Tercer libro dela trilogía"Memorias del Águila y del Jaguar". Una historia con una montaña rusa de aventuras. Nadia y Alexander viajan al corazón de África con su abuela Kate, a quien han encargado un gran reportaje. Su encuentro con el hermano Fernando, un misionero que está buscando a dos compañeros desaparecidos, marca el comienzo de este nuevo destino: la selva tropical africana, donde la caza clandestina del elefante y otros animales salvajes arrastra a mercenarios sin escrúpulos. Los malvados son ahora los jefes de la Hermandad del Leopardo: el comandante Mbembelé, el brujo Sombe y el rey Kosongo, que ha esclavizado a la tribu de los pigmeos.
Lo leí a mediados del año y creo que fue una buena lectura, personalmente me gusta este mundo ficticio que la autora creo junto a la magia y distintos puntos de vista en cuanto religiosos y creencias. Definitamente una lectura bastante entretenida.
Un libro de aventura, con un final inesperado, aunque este libro me pareció menos interesante que sus predecesores de la trilogía, sigue siendo bueno, vale la pena leerlo y así dar por terminada la apasionante historia de Nadia y Alexander.
Las creencias propias se llaman religión, las de los demás se llaman superstición.
Se dieron cuenta de que los espíritus no provocan enfermedades, desgracias o muerte, como habían oído; el sufrimiento es causado por la maldad y la ignorancia de los vivos.
Lo nuestro es idioma, lo que hablan los demás son dialectos, y Lo que hacen los blancos es arte y lo que hacen otras razas es artesanía.