades y vive con un sueldo mísero que apenas le da para comer. Su aspecto: corto de vista, bajito, picado de viruela y con vestimenta miserable le hacen objeto de burlas continuas de sus colegas de trabajo. A pesar de ese “bullying” (palabra que aunque parezca muy moderna, es extensible a cualquier época), Akaki es un trabajador excelente que disfruta con su labor en el departamento público y donde se esmera celosamente en sus responsabilidades. Cuando el invierno ruso comienza a asomar, Akaki no tiene otra prenda que le abrigue mejor que su viejo y raído capote, el cual es también mofa continua en el departamento donde trabaja. Su intención es que el sastre al que visita con frecuencia le haga algún remiendo de nuevo para poder seguir usándolo, pero éste le comenta que ya es imposible y le instará a que lo reemplace por uno nuevo. Akaki conseguirá pasando hambre y otras necesidades básicas, ahorrar para la preciada prenda. En ese momento las miradas y desconsideraciones hacia nuestro protagonista cambiarán incluso en el trabajo . Pero desgraciadamente para Akaki la vida reporta siempre injusticias a los mismos, donde la felicidad y bienestar es efímero. Un relato triste que muestra la carencia de humildad que se tiene ante los vulnerables. Una historia muy realista que lamentablemente es atemporal.


"El Capote" es un relato corto melancólico y conmovedor que crítica con tono irónico y pesimista al funcionario ruso y la burocracia que imperaba a mediados del S. XIX. Akaki, un copista, trabajador y responsable. Es un ser tímido e introvertido que se le dificulta relacionarse con la gente. A toda costa, busca hacerse de un capote para pasar el gélido invierno en Rusia. Algunos de los temas que la componen son: la humildad y soberbia de la gente, la injusticia social, el aislamiento, materialismo, la burocracia y la pobreza. La grandeza de esta obra estriba en las diferentes interpretaciones que se le pueden dar a la gran cantidad de temas que la componen. Un gran libro que vale la pena considerar.


Este relato heló mis huesos como el invierno ruso de a mediados del siglo XIX. Gogól es, sin discusión, un escritor prolijo y muy audaz para denunciar la injusticia e inyectarle humor con una facilidad extraordinaria. El entrañable Akakiy Akakiyevich un hombre honrado, simple y rutinario que ama lo que hace como copista en un cargo de rango menor y que por lo tanto cumple con todo su deber de funcionario rayando en lo obsesivo, un "día el infortunio se cruza en su camino cambiándolo para siempre. Petrovich, el sastre es determinante en su historia, pues la adquisición de un capote, prenda que va desde los hombros hasta los pies parecido a un gabán, lo pondrá en situaciones que nunca previó y le harán comprender quién es. Lo recomiendo porque es humano, breve, conmovedor e inolvidable. Es más, es más escueto que esta reseña.


La vida de un personaje entrañable es relatada en esta joya de la literatura rusa. Un empleado público del último escalafón, dedicado en su cargo, cada día batalla contra las mofas de sus colegas y el desdén de sus patrones. Su precaria salud y las gélidas condiciones de su entorno lo orillan a adquirir un nuevo capote. Así, cuando con sacrificios lo consigue una injusticia social cae sobre él como un manto sombrío. La trama burocrática rusa, de mediados del siglo XIX, es criticada en esta obra por el autor. Nos refleja situaciones recurrentes que actualmente observamos, tales como funcionarios públicos que ostentan sus cargos, como si formaran parte de una corte real, olvidándose de su principal obligación: servir a la sociedad. Una historia que exhibe una triste realidad pero que no deja de estar magistralmente escrita.


Tristísimo, sin que tenga ninguna similitud desde el punto de vista literario me hace acordar al viejo y el mar justamente por lo triste que me resultó. Es un relato sencillo, a pesar de que transcurre a mediados del 1800, es muy fácil empatizar con su protagonista y es por eso que a mi particularmente me conmovió. Es una buena opción para iniciarse en la literatura rusa, con un exponente fundamental como Gógol.


Fiodor Dostoievski se refirió a la novela con la siguiente frase:"Todos crecimos bajo el capote de Gógol". Es un cuento clásico que nos narra una historia dramática, la adquisición y pérdida de un abrigo nuevo por un funcionario con recursos escasos, que perdió la vida cuando le robaron su capote. Así desapareció un ser humano quien nunca tuvo quien le amparara, a quien nadie había querido y que jamás interesó a nadie. Akakiy Akakievich fue un ser que sufrió con paciencia las burlas de sus colegas de oficina y que bajó a la tumba sin haber realizado ningún  acto extraordinario; sin embargo, diviso, aunque fuera al fin de su vida, el espíritu de la luz en forma de capote, el cual reanimó por un momento su miserable existencia. Encuentra el deseo, logra esa fiebre magnífica de desear algo.  Finalmente la pasión por su nuevo capote le dará un sentido a esa vida gris e imposibilitada y el lector podrá solidarizarse con el protagonista. Pero ¿Quién iba a imaginarse que con ello terminaría la historia de Akakiy Akakievich, ya que estaba destinado a vivir ruidosamente aún muchos días después de su fallecimiento? Se corrió por la ciudad el rumor que durante las noches aparecía un fantasma con la figura de Akakiy Akakievich, quien buscaba su capote robado y que con tal pretexto arrancaba a todos los hombres sin distinción sus capotes. La humanidad y la ternura de esta historia son de carácter universal. Hay quienes pueden reinventarse capotes por los que apasionarse en cada tramo de su vida, quienes renuevan su capote insistentemente, y sin haberlo previsto, dejan por herencia el puro afán de procurarse abrigos. Eso de lo incesante de la vida es el deseo, la herencia estructurante y mayor.


"El capote" narra la historia de Akaki Akakievich, un funcionario pobre de la Administración rusa, objeto de las burlas de sus compañeros por su carácter apocado y sumiso. Con su mísero sueldo, apenas le llega el dinero para conseguir un nuevo capote con el que sustituir el viejo y raído, que ya no le abriga en el frío invierno ruso. Pero la felicidad que alcanza tras conseguir su nuevo capote pronto se convierte en tragedia. Un relato corto, triste y conmovedor. Recomendable.


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FRASES DEL LIBRO EL CAPOTE

Conviene saber que el capote de Akaki Akákievich también era objeto de las burlas de sus compañeros; hasta le habían privado del noble nombre de capote y lo denominaban bata.


Publicado porErick Arce

Diviso al final de su vida, la luz en forma de abrigo, sin embargo cayo sobre el la desgracia, como tambien cae a veces , sobre los privilegiados de la tierra.


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En los tiempos que corren, cada particular considera que si se toca a su persona, se ofende al conjunto de la sociedad.


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El pobre infeliz se tapaba la cara con las manos, y más de una vez, en el curso de su vida, se estremeció al ver cuánta inhumanidad hay en el hombre y cuánta dureza y grosería encubren los modales de una supuesta educación, selecta y esmerada.


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