EDAD OSCURA (ORO Y CENIZA #2)

Tenemos 928 páginas llenas de acción, emoción y situaciones trepidantes narradas en paralelo por la perspectiva de cinco personajes: Virginia au Augusto, Darrow de Lico, Liria de Lágalos, Efraín ti Horn y Lisandro au Lune. Además, los capítulos están contenidos en cuatro partes. Como siempre, se cuenta con una narrativa astuta, descriptiva y descaradamente poética, en la que la descripción de la muerte puede ser maravillosa por esa prosa inigualable, llegando a causar infinidad de emociones como ira, enojo, fervor, orgullo y necesidad por saber más!, dejándote llevar en la adicción constante por conocer hasta donde serás capaz de lápidar tus emociones. Una vez más puede apreciarse la madurez de nuestros protagonistas, quienes han tenido que avanzar sobre un camino desafortunado, viéndose obligados a comprender de la forma más desgarradora las consecuencias de los actos que de una forma directa o indirecta cometieron en el pasado como: la persecución exhaustiva de sus enemigos, la actitud desafiante e irreflexiva frente a un enemigo que no dudará cometer acciones represivas para demostrar su poderío; la manera en que los pecados de los padres recaen sobre los hijos y la creencia en la justicia verdadera que hombres y mujeres ingenuos no comprenden por su desconocimiento frente a la guerra y los desastres que esto implica a un sistema que trata de cimentarse en la verdad y la justicia, pero que es objeto de distorsión por quienes quieren imponer argucias que les beneficien sin imprtar a quien tengan que pisotear. Algo en lo que debemos estar preparados con la lectura de este libro, es para la caída de personajes muy queridos y conocidos a lo largo de la trilogía anterior y en el libro antecesor. La acción es agobiante, desde el primer momento en el que se nos presenta la perspectiva de Virginia au Augusto, a quien desde siempre quise comprender directamente, pues no es lo mismo lo que otros expresen sobre ella como lo que se maquina en su mente, considerada de las más brillantes, fue una exquisitez conocer sus planes y anhelos más profundos. Efraín ti Horn, es otro de los personajes que no deja de sorprender, mostrando un grado de evolución formidable en cada situación, destacando conflictos internos entre su pasado y presente y la manera más sincera de afrontarlos con el propósito de redimirse. Es así como también se observa una faceta de camaradería con Pax y Electra a quienes luego de haber secuestrado y tras los acontecimientos en los que se vieron involucrados, aprendió a estimar. Y que decir de Liria de Lágalos, quien en este libro tiene un avance enorme, dejando muy clara su posición dentro de la trama, siendo capaz de manejar situaciones que para algunos serán pérdidas, pero con su audacia, determinación y persistencia, adicionada de un complemento interesante ha logrado ganarse nuestro respeto y admiración. Pero sin duda alguna quien asombró con su capacidad de asimilar vertiginosamente la realidad y la manera en que considera pugnarla, haciéndolo impredecible, es Lisandro au Lune, dejando al espectador con angustia por saber cómo pretende resolver el conflicto bélico en el que se ha visto inmerso. Así mismo tenemos a Darrow, quien no deja de conferir fervor por lo que valora, destacando al estratega nato que es, a pesar de encontrarse en un tremendo conflicto interno sobre la manera más certera de salir avante frente a las fuerzas de Atalantiaau au Grimmus, con quien libra una batalla llena de consecuencias colaterales y en la que deja de importar el medio para llegar a un fin. Es un libro que he disfrutado de sobremanera en el que he experimentado un viaje de giros, dolor, sufrimiento, emoción desbordante, fervor y trágicas despedidas. ¡Un libro esepcional!

Seguimos sin que defraude el escritor. Sabe como engancharte y desde el momento uno. Esperando al desenlace

Este libro me encantó pero también lo detesté. Darrow es uno de mis personajes favoritos y me encantó verlo otra vez como él mismo, leer al fin la voz de Virginia fue algo increíble, le agarré mucho cariño a Liria y en especial a Efrain. Solo hubo un pequeño problema y ese fue Lissandro, es que simplemente no lo soporto, en serio espero que lo desaparezcan porque simplemente su ego es algo detestable. Pero bueno, dejando eso de lado, el libro fue una montaña rusa de emociones, sobretodo de llanto y tristeza. Así que solo diré que temo por la vida de mis personajes favoritos y que no puedo esperar para leer el siguiente libro.

Los libros pueden ser puñales muy filosos. Tal vez sólo debería decir eso de este libro, o expandir la expresión incluyendo al autor. Me cuesta aún unir las ideas en frases complejas abandonando la catatonia en la que me ha sumergido “Edad Oscura” en cada uno de sus capítulos. No es la cantidad de veces que me ha estrujado el alma, ni la cantidad de personajes que con su morral de verdades a cuestas se han quedado varados perdiendo todo por nada. Es la complejidad de un mundo distópico demasiado parecido a toda la línea temporal de la historia humana. Es la agonía de ver en un libro tanta verdad, tanta metáfora hecha argumento, tanta comprensión de la bajeza del hombre. Si, los libros pueden ser puñales filosos, yo tardaré mucho en curar esta herida. Hail Segador. Hail maestro de maestros: querido genio Pierce Brown.

Una digna continuación de Oro y Ceniza. No podia parar de leer con tantos giros imprevisibles en la historia. Cuando crees que se va a ir por un lado, cambia totalmente y toma un camino totalmente distinto. Me gusta mucho el hecho de que haya más de un punto de vista en esta segunda trilogía de Amanecer Rojo, y además que exista el de ambos "bandos" de la trama principal y el de nuevos personajes. Con el final no pude más.